Ironizar y novelar la estafa
Thackeray ofrece una buena dosis de humor brit¨¢nico al escribir sobre turbios negocios
El acre sat¨ªrico autor de La feria de las vanidades no se parece mucho al bondadoso y m¨¢s tierno autor de este libro que comentamos; sin embargo, la persona es la misma. Thackeray fue un hombre bien distinto a su contempor¨¢neo Charles Dickens: toda la vitalidad que ¨¦ste puso en sus novelas, incluso en las ¨²ltimas y m¨¢s amargas, toda la intuici¨®n que guiaba sus historias, contrasta con la cr¨ªtica sobriedad de su colega. Thackeray, ferviente victoriano de estricta moral burguesa, excelente escritor sat¨ªrico, pero en ¨²ltima instancia contenido, y de un elegante clasicismo, l¨²cido y comprometido con la realidad aunque reprimiendo el lado rom¨¢ntico al que, con todo, pertenece hist¨®rica y literariamente, es, con George Eliot, las hermanas Bront? y el mencionado Dickens, uno de los m¨¢s grandes representantes de la narrativa inglesa del periodo victoriano.
La historia de Samuel Titmarsh es un libro menor y ejemplarizante que su editor espa?ol edita muy oportunamente, por su coincidencia con los tiempos que estamos viviendo. Es la historia de una estafa monumental, como cualquiera de las que se han ense?oreado de nuestro pa¨ªs en estos tiempos de inmoralidad p¨²blica, de las del tipo pir¨¢mide, en que un tipo (el se?or Brough, excelente personaje) monta una empresa dedicada a acarrear dinero de inversores grandes y peque?os, dinero que diluye entre diversas subempresas hasta que un d¨ªa la quiebra de la matriz pone al descubierto todo el tinglado y huye al extranjero.
Thackeray se apoya en Samuel Titmarsh, un joven de escasos recursos y alma c¨¢ndida para exponer una estafa y trazar la ejemplaridad de un hombre honesto. La novela, pues, tiene mucho de reflexi¨®n moral sobre esa lacra de los individuos o corporaciones que se aprovechan de la buena disposici¨®n (y tambi¨¦n ambici¨®n mal medida de la gente) para tejer sus turbios negocios. La novela incluso podr¨ªa haber sido ?o?a de no ser por esa arma tan propia de la literatura brit¨¢nica y, en especial, de Dickens y Thackeray: el humor y la iron¨ªa. Thackeray, admirador de Pickwick, es un humorista m¨¢s contenido y m¨¢s sat¨ªrico, y su cr¨ªtica de la realidad es m¨¢s l¨²cida que vital, pero sus personajes y, sobre todo, sus construcciones literarias son espl¨¦ndidas.
Una historia perfectamente medida y resuelta,
divertida y llena de personajes sugestivos.
El lector de este libro encontrar¨¢, por ejemplo, un episodio dickensiano y de la ¨¦poca: el ingreso en la c¨¢rcel de Samuel Titmarsh y su familia por deudas, y aunque no hallar¨¢ un personaje tan singular y maravilloso como Micawber, quiz¨¢ hasta se le escape una l¨¢grima de compasi¨®n por el aciago destino del hijo de Titmarsh. Hay en esta historia abundancia de nobleza y de maldad, corazones impolutos y corazones indiferentes, amistades incondicionales y rechazos oportunistas cuando no verdaderamente crueles, todo ello dentro de esa parte de la moral victoriana que acude finalmente a los buenos sentimientos para arreglar las cosas. No es, pues, ¨¦ste, el poderoso autor de La feria de las vanidades, ciertamente, pero s¨ª el estupendo sat¨ªrico que sabe contar una historia perfectamente medida y resuelta, divertida y llena de personajes sugestivos.
El relato contiene, naturalmente, una moraleja que el mismo Titmarsh explica: ¡°Aunque yo no soy un hombre de letras, mi primo Michael (¡) dice que mis memorias pueden ser de alguna utilidad para el p¨²blico (¡); y en ese caso estoy encantado de ser de utilidad para ¨¦l y para los dem¨¢s y con esto me despido, pidiendo a todo aquel que lea esto que sea cauto con su dinero, si lo tiene; que sea a¨²n m¨¢s cauto con el dinero de sus amigos; que recuerde que los grandes beneficios implican grandes riesgos y que los grandes y astutos capitalistas de este pa¨ªs no se conformar¨¢n con recibir el cuatro por ciento si creen que pueden conseguir m¨¢s¡±. Pura actualidad hispana.
La historia de Samuel Titmarsh y el gran diamante Hoggarty. William M. Thackeray. Traducci¨®n de ?ngeles de los Santos. Perif¨¦rica. C¨¢ceres, 2014. 256 p¨¢ginas. 17,90 euros
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