Podemos

Podemos es un partido sin pasado, esto es, sin imputados, sin pecados en la hemeroteca, sin experiencia de poder, virgen en reproches por mala gesti¨®n. El desencanto hacia la clase pol¨ªtica ha multiplicado esa ventaja competitiva de origen. Pero la formaci¨®n suma otra muy rentable: la propaganda les sale gratis. Apenas necesitan invertir en publicidad porque sus enemigos pol¨ªticos les prestan ese servicio por la cara. Sus pretendidos rivales son aplicados, perseverantes. Saben hacer titulares, frases con impacto. No parecen querer irse de vacaciones y no hay que darles de alta en la seguridad social, otro les paga la n¨®mina.

Desde que Podemos dio la sorpresa en las elecciones europeas del pasado mayo, cuando obtuvo 1,2 millones de votos tres meses despu¨¦s de su fundaci¨®n, les han comparado con Hitler, les han acusado de ser proetarras e incluso asesinos en potencia. ¡°En las condiciones del a?o 36, me matar¨ªan a m¨ª y nos matar¨ªan a mucha gente sin ning¨²n problema. Y si vuelven las condiciones que ellos consideran necesarias, matar¨¢n a gente si tienen posibilidad. Matar¨¢n a gente por cuestiones pol¨ªticas. No me cabe la menor duda¡±, se dijo en Telemadrid.

Con lo que cuesta una conexi¨®n a Internet, los militantes de Podemos pueden retuitear hasta el infinito las barbaridades que esos pretendidos enemigos, convertidos en sus mejores aliados, les dedican a diario. Esas hiperb¨®licas declaraciones funcionan como un reclamo infalible. Es habitual ver a representantes del partido sonri¨¦ndose en una tertulia mientras se emite un v¨ªdeo con los insultos de ese ej¨¦rcito de m¨¢nager sin sueldo. No es tan frecuente, sin embargo, o¨ªrles hablar de su programa y de c¨®mo se pone en pr¨¢ctica: qu¨¦ n¨²meros han hecho, qu¨¦ consecuencias tiene, por ejemplo, la irresistible idea de no pagar toda la deuda.

La reciente encuesta de Metroscopia para EL PA?S muestra las evidentes ventajas de ser un partido sin pasado ¡ªel 54% considera que ¡°ofrece un verdadero cambio en contraste con el resto¡±¡ª, pero tambi¨¦n el escepticismo con unas propuestas que el ruido generado por sus incontinentes enemigos ha evitado sean escudri?adas: el 51% no considera a Podemos una ¡°alternativa real de Gobierno¡± y el 56% no cree que tengan ¡°un programa claro para superar la crisis¡±.