Una ¡®comuni¨®n¡¯ con la obra de Gaud¨ª
Los restos de la r¨¦plica del tornavoz dise?ado por el arquitecto para la catedral de Mallorca son repartidos durante un debate como protesta por su abandono
El tornavoz de Gaud¨ª para la catedral de Mallorca, recreado por El¨ªas Torres, acab¨® colectivizado, repartido el mi¨¦rcoles a peque?os trozos entre m¨¢s de 150 personas reunidas en el club de Pollen?a. El arquitecto y profesor Torres, con su gesto simb¨®lico y amistoso, cerr¨® cuatro noches de abarrotadas conversaciones sobre arquitectura y la obra de Gaud¨ª. Las voces de los analistas eran de rango: Rafael Moneo, Carme Pin¨®s, Pep Quetglas, Llu¨ªs Clotet, Dani Freixes, Xavier Monteys, Rafel Moranta y Xisco Piz¨¢,? todos ellos veraneantes, residentes o con casa en la isla.
El¨ªas Torres holl¨® con letras y gestos de colores los fragmentos del conglomerado blanco del mueble roto.El tornaveu, creado por Gaud¨ª para amplificar la voz del predicador desde el p¨²lpito, y que encandil¨® a Le Corbusier en 1932 fue expulsado dos veces de la catedral mallorquina por el cap¨ªtulo de can¨®nigos de la seo en 1971 y en 2013. El origina?gaud¨ª desapareci¨®, se esfum¨® de los almacenes, y la versi¨®n de Torres ¨Cligera, en pl¨¢stico y escayola- solo permaneci¨® en el p¨²lpito tres a?os y fue desmontada y fragmentada el pasado a?o con el pretexto de que no era original y que su instalaci¨®n era provisional. Tras su retirada de la iglesia, los vestigios de la recreaci¨®n del tornavoz se quedaron al aire libre, en el exterior de la f¨¢brica Poraxa de Porreres, donde fue gestada por Torres en 2010.
Al ser anunciado ahora el reparto durante los encuentros de arquitectura gaudiniana, ir¨®nicamente una ¡®comuni¨®n¡¯ con el p¨²blico, motiv¨® un acto de censura del p¨¢rroco de Pollen?a, que vet¨® expresamente una visita cultural al templo de Nostra Senyora dels ?ngels. El cura de Pollen?a, Joan Artur Boardman, prohibi¨® a los arquitectos y su p¨²blico entrar en la iglesia local para observar los supuestos trazos de Gaud¨ª en las baldosas del templo. S¨ª pudieron ver las verjas en un jard¨ªn local. El moss¨¦n dijo que se pretend¨ªa una ¡°burla" de la comuni¨®n cat¨®lica. Las presiones de la Iglesia, de los can¨®nigos de la catedral de Mallorca, se extendieron hasta el alcalde de Pollen?a, Tomeu Cifre (PP) y a la caja de ahorros local Colonya. Esa maniobra eclesial cuaj¨®: la marca y el patrocinio de Colonya fueron retirados del cartel y los folletos.
El veto censor fue una an¨¦cdota. En primera fila del acto cultural estuvo dos noches Rafael Moneo ¨Csometido a la mitoman¨ªa de los?selfies- quien convers¨® sobre el neog¨®tico triste de algunas iglesias locales ante la valent¨ªa de Gaud¨ª ¨Cy Jujol- en la catedral de Palma bajo el auspicio del obispo Campins. Moneo explic¨® que Gaud¨ª consolid¨® el edificio g¨®tico al despejar las grandiosas naves e iluminar con detalles ¡°la joya¡±. El catedr¨¢tico Pep Quetglas, experto en Le Corbusier, dio lecciones diarias sobre la vanguardia de Gaud¨ª, meticulosamente se?al¨® sus claves constructivas y desvel¨® los secretos simb¨®licos del autor.
Gaud¨ª ¡°es torrencial, avasallador, sus obras no permiten usos y funciones diferentes¡±, explic¨® Llu¨ªs Clotet, quien dijo que nunca acudi¨® a remirar sus obras en libros y las de Guillem Sagrera, Mies Van der Rohe o Alvar Aalto. El ibicenco El¨ªas Torres us¨® met¨¢foras; vio la ¡°piedra constipada y las mucosidades¡± de la fachada de La Pedrera de Barcelona, una organizaci¨®n interior que es "la mejor soluci¨®n a una esquina¡± de la gran ciudad cuadriculada.
Torres opin¨® que Santiago Calatrava ¡°se legitima¡± en Gaud¨ª al valerse de ¨¦l como tel¨®n de fondo, al apropiarse, por ejemplo, de los rasgos de la cripta G¨¹ell, el interior de bestias desolladas, tendones, huesos y pieles en tensi¨®n. A su vez, Carme Pin¨®s, que ha estrenado el magno contenedor del Caixaforum de Zaragoza, defendi¨® ¡°la ciudad como un gran cliente, emocionante¡± y valor¨® la existencia de obras p¨²blicas detonantes de la vida social y cultural.
Babelia
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