Cuando los chinos tocan flamenco
El maestro de la guitarra ?scar Herrero asegura que el flamenco se aprende, no es innato
?scar Herrero camina al mismo ritmo que las espigas de los campos manchegos que lo vieron nacer alg¨²n d¨ªa de 1959, en Tomelloso (Ciudad Real). Cuando se sienta y reposa la guitarra sobre su pierna derecha, cruzada sobre la izquierda, la cosa cambia. Su cuerpo se integra con el instrumento. O viceversa. Se vuelven paralelos. Se mueven paralelos. Y todo es cuesti¨®n de aprendizaje, asegura ¨¦l. Cero duende. "Pero no quiero que se malinterprete, Siempre se ha usado el t¨®pico del duende para hacer creer que el flamenco no se puede aprender. Pero se puede", asegura vehemente el maestro de las cuerdas.
El flamenco, eternamente asociado a etnias, lugares, alg¨²n que otro apellido. A jirones de alma. A recorridos impetuosos junto a la sangre. Adherido a las venas... Unido a voces y tonalidades de piel, se diversifica en la mente de este amante de la taranta: "Todo es necesario. No digo que el duende no exista. Pero no es lo ¨²nico. Hay mucha gente que ha huido cuando ha intentado aprender. Quiz¨¢s es que no ha habido gente preparada para poder transmitir este lenguaje musical". El duende y los genios, en cualquier disciplina, existen. Pero a veces no es suficiente. Como para casi todo, se tiene que dar el kair¨®s. Ese momento crucial en el que todo converge: "A nacer con ese talento especial, hay que unirle que sea un lugar propicio, en el momento correcto, que las personas que lo rodean lo apoyen. Muchas cosas".
Flamenco es lo que menos escucho en casa. Mucha cl¨¢sica, mucho jazz y m¨²sica brasile?a
?Entonces, puede un chino tocar la guitarra mejor que un gitano? "Si a un gitano lo dejas en Rusia nada m¨¢s nacer, a los 20 a?os hablar¨¢ ruso". He ah¨ª la respuesta de Herrero. Asegura que el flamenco no va en la sangre y entre bromas, afirma que si los puristas lo oyeran se le "echar¨ªan encima". El debate entre ellos y los renovadores es continuo y para siempre. El manchego reivindica la fusi¨®n sin olvidar nunca las ra¨ªces: "Si los que tienen la mente m¨¢s cerrada no hubiesen dejado entrar nunca nada, ahora estar¨ªamos 50 a?os atr¨¢s. Como en otras cosas". La panor¨¢mica general de la m¨²sica en Espa?a no le parece muy halag¨¹e?a, siente que les cortan las alas y que necesitan algo m¨¢s de ayuda para seguir creciendo: "Nos est¨¢n dando bien, as¨ª que no estamos muy bien", masculla riendo.
El maestro est¨¢ m¨¢s preocupado por aportar algo importante a la pedagog¨ªa musical que en sacar nuevo disco; hasta el pr¨®ximo 22 de agosto da un curso magistral en los cursos de verano de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo en Santander. Sabe que el flamenco es minoritario, aunque est¨¢ sorprendido por la diversidad de nacionalidades entre sus alumnos. La esperanza de que se expanda crece cada d¨ªa: "El momento que vivimos, Internet, esa facilidad para comunicar... Seguir¨¢ creciendo, y llegar¨¢ un momento que est¨¦ equiparado al jazz u otras m¨²sicas igual de conocidas".
El Tr¨¦molo, ?scar Herrero / YOUTUBE
?l intenta aportar otra p¨ªldora a un g¨¦nero que emerge de forma t¨ªmida pero sin pausa. Su forma de ense?ar, y el movimiento de sus dedos, lo posicionan como maestro en su mundo. Desde muy joven vio a su padre dar clases de guitarra en medio del erial dorado de La Mancha. Supo enseguida que la did¨¢ctica no exist¨ªa, todo era repetici¨®n. Observ¨® durante a?os y, cuando tuvo claro c¨®mo y por qu¨¦ se hac¨ªa cada movimiento, decidi¨® ponerlo sobre papel. Crear la teor¨ªa. "Mi ¨²nico m¨¦rito es haberme preocupado de ir m¨¢s all¨¢ que de imitar a mis antepasados".
Paco de Luc¨ªa, al que Herrero rinde homenaje este jueves 21 en el Palacio de La Magdalena y cuyo nombre marca como un antes y un despu¨¦s en el g¨¦nero flamenco, se dio cuenta de que el conocimiento te¨®rico de la m¨²sica no hac¨ªa sino ampliar ese genio cuando ¨¦l ya era uno considerado por medio mundo: "En sus inicios asegur¨® que el flamenco no necesitaba ser aprendido, fue cuando conoci¨® a otros maestros del rock o del jazz cuando cay¨® en su error y empez¨® a recomendar a los j¨®venes que hab¨ªa que estudiar m¨²sica". En esas anda ¨¦l. Renov¨¢ndose. Ense?ando a los dem¨¢s. Y rasgando mientras demuda los gestos al ritmo de los acordes de Paisano, "quiz¨¢s, de entre todas mis hijas, la favorita¡±.
M¨¢s all¨¢ de la teor¨ªa
?scar Herrero, (Tomelloso, Ciudad Real, 1959) es compositor, concertista y pedagogo de la guitarra flamenca. Su carrera est¨¢ plagada de grandes reconocimientos en este g¨¦nero, como el Premio Nacional de Guitarra Flamenca en Jerez de la Frontera, (C¨¢diz) y el Bord¨®n Minero del Festival del Cante de Las Minas (La Uni¨®n, Murcia). Ha tenido el privilegio de pisar el Conservatorio Tchaikovsky de Mosc¨² o la Academia Chopin en Varsovia, como profesor de flamenco; y su amante de madera ha resonado a lo largo de todo el mundo: desde el Teatro de La Opera de El Cairo hasta el Hermitage Theatre de San Petersburgo. El manchego da algunas p¨ªldoras m¨¢s all¨¢ de su m¨¦todo de ense?anza.
?Paco de Luc¨ªa? Introdujo no s¨®lo la guitarra flamenca a nivel internacional, sino el propio arte flamenco. Y lo puso donde realmente debe estar, en los mejores escenarios del mundo.
?Manuel de Falla? Tiene una frase suya abriendo su p¨¢gina web que se resume en que "hay que trabajar para los dem¨¢s". Otro grande. Y s¨ª, hay que trabajar para los dem¨¢s, aunque tambi¨¦n existe ese punto ego¨ªsta de estar satisfecho con uno mismo. Pero sin buscar nada m¨¢s que el hecho de poder ofrecerlo luego a los dem¨¢s.
?Y entre los dos? Me quedo con Paco de Luc¨ªa. No porque crea que uno es m¨¢s grande que el otro, sino porque yo soy uno de tantos otros que toca la guitarra porque un d¨ªa, Paco de Luc¨ªa existi¨®.
?Por qu¨¦, dentro del flamenco, hay disciplinas m¨¢s extendidas que otras? Lo visual, por la danza, es m¨¢s f¨¢cil de transmitir. La guitarra es un instrumento que est¨¢ en todos los g¨¦neros musicales. El cante tiene m¨¢s dificultades: por el idioma, por el lenguaje, que no es el universal de las notas musicales y por el tipo de voz. Es m¨¢s dif¨ªcil que llegue de forma tan directa como puede hacerlo algo m¨¢s mel¨®dico.
?Un escenario de entre todos? No podr¨ªa elegir uno. Pero recuerdo la primera vez que fui a Chile, a finales de los 90. Me sorprendi¨® mucho encontrar bastantes aficionados tocando con un nivel muy alto. Tiene una explicaci¨®n: un buen amigo chileno, Carlos Ledermann, se encarg¨® de transmitirles el flamenco desde aqu¨ª.
?La colaboraci¨®n m¨¢s fruct¨ªfera? En mis primeros a?os de profesional tuve la suerte de estar como segundo de dos de los m¨¢s grandes guitarristas. Enrique de Melchor, que ya muri¨®. Y V¨ªctor Monje Serranito. La experiencia con ellos ampli¨® mi formaci¨®n a grandes dimensiones.
?Qu¨¦ suena en su casa? Lo que menos escucho es flamenco. Mucha m¨²sica cl¨¢sica, Bach. Jazz, Pat Metheny puede estar entre mis favoritos. Y m¨²sica brasile?a. Ah¨ª el primero que se me viene a la cabeza es Rafael Rabello, un guitarrista que alojaba a Paco de Luc¨ªa cuando iba por Brasil a empaparse de m¨²sica brasile?a.
?Alguna pieza favorita? Quiz¨¢s m¨¢s un estilo que una canci¨®n. La taranta. Todo lo que suene en esa tonalidad, con esa sonoridad. Paisano quiz¨¢s podr¨ªa ser una de mis piezas favoritas.
?La SGAE? Creo que es una instituci¨®n que intenta proteger y ayudar al artista. Otra cosa es lo que luego hay detr¨¢s.
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