Cine cr¨ªo y tele adulta
Ante una cartelera hecha para adolescentes, el p¨²blico maduro se refugia en las series y su sof¨¢
El periodista norteamericano Mark Harris abri¨® un debate serio con solo un tuit: ¡°N¨²mero de pel¨ªculas de las diez m¨¢s taquilleras que no son remakes,secuelas o adaptaciones infantiles: cero¡±. Resulta que la cartelera est¨¢ enfocada a adolescentes o ni?os, y se echa de menos el cine dirigido a adultos. Un vistazo a las salas confirma que no abunda una mirada madura entre planetas de simios y domadores de dragones, aviones animados y robots guerreros, entre el pen¨²ltimo superh¨¦roe y la antepen¨²ltima de zombis.
Algunos repasaron las listas hist¨®ricas para observar que ya hace d¨¦cadas que Hollywood mira a los j¨®venes como su clientela prioritaria. Solo directores muy consagrados (un Scorsese) o las m¨¢s modestas producciones indies desaf¨ªan esa corriente.
Es chocante, porque en la televisi¨®n la tendencia ha sido la contraria. Si en el pasado se impon¨ªa la comedia amable, tipo Friends o El pr¨ªncipe de Bel Air, nunca ha habido m¨¢s series orientadas al p¨²blico adulto que en estos a?os. Repasemos las m¨¢s exitosas: Juego de tronos, Breaking bad, True detective, Masters of sex o Mad men; antes que ellas, The Wire o Los Soprano. Tramas bien trabajadas, personajes complejos, conflictos ¨¦ticos, di¨¢logos inteligentes. Y, si viene al caso, sexo expl¨ªcito, violencia descarnada. En carga er¨®tica se est¨¢n batiendo r¨¦cords: en el estreno de The Knick, un drama m¨¦dico dirigido por Steven Soderbergh, se vio el primer desnudo integral en solo 15 segundos. Buen gancho publicitario, por cierto.
El cine se habr¨¢ infantilizado, pero la tele se convierte en refugio adulto gracias a que los canales de cable de EE UU, HBO al frente, se atrevieron en el cambio de siglo a producir series transgresoras, nada convencionales, modelo convertido en el dominante all¨ª. Ese cambio no llega a las series espa?olas, que se siguen dirigiendo a todos los p¨²blicos porque aqu¨ª a¨²n manda la TDT y la familia entera ve la tele hasta la medianoche. Resultado: una ficci¨®n de calidad pero pacata.
No nos infantilizamos, sino que cambiamos de h¨¢bitos. Consumimos distintos productos seg¨²n a qu¨¦ hora, con qui¨¦n y ante qu¨¦ pantalla. Pero no parece buena idea expulsar de los cines, y encerrar en su sal¨®n, a cualquiera en cuya sien asome una cana.
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