De la Riva

Sirva esta humilde columna para tranquilizar al alcalde de Valladolid. Se?or Le¨®n de la Riva, si ve a una mujer en el ascensor, no tema, entre sin miedo. Desde que dijo que le daba ¡°reparo¡± hacerlo por si la chica ten¨ªa ganas de buscarle ¡°las vueltas¡± y arrancarse el sujetador, he estado haciendo una encuesta. La muestra no es muy amplia, pero puedo asegurarle que ninguna de las entrevistadas mostr¨® inter¨¦s alguno en buscarle nada de nada.

Suger¨ªa el alcalde de Valladolid que en las agresiones sexuales hay mucho cuento. La estad¨ªstica demuestra, sin embargo, que en Espa?a no hay un problema de denuncias falsas (son el 0,01%), y s¨ª uno muy grave de violaciones reales (1.298 el a?o pasado). Los expertos creen que son a¨²n m¨¢s porque parte de ellas, especialmente las que se producen en el ¨¢mbito familiar, nunca llegan a denunciarse.

No es la primera vez que Le¨®n de la Riva, ginec¨®logo y alcalde de Valladolid desde 1995, traspasa las fronteras informativas de su ciudad por sus comentarios machistas. Despu¨¦s siempre promete contener lo que ¨¦l llama, con orgullo de ni?o travieso, ¡°excesos verbales¡±. Pero la videoteca muestra que antes es plenamente consciente de lo que dice porque, de hecho, no suele terminar las frases, adivinando su gravedad: ¡°Puedo ser acusado, iba a decir, de haber violado a la candidata, pero la verdad es que hay queeee...¡± (en 2007, insinuando que a su contrincante, Soraya Rodr¨ªguez, no daban ganas ni de violarla); ¡°Cada vez que veo esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a contar aqu¨ª¡± (en 2010, sobre Leire Paj¨ªn).

El problema no es que diga lo que piensa sino que piensa lo que dice. La reincidencia y sus posteriores disculpas, que siempre incluyen un reproche al resto, ¡ª ¡°Se sacaron de contexto¡± (las declaraciones del ascensor); ¡°Me he sentido agredido, de forma exagerada¡± (tras las cr¨ªticas por su comentario sobre Paj¨ªn)¡ª demuestran su nulo prop¨®sito de enmienda.

Ahora que Rajoy est¨¢ tan preocupado por los alcaldes y plantea su elecci¨®n directa para regenerar la democracia, deber¨ªa meditar con el PP si la regeneraci¨®n no empieza por reprobar p¨²blicamente al de Valladolid. Pero no solo ellos deber¨ªan meditar. La amplia videoteca de ¡°excesos verbales¡± del Berlusconi de Pucela tambi¨¦n muestra risotadas del p¨²blico. Y eso tampoco tiene ninguna gracia.