Abajo, en el s¨®tano
Ulrich Seidl explora en un documental la vida que esconden sus vecinos en esa zona de la casa
Los austr¨ªacos esconden multitud de vidas paralelas en los s¨®tanos. ¡°Para nosotros el s¨®tano tiene un significado que no existe en otros pa¨ªses, porque pasamos nuestro tiempo libre all¨ª¡±, asegura Ulrich Seidl. Y ¨¦l, desde luego, ha disfrutado del viaje a los abismos de sus compatriotas. M¨¢s all¨¢ de los chistes que puedan marcar esa nacionalidad ¡ªFreud y Hitler nacieron en el Imperio austroh¨²ngaro¡ª, cuyo eco resuena en la pel¨ªcula, Seidl ha filmado un documental extraordinario, En el s¨®tano, mostrando los secretos que le ense?an sus vecinos de esa parte de la casa: nazismo, sadomasoquismo, fetichismo por las armas, amor por la caza, maternidades ocultas. A Seidl, que en los ¨²ltimos a?os se ha instalado en el altar de los autores europeos gracias a Import Export o su trilog¨ªa Para¨ªso, se le nota c¨®modo filmando esos secretos. ¡°S¨¦ que los s¨®tanos son tambi¨¦n lugares de crimen, de tortura y violencia, que poseen un terrible lado oscuro. Porque son sitios que albergan la privacidad adem¨¢s del disfrute del ocio. Para m¨ª, como artista, es esencial volver a la realidad, y con este filme lo he logrado. Conocer a otras personas es muy enriquecedor, aunque no siempre placentero¡±.
Seidl provoca tanta risa como miedo y disgusto en el espectador. Es desde luego un tono en el que ¨¦l se encuentra c¨®modo. Y lo que muestra, lo encontrado, se mueve entre la sorpresa y el delirio. Para ello ha estado investigando, llamando puerta por puerta. ¡°Necesit¨¦ seis meses antes de poder empezar a filmar. Y reconozco que mezclo algo de realidad y ficci¨®n, como la mujer que juega con los mu?ecos beb¨¦s en su s¨®tano. No es real, sino parte inventada¡±. Asegura Seidl que obviamente la mayor parte de las habitaciones que vio eran considerablemente vulgares, que lo que filma son casos puntuales. ¡°Si el extremismo conforma el coraz¨®n de la pel¨ªcula es porque creo que esos extremos en cierta manera son aplicables a todos nosotros. No somos inmunes al racismo, todos tenemos nuestros miedos¡±. S¨ª quiere alejarse de ped¨®filos austriacos famosos por tener en sus s¨®tanos a chicas j¨®venes secuestradas durante a?os, como Josef Fritzl o Wolfgang Priklopil. ¡°No son mi inspiraci¨®n, sino que la idea surgi¨® durante la preproducci¨®n de Dog days en 2001, visitando localizaciones en los suburbios, viendo s¨®tanos y conociendo gente que prefer¨ªa su vida all¨ª abajo que en las plantas superiores de su casa o en la calle¡±. Como Josef Ochs, que alberga ah¨ª todo un museo de recuerdos y de exaltaci¨®n del nazismo, y que emocionado cuenta c¨®mo, hace 25 a?os, el mejor regalo del d¨ªa de su boda fue un retrato de Hitler. Nunca vemos a su esposa. O Herr Lang, que ha montado una inmensa galer¨ªa de tiro donde a los 70 a?os ense?a a disparar a la gente mientras canta ¨®pera apasionadamente.
Hay por supuesto espacio, y mucho, para el sexo. Desde una chica que dej¨® de ser cajera de supermercado para convertirse en feliz prostituta a una veterana masoquista o la relaci¨®n que se lleva la palma: un matrimonio que disfruta de una relaci¨®n sadomasoquista, en la que ella le domina ¨¦l, orden¨¢ndole, por ejemplo, limpiar el cuarto de ba?o con la lengua o colg¨¢ndole pesas en el pene mientras lava los platos. El inmenso y peludo se?or Duchek pasea desnudo por la casa con un collar de perro como ¨²nica prenda. Y en el s¨®tano, como dice su esposa ante la c¨¢mara, es donde plasman sus mejores y m¨¢s salvajes fantas¨ªas. La imagen de ¨¦l colgado por su escroto de una gr¨²a que va levantado poco a poco su pesado cuerpo ¡ªajo que encima agradece a su ¡°maestra¡±¡ª es dif¨ªcilmente olvidable. En el s¨®tano se proyecta fuera de concurso en la Mostra de Venecia. L¨¢stima.
Es tambi¨¦n hoy el d¨ªa en que Frederick Wiseman (Boston, 1930) recibe el Le¨®n de Oro por toda una carrera. En su rueda de prensa ha hablado de la importancia de la lectura en su magn¨ªfica carrera como documentalista (¡°Empec¨¦ a leer a los cinco a?os y a¨²n hoy lo hago mucho¡±), record¨® cu¨¢ndo se puso por primera vez detr¨¢s de una c¨¢mara (¡°En los a?os cincuenta, mientras viv¨ªa en Par¨ªs, y no hab¨ªa ning¨²n inter¨¦s previo. Volv¨ª a Boston a ense?ar Derecho, pero no era lo m¨ªo¡±). Desde esos momentos a la actualidad van casi cuarenta filmes, y solo dos son de ficci¨®n. ¡°Vivo alejado del resto del mundo del cine¡±, cuenta en Venecia. Eso s¨ª, est¨¢ contento con su trabajo, pero no ha sido f¨¢cil llegar hasta aqu¨ª. ¡°Siempre me ha sido complicado conseguir dinero en mi carrera. Produzco mis pel¨ªculas porque nadie me ayuda con las financiaciones y hasta he cantado en la calle por unas monedas en Boston. Y las distribuyo por lo mismo¡±. Tampoco ha aceptado preguntas que ahondaran en su t¨¦cnica, basada mucho en la observaci¨®n y el montaje. ¡°Desde que ruedo hasta que monto siempre me pregunto por qu¨¦ hago lo que hago. No me interesa tanto la t¨¦cnica, creo que el cine y el montaje tienen que ver con el humor que tengas en ese momento. Por eso no me gustan las entrevistas, prefiero que la gente vea mi trabajo¡±. Acaba de finalizar un documental sobre un barrio de Queens (Nueva York), ¡°donde en muy poco espacio se hablan m¨¢s de 60 lenguas, es la nueva cara de Estados Unidos¡±.
En concurso ha entrado hoy She¡¯s funny that way, de Peter Bogdanovich, que ha reclutado a un mont¨®n de estrellas, empezando por Jennifer Aniston, pero que muestra que el maestro ha perdido el pulso, aunque no la sabidur¨ªa a la hora de escoger sus referencias, que salpican todo el metraje de una comedia que principalmente homenajea a Lubitsch.? Yambi¨¦n lo ha hecho 99 homes, un thriller sobre desahucios por impago de hipotecas en Florida, con Andrew Gardfield intentando hacer carrera al margen de sus pel¨ªculas de Spiderman, y Michael Shannon como su maestro del mal. Est¨¢ revisi¨®n del mito de Fausto est¨¢ dirigida por el estadounidense Ramin Bharani, con ese estilo televisivo que no mostr¨® en Un caf¨¦ en cualquier esquina (2005) pero s¨ª apunt¨® en A cualquier precio (2012). La pel¨ªcula est¨¢ dedicada al fallecido cr¨ªtico Roger Ebert, que en 2009 le calific¨® como ¡°el nuevo gran director americano¡±. Despu¨¦s de ver este ¨²ltimo filme, uno se pregunta si cambiar¨ªa de opini¨®n, porque m¨¢s all¨¢ de las buenas, buen¨ªsimas intenciones, de denunciar ese atraco nacional a la gente de la calle por parte de los bancos ¡ªcomo ha dicho el director, ¡°es que nadie ha ido a la c¨¢rcel¡±¡ª y algunas frases brillantes (Shannon espeta: ¡°Am¨¦rica est¨¢ hecha por ganadores para ganadores¡±), poco m¨¢s hay.
Babelia
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