Desaforando

La buena educaci¨®n, la prudencia o la piedad aconsejan no preguntarle a nadie cositas tan convencionales y fatigosas como los lugares que ha visitado en las vacaciones o sus planes de vida y de trabajo a partir de septiembre, del comienzo de curso en fraseolog¨ªa cursi. Aunque, seg¨²n los infalibles datos gubernamentales, cada d¨ªa el pa¨ªs est¨¢ mejor, el paro desciende (normal, si continuara subiendo es probable que aquellos ufanos pol¨ªticos que aseguran que el horizonte ya est¨¢ despejado comenzaran a tener pesadillas con la reinvenci¨®n de la guillotina y la enfermiza afici¨®n de esta a practicar con su gremio) y hasta los que han sufrido la ruina parcial o absoluta durante esta crisis volver¨¢n a ser felices y a comer perdices. Puede ocurrir que te respondan que sus vacaciones han transcurrido en el infierno o en la nada, la lucidez y su provecta edad les repiten que jam¨¢s volver¨¢n a encontrar un curro y entre sus planes inmediatos para el final del verano est¨¢ meterse en la cama con la intenci¨®n de no levantarse m¨¢s o lanzarse por la ventana.

El destino de los que perdieron el ¨²ltimo tren solo les preocupa a ellos y a sus seres cercanos. Y ni siquiera les quedan fuerzas para seguir aullando contra la generalizada corrupci¨®n que acompa?¨® y foment¨® este inacabable lodo. Y, por supuesto, encontrar¨¢n grotescas las propuestas de regeneraci¨®n moral que hace la clase pol¨ªtica y sus promesas de que a partir de ahora el que la hace la paga, incluidos los suyos, tan sabedores de que todo tiene un precio y solo acaban pillando a los pringados, a los que se lo montan fatal.

Muy graciosa la idea de Gallard¨®n, ese atildado y curil se?or al que el progresismo profesional consideraba el modelo de la derecha ilustrada y civilizada, de reducir aforados como medida de regeneraci¨®n democr¨¢tica. Y resulta que, seg¨²n los c¨¢lculos de este pr¨®cer tan racional, solo ser¨ªa justo, oportuno y necesario que 22 personas siguieran gozando de ese aforamiento entre las 17.621 que poseen esos atributos dionisiacos, que no les juzguen aquellos de cuyo veredicto dependen el resto de los espa?oles que tienen problemas con la ley. Y te preguntas qu¨¦ revelaci¨®n divina le ha llegado al ministro de Justicia para deducir por obra y gracia del Esp¨ªritu Santo que sobran 17.599 privilegiados. ?Y por qu¨¦ ahora? Que siga la farsa.