Crist¨®bal Toral y la abdicaci¨®n del Rey

En las ampl¨ªsimas salas del centro cultural Tom¨¢s y Valiente de Fuenlabrada (Madrid) hay esparcidas 50 obras realizadas por Crist¨®bal Toral (C¨¢diz, 1940) desde 1970 hasta este ¨²ltimo verano. Pese a la potencia visual de todas ellas, ser¨¢ inevitable que los visitantes solo tengan ojos para una: La abdicaci¨®n del rey, una pieza entre la escultura y la instalaci¨®n en la que casi a tama?o natural se reproduce un contenedor de escombros en el que entre restos de muebles, tabiques y una ba?era sobresalen inclinadas dos fotograf¨ªas del rey Juan Carlos. El artista figurativo no ve motivo alguno para que el monarca o su entorno puedan sentirse ofendidos. ¡°Es una met¨¢fora sobre la decadencia y el declive. No pretendo ofender a nadie. Hablo de lo que ocurre con lo que ya no sirve. Le ha sucedido a ¨¦l y ocurre cada d¨ªa en todas las profesiones. Ya seas artista, m¨¦dico o periodista¡±.

Comisariada por su hija, Mar¨ªa Toral, la exposici¨®n es una selecci¨®n de algunas de las piezas en las que ha tratado los grandes temas que le han obsesionado toda su vida y que ha mostrado en los grandes museos de todo el mundo: los viajes, los ¨¦xodos, las migraciones. Cuatro obras se exhibieron por primera vez en la Bienal de S?o Paulo de 1975.

La abdicaci¨®n del rey se le ocurri¨® antes de que Juan Carlos I hiciera p¨²blica su decisi¨®n. ¡°Digamos que la noticia me sirvi¨® para rematar la idea. Un cerrajero vecino de mi estudio en los Montes de Toledo (trabaja en otros dos espacios en Madrid y Nueva York) me construy¨® un contenedor a un tama?o un poco menor de los que vemos en las calles. Sobre una vieja ba?era vert¨ª restos de obras y a?ad¨ª las fotos del rey. Me las busc¨® mi hijo Miguel entre todas esas im¨¢genes que salen en los peri¨®dicos. Solo le ped¨ª que fueran en color y que fuera vestido de civil¡±.

El artista figurativo no ve motivo alguno para que el monarca o su entorno puedan sentirse ofendidos

Asegura Toral que no se trata de una venganza de un viejo republicano. ¡°Por or¨ªgenes, hijo de carbonero, tengo que ser de izquierdas. Pero no tengo nada personal contra Don Juan Carlos. Le he visto en varias ocasiones y ha sido amabil¨ªsimo conmigo. La realidad es muy dura y el final acaba siendo igual para todos. Me gusta mucho ver las fotos inclinadas porque me recuerdan a la ca¨ªda de los dictadores y pr¨®ceres que en los ¨²ltimos a?os han sido arrancadas de su pedestal. Pero insisto, ese es el final que nos espera a todos¡±.

?Milita en alg¨²n partido? ¡°No. Dicho que soy de izquierdas, solo a?ado que mis l¨ªderes naturales son Vel¨¢zquez, Goya o Picasso y en esta exposici¨®n se pueden ver los homenajes que hago a muchos de ellos¡±.

Aunque su obra se mantiene en altos niveles en el mercado desde hace mucho tiempo, en lo que respecta a esta pieza se le ha olvidado poner un precio. ¡°Al margen de que aqu¨ª, en este espacio p¨²blico no se venda, lo cierto es que no he pensado en el precio de venta. Est¨¢ claro que tengo poco que ver con artistas como Jeff Koons o Damien Hirst¡±.

Su obra m¨¢s reciente la termin¨® el pasado mes de agosto y tiene que ver con unas im¨¢genes que dieron la vuelta al mundo, en las que se ve a centenares de personas enganchadas a las cuchillas que cierran las vallas de Melilla. Es una pintura y se titula La tierra prometida. En ella se contempla a un hombre muerto junto a unas pocas monedas, una camisa ensangrentada y una frase de Albert Camus: ¡°Uno no se puede poner de parte de los que hacen la historia, sino de los que la padecen¡±.