Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez y la vida en libros y discos
Un libro p¨®stumo re¨²ne una quincena de relatos del escritor argentino
En el cuento La estrategia del general, el general Pacheco prepara su muerte en Santa Mar¨ªa, en la provincia argentina de Catamarca, en un intento por esquivar el inevitable final. Es uno de los relatos del segundo libro p¨®stumo que acaba de publicarse del escritor y periodista argentino Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez (Tucum¨¢n 1934-Buenos Aires 2010), Tinieblas para mirar (Alfaguara). Lejos de la vida gris de su personaje Pacheco, Mart¨ªnez tambi¨¦n estuvo ¡°siempre obsesionado¡± por el deceso, reconoce uno de sus siete hijos, Ezequiel, albacea de su herencia literaria. Eso queda probado en varios de los cuentos dispersos recopilados en la nueva obra, en uno de sus libros m¨¢s celebrados y ahora reeditado Lugar com¨²n la muerte (Alfaguara), de 1979, y en la historia de c¨®mo se ha gestado la Fundaci¨®n Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez, aquella con la que este ganador del premio Ortega y Gasset esperaba que se continuara lo que ¨¦l hab¨ªa hecho en vida: ayudar a los j¨®venes periodistas y escritores.
En 2008, dos a?os antes de morir por el c¨¢ncer que lo afectada desde entonces, Tom¨¢s Eloy viaj¨® con Ezequiel, periodista cultural del peri¨®dico Clar¨ªn, a hacerse un tratamiento en EE UU. En aquella oportunidad, el ganador del premio Alfaguara por la novela El vuelo de la reina y tambi¨¦n autor de Santa Evita, que versa sobre el secuestro del cad¨¢ver de Eva Per¨®n entre 1955 y 1971, le manifest¨® a su hijo su preocupaci¨®n por el destino de su biblioteca, su archivo, los manuscritos de sus obras, sus discos compactos y sus pel¨ªculas en cassette y DVD. Entonces comenz¨® a pensar en la creaci¨®n de una fundaci¨®n que reuniese todo aquello y formase narradores.
En aquellos ¨²ltimos a?os de vida, tan conciente del final como algunos de sus personajes en los cuentos de Tinieblas para mirar y las cr¨®nicas literarias de encuentros reales de Lugar com¨²n la muerte, Mart¨ªnez dejaba por escrito c¨®mo deb¨ªa ser su funeral. Pidi¨® que sonara m¨²sica del maestro de jazz Keith Jarret, algunas de cuyas obras est¨¢n en la sede de la fundaci¨®n, o el ¡®R¨¦quiem¡¯ de Mozart. ¡°?l sab¨ªa que iba a morir, lo tom¨® con mucha altura y humor. Ten¨ªa una enfermedad que te permite pensar e invitaba a cenar a todos los que quer¨ªa ver por ¨²ltima vez. Dej¨® en una carta la idea de la fundaci¨®n y dinero para ella¡±, relata emocionado Ezequiel Mart¨ªnez, sentado frente al escritorio y el ordenador de su padre, en la sede de la fundaci¨®n. ¡°Al ¨¦l lo manten¨ªa vivo trabajar¡±, recuerda.
La fundaci¨®n ofrece talleres de ficci¨®n y periodismo, muestras y ciclos de poes¨ªa, y tambi¨¦n ha otorgado un premio de cr¨®nicas
En el funeral del autor de La pasi¨®n seg¨²n Trelew y?La novela de Per¨®n, su hijo le coment¨® al ministro de Cultura de Buenos Aires, Hern¨¢n Lombardi, que necesitaba un espacio para crear la fundaci¨®n. Lombardi le consigui¨® un piso municipal sin uso encima de la biblioteca Miguel Can¨¦, donde Jorge Luis Borges trabaj¨® durante nueve a?os, en el barrio de Boedo. All¨ª est¨¢n ahora en anaqueles los m¨¢s de 15.000 libros de Mart¨ªnez, algunos dedicados por Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Juan Gelman, Pablo Neruda y Carlos Fuentes, que lleg¨® a visitar la sede. All¨ª est¨¢n tambi¨¦n exhibidos los discos de jazz, m¨²sica cl¨¢sica y del renovador del tango Astor Piazzolla y las pel¨ªculas, muchas francesas, sobre todo de los 50 y 60, las que vio cuando era cr¨ªtico en el peri¨®dico porte?o La Naci¨®n y sobre las que volv¨ªa en sus ¨²ltimos a?os de tardes de gin tonic y patatas fritas.
All¨ª est¨¢ tambi¨¦n el archivo donde investigadores financiados por la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECID) descubrieron tres cuentos in¨¦ditos y dos de los que solo se conservaban los recortes del peri¨®dico La Gaceta, de Tucum¨¢n, de los a?os 60. Esos cinco y otros nueve que el escritor le hab¨ªa dicho a su hijo que ten¨ªa en una carpeta del ordenador, y que hab¨ªan sido publicado en diversos medios, forman parte de Tinieblas para mirar. El libro re¨²ne textos de seis d¨¦cadas en los que no solo explora sobre la muerte sino tambi¨¦n sobre las clases bajas y la corrupci¨®n de su pa¨ªs y sobre personajes que conoci¨® cuando viv¨ªa como profesor univesitario en EE UU, entre 1984 y 2005. Tambi¨¦n hay un relato personal sobre su experiencia en el servicio militar en 1955, el a?o del golpe de Estado contra el presidente Juan Domingo Per¨®n (1946-1955 y 1973-1974).
Desde 2010, la fundaci¨®n ha sido sede de entrevistas p¨²blicas a Juan Villoro, Manuel Rivas y Juan Cruz, la presentaci¨®n de un libro de Jon Lee Anderson, la visita de Paul Auster y talleres de narraci¨®n de Guillermo Mart¨ªnez, Claudia Pi?eiro, Cristian Alarc¨®n y Leila Guerriero. Tambi¨¦n organiz¨® el premio de cr¨®nicas La Voluntad junto con la Editorial Planeta, la revista Anfibia y los periodistas Mart¨ªn Caparr¨®s y Eduardo Anguita. En lo que resta de a?o acoger¨¢ talleres de cuento de Luis Mey, de novela de Betina Gonz¨¢lez y de cr¨®nica de Josefina Licitra, muestras fotogr¨¢ficas de Nicol¨¢s Trombetta, Pablo A?eli y Alfredo Srur y un ciclo de poetas j¨®venes y consagrados. En Tucum¨¢n ofrece en la actualidad una exposici¨®n de fotos y manuscritos por los 80 a?os del nacimiento de su mentor y en Oaxaca, M¨¦xico, organizar¨¢ en octubre con la Fundaci¨®n de Garc¨ªa M¨¢rquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano un taller de libros period¨ªsticos a cargo de Caparr¨®s. Hay vida colorida despu¨¦s de la muerte.
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