¡®El bazar de todo a 100¡¯
TVE ha estrenado 'T con T', su nueva apuesta para las tardes conducida por To?i Moreno
T con T, ?Tarde con To?i o Ten con ten?, de todo un poco como en botica, o como en un bazar chino de todo a 100: bol¨ªgrafos, sacacorchos, gatos dorados, abanicos de colores, linternas, salsa de soja...lo que haga falta con tal de vender. Pues lo mismo pasa con el nuevo magacin de actualidad y entretenimiento de La 1. Dos impresiones a vuela pluma: Primera,? que no triunfe en exceso porque en ese caso, y tal como est¨¢n las cadenas generalistas, el resto se volcar¨ªan en imitarlo y eso s¨ª que ser¨ªa un problema mayor que el que tuvieron en su momento en Huston. Y segunda, que vuelva la publicidad a TVE, al menos, algo de publicidad: dos horas y media sin una pausa es un martirio para el espectador, sobre todo si despu¨¦s ha de comentarlo.
Dec¨ªa la presentadora en una entrevista previa en El PA?S que "nuestro reto es ofrecer contenidos que gusten a los 12 millones de personas que ven la televisi¨®n por la tarde". Eso m¨¢s que un reto es una colonizaci¨®n y no lo tienen f¨¢cil. Piensen que S¨¢lvame suele tener una media de 1.800.000 espectadores y es el rey audiovisual de la tarde.
Curioso fue que en el primer programa la invitada estrella fuera Maril¨® Montero (la Carmen Sevilla de las presentadoras del siglo XXI). Bajo el imaginativo t¨ªtulo de "Maril¨® Montero se confiesa" suponemos que la raz¨®n principal de elegir a una compa?era de la cadena fue la de ahorrar costes. No dio mucho juego aunque recuperar momentos como los de su defensa del Toro de la Vega (salvaje espect¨¢culo que llegar¨¢ a sus pantallas este martes, 16 de septiembre) con su inolvidable comentario de "es un torneo ancestral desde hace miles de a?os" a¨²n est¨¢ conmoviendo a los historiadores.
La competencia salvadora recuperaba en ese momento la triste historia de Juli¨¢n Contreras Jr. al que est¨¢n a punto de deshauciar. To?i es mucha To?i y contratac¨® con un extracto de un amplio reportaje sobre el ¨¦bola y Sierra Leona. Y ah¨ª ya se ha visto por d¨®nde pueden ir los tiros para conquistar los 12 millones de espectadores: la recreaci¨®n en el dolor, el morbo ante el drama. Que un equipo del programa se vaya hasta Sierra Leona para mostrar las terribles condiciones en las que sobreviven los nativos y en las que luchan los m¨¦dicos y enfermeras (algunos de ellos espa?oles) tiene un valor informativo. Que muestren tres o cuatro veces la llegada de un posible enfermo al que la c¨¢mara enfoca vomitando mientras la presentadora nos relata la escena, es una falta de respeto al enfermo y al espectador. Que To?i, siempre To?i, reciba una llamada en su m¨®vil en la que el director m¨¦dico que acaban de visitar le comunica que el beb¨¦ que hab¨ªamos visto minutos antes hab¨ªa dado positivo en la enfermedad, momento en que To?i, siempre To?i, se echa a llorar, es excesivo.
Pues bien, a esto a?¨¢danle que el programa tambi¨¦n cubri¨® el juicio de la parricida de Pilas; el de la joven Ariadna, violada y suicidada d¨ªas despu¨¦s -con la presencia en el plat¨® de sus padres- y el caso de la rusa Natasha, asesinada en la pasteler¨ªa que trabajaba en El Ejido. Intuir¨¢n que ya no es s¨®lo una cuesti¨®n de tiros: es una batalla campal por conquistar un lugar en la audiencia. El programa tambi¨¦n tiene sus tertulianos pol¨ªticos (Isabel San Sebasti¨¢n, por ejemplo, y ya se anuncia, entre otros, a Arcadi Espada). Mucho tiro y pocas nueces.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.