Tony Bennett / Lady Gaga: dueto explosivo en la Grand Place
Ambos artistas unen sus voces en un ¨¢lbum que versiona cl¨¢sicos del jazz y que presentan en Bruselas
Un escenario ¨²nico y poco com¨²n para un ¨¢lbum a¨²n menos com¨²n.Lady Gaga y Tony Bennett presentaron anoche en la Grand Place de Bruselas ¡ªacaso el punto m¨¢s ic¨®nico de una ciudad en la que la m¨²sica encuentra arraigo, que no acostumbra a organizar eventos tan medi¨¢ticos como ¨¦ste¡ª, su primer ¨¢lbum conjunto. Seis d¨¦cadas de diferencia entre ambos ¡ªBennett se sube al escenario a sus 88 a?os, por los 28 de Gaga¡ª y varias colaboraciones despu¨¦s, los dos italoamericanos ¨Cy neoyorquinos¨C m¨¢s relevantes del panorama musical moderno interpretaron en la capital de la UE los acordes de un disco en el que resit¨²an 11 cl¨¢sicos del jazz.
El trabajo es el primero interpretado de principio a fin por dos figuras tan diferentes como complementarias, pero no la primera colaboraci¨®n entre ambos. En 2011, el veterano cantautor cont¨® con la ya popular artista en Duets II, ¨¢lbum en el que tambi¨¦n colaboraron otras voces de la talla de Aretha Franklin, Norah Jones o Amy Winehouse. La buena sinton¨ªa, art¨ªstica y personal ¡ªde la que ayer ambos hicieron gala en la capital belga¡ª, dej¨® claro entonces que hab¨ªa lugar para mucho m¨¢s que una simple colaboraci¨®n puntual.
Tres a?os despu¨¦s, con Gaga lanzada al estrellato mundial de la m¨²sica comercial y con Bennett encarando el tramo final de su carrera musical con el honor de solo haber sido superado ¨Cen su faceta de crooner¨C, por el gran Sinatra, Cheek to cheek (Mejilla con mejilla) emerge como un disco de jazz a la antigua usanza. Ligero; muy bien arreglado; con retoques que acercan las canciones al terreno mainstream en el que mejor se desenvuelve Gaga y de letras tan conocidas que cuesta no tararearlas, el ¨¢lbum llega con vocaci¨®n de hacerse un hueco en la biblioteca sonora de aquel seguidor que busca una reedici¨®n de las canciones m¨¢s cl¨¢sicas del jazz estadounidense: standards desde Duke Elington hasta Cole Porter pasando por Irving Berlin.
Con este repertorio, la cantante, paradigma del pop contempor¨¢neo, busca ir un paso m¨¢s all¨¢ y huye, temporalmente, de su registro m¨¢s comercial para dar un salto cualitativo en t¨¦rminos de imagen. Pocos conocen su afici¨®n, desde ni?a, por el jazz. Nacida en una de las mecas del g¨¦nero en su versi¨®n contempor¨¢nea, Nueva York, pronto gan¨® un concurso escolar para peque?os genios del g¨¦nero. Pero no ha sido hasta hoy, casi un cuarto de siglo despu¨¦s, cuando ha demostrado que su relaci¨®n con el jazz se establece sobre un equilibrio entre afici¨®n y aptitud, aderezado, claro est¨¢, con una importante dosis de m¨¢rketing.
Algo menos desconocida, pero igualmente sorprendente para el gran p¨²blico, es su predilecci¨®n evidente por Bennett. ¡°Es el ¨²ltimo caballero, el mejor de la clase¡±, apuntaba horas antes del concierto en una corta pero multitudinaria comparecencia en la que no se admitieron preguntas. ¡°Su integridad y su capacidad de trabajo le hace diferente y le convierte en leyenda. No ha habido ni un solo d¨ªa de su carrera que no haya querido cantar¡±. A su lado, siempre sonriente, Bennett con pose de gal¨¢n de los felices a?os 20 perfectamente acorde con el lugar en el que se desarrollaba el acto ¡ªel impresionante sal¨®n de plenos del Ayuntamiento de Bruselas¡ª, observaba la naturalidad con la que la artista ¡ªtiene tanto de actriz como de cantante¡ª se desenvuelve bajo los focos y devolv¨ªa los halagos a Gaga. ¡°El jazz es honesto; cambia de canci¨®n en canci¨®n. Y Gaga es perfecta en esto, en capacidad de adaptaci¨®n¡±, replicaba el tambi¨¦n neyorquino.
No le falta raz¨®n. Acostumbrada a otras lides, la estadounidense asume con naturalidad un cambio radical en el uso de la voz, m¨¢s c¨¢lida que de costumbre. Con este giro radical en su estilo, Gaga cautiv¨® a un p¨²blico entregado, compuesto mayoritariamente por una legi¨®n de j¨®venes seguidores de la cantante y por una minor¨ªa de fieles del veterano int¨¦rprete, y logr¨® su prop¨®sito: reforzar su cach¨¦ art¨ªstico al tiempo que trataba de asemejar su carrera a la de divas como Ella Fitzgerald. Por su parte, Bennett, abonado de por vida a una voz que no pierde un gramo de potencia, vuelve a la primera l¨ªnea medi¨¢tica y exhibe una fuerza dif¨ªcil de imaginar a su edad. El de la Grand Place era su segundo concierto de la jornada, tras un recital en solitario, y pone de manifiesto que su regreso a los escenarios en los noventa iba mucho m¨¢s en serio de los que algunos quisieron creer.
Ahora, asuntos econ¨®micos al margen, ambos pueden anotarse el tanto de hacer bailar a centenares de j¨®venes al son de temas tan cl¨¢sicos como I can¡¯t give you anything but love o Let¡¯s face the music and dance. ¡°Espero que los fans de Gaga escuchen finalmente nuestro jazz, los mejores cl¨¢sicos de EE UU¡±, dijo Bennett la semana pasada en su pa¨ªs natal. Bruselas pudo comprobar ayer que el veterano cantante conserva tanta energ¨ªa como olfato comercial.
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