Mia Hansen-L?ve ilustra la generaci¨®n del ¡®garage¡¯ en ¡®Ed¨¦n¡¯
La cuarta pel¨ªcula directora francesa alegra un d¨ªa con una mustia secci¨®n oficial
Promet¨ªa un retrato generacional y lo ha logrado. Anunciaban una buena pel¨ªcula y a ratos lo ha conseguido. Ed¨¦n, el cuarto largometraje de la directora francesa Mia Hansen-L?ve ¡ªcreadora que ha ido creciendo art¨ªsticamente a pasos agigantados¡ª, ha sido lo ¨²nico rese?able del d¨ªa en el concurso oficial del Zinemaldia, que acompa?¨® a este paseo por la m¨²sica electr¨®nica francesa y estadounidense de los noventa con las proyecciones de la canadiense F¨¦lix et Meira, que a duras penas sobrepasa el nivel de telefilme, y la argentina Aire libre, un drama previsible e irritante ¡ªlo segundo puede que no sea malo, pero lo primero penaliza¡ª sobre la descomposici¨®n de un matrimonio.
Ed¨¦n tiene otras ambiciones, que quedan marcadas desde que se ven las primera im¨¢genes, a la entrada de una rave, o se escucha la primera canci¨®n, el m¨ªtico Promise land de Joe Smooth. Dice su directora que el inspirador de la historia fue su hermano Sven, que cofirma con ella el guion. ¡°En Ed¨¦n hablo del sufrimiento e incapacidad de mucha gente de no llegar a la edad adulta, algo que claramente le pas¨® a Sven¡±. Es decir, el s¨ªndrome Peter Pan. Por eso, aunque transcurren dos d¨¦cadas, en la mayor parte del metraje ¡°no hay una evoluci¨®n f¨ªsica¡± de su protagonista, un dj que a inicios de los noventa vive obnubilado con la m¨²sica garage neoyorquina, no tan machacona como el tecno, que bebe de la disco, y que, como dice uno de sus amigos, ¡°es fr¨ªo y calor¡±. A Hansen-L?ve le atrajo ese g¨¦nero de la electr¨®nica porque ¡°no ha evolucionado demasiado y por eso pas¨® de moda y vuelve de vez en cuando a la actualidad¡±. Exactamente lo que le ocurre al dj, por el que pasan las mujeres, las drogas, pero se aferra a una m¨²sica que primero le saca de pobre pero luego le hunde en las deudas. Ed¨¦n podr¨ªa verse como el reverso tenebroso de la carrera del d¨²o Daft Punk, la pareja de djs ¨Caqu¨ª personajes secundarios- que s¨ª supo evolucionar para adaptarse al mercado y ?vender su alma al diablo? ¡°Yo no creo¡±, asegura la directora, ¡°que la pel¨ªcula les ataque, pero s¨ª me hac¨ªa gracia mostrar a mi protagonista como un tipo muy conocido en las discotecas cuando a los Daft Punk, que act¨²an siempre disfrazados, no les dejan pasar jam¨¢s de la puerta¡±.
La cineasta tiene claros los puntos fuertes y d¨¦biles de su trabajo: ¡°Es la pel¨ªcula de una generaci¨®n. Por ejemplo, cuando filmamos con vinilos y Sven ense?¨® a los actores a c¨®mo se mezclaban con ellos en los platos, me di cuenta realmente de c¨®mo esta ¨¦poca ha pasado. Yo no quer¨ªa rendir cuentas del French house, sino contar los ideales y la historia de un grupo de m¨²sicos¡±. Hansen-L?ve es muy puntillosa con la ambientaci¨®n, no hay ni una errata musical y muchos creadores de esa ¨¦poca se encarnan a s¨ª mismos, dotando de una poderosa verosimilitud a Ed¨¦n, pero apenas apunta los personajes femeninos y no da muchos brochazos para esbozar los masculinos, buscando m¨¢s sensaciones que contar una historia. Es curioso, porque Hansen-L?ve (Par¨ªs, 1981) empez¨® como actriz en Finales de agosto, principios de septiembre, de Olivier Assayas, que ahora es su pareja en la vida real y cineasta que s¨ª supo ilustrar el mayo del 68 y su gente en Despu¨¦s de mayo. A golpe de beat, la cineasta solo roza la gloria.
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