Una mujer deportiva
Los desfiles de Rochas, Vionnet y Balenciaga en Par¨ªs rondaron entre la elegancia y el atuendo gimn¨¢stico
Atl¨¦tico es el modo en que arranc¨® la semana de los desfiles en Par¨ªs. Desde Rochas hasta Vionnet y Balenciaga, cuyas presentaciones transcurrieron el d¨ªa de ayer, se remitieron a una mujer sorpresivamente deportiva. Una mujer que asocia de forma renovada la caracter¨ªstica elegancia del pr¨ºt-¨¤-porter parisiense y un esprit sportif hoy globalizado.
En su segunda temporada para Rochas, el italiano Alessandro dell'Acqua decidi¨® consolidar el enfoque romanticista de la casa por v¨ªa del contraste con recursos del mundo del deporte. Un nuevo logo en base a una gran R bordada en negro evoc¨® el estilo universitario de pomponeras y jugadoras de hockey. Los zapatos de cristales multicolor contrapuestos a calcetines sin tal¨®n m¨¢s propios del f¨²tbol americano que de una pasarela. Los polos de tul, breves y ce?idos, transmitieron ecos del golf. Y los cinturones obi ubicados a la altura del pecho sobre deliciosos vestidos de guipur hablaron m¨¢s de jugadores de sumo que de geishas.
Lo m¨¢s notable de Rochas, sin embargo, fue la clara continuidad que mantiene dell?Acqua con la est¨¦tica de su predecesor, el tambi¨¦n italiano Marco Zanini (ahora al mando de la renacida casa Schiaparelli). M¨¢s all¨¢ de las referencias deportivas, destac¨® la apuesta inaugurada por Zanini por una mujer poup¨¦e. Dell'Acqua habl¨® tambi¨¦n de una f¨®rmula superlativamente femenina por obra y gracia de delicados bordados sobre chif¨®n transparente. Delicada en los estampados de ruise?or sobre gasa de seda y las flores propias de Manet sobre tafet¨¢n. Las libres asociaciones textiles en vestidos que mezclaron guipur, macram¨¦ y encaje Chantilly confirmaron el mensaje afrancesado de Rochas: en t¨¦rminos de feminidad, m¨¢s es m¨¢s. M¨¢s all¨¢ de la propuesta de estilismo (enrevesada e innecesariamente g¨®tica, por mano del celebrado estilista Panos Yiapanis) se revelaron vestidos tan aptos para un fin de semana en el campo como para una noche en la ¨®pera. ?Rom¨¢ntico y d¨¦mod¨¦? Tal vez. Pero he aqu¨ª la relevancia de las colecciones parisienses: las hay aptas para todos los p¨²blicos.
Dos puntos trazan una recta y dos desfiles, una tendencia. El look atl¨¦tico de ayer se repiti¨® en Vionnet. Al mando de Goga Ashkenazi, la maison present¨® su colecci¨®n en la Ciudad de las Humanidades, donde las modelos desfilaron a lo largo de un eterno pasillo en el que sus sombras se mezclaban con siluetas de bailarinas que bien podr¨ªan haber inaugurado los juegos ol¨ªmpicos en la Grecia antigua. La colecci¨®n se trat¨® esencialmente de una seguidilla de vestidos de gladiadora -drapeados a la manera de Madeleine Vionnet- en colores neutros: marfil, blanco, gris hielo. Si bien estos vestidos tendr¨¢n ¨¦xito en la vida real como el vida de la alfombra roja, sorprendieron los torpes detalles de estilismo. Mochilas rectangulares, zapatillas deportivas y detalles de corseter¨ªa a la vista diluyeron un mensaje que podr¨ªa haber sido claro, conciso y efectivo.
Balenciaga, en su tercera temporada a cargo del norteamericano Alexander Wang, present¨® anoche su colecci¨®n con aires de renovaci¨®n. Un horario nuevo (de noche en vez de la acostumbrada presentaci¨®n matutina). Una nueva localizaci¨®n (la modern¨ªsima extensi¨®n del Palais de Tokyo). Y una escenograf¨ªa inspirada en el atelier de Crist¨®bal Balenciaga que asombr¨® a todos los invitados: el poderoso suelo de metacrilato transparente bajo el que se formaban remolinos de hielo seco. Fue inevitable recordar la memorable colecci¨®n que Nicolas Ghesqui¨¨re, predecesor de Wang, present¨® en la primavera de 2009 inspirado en la pel¨ªcula Tron: los microvestidos en los que los drapeados se montaban sobre paneles de neopreno, los tonos lavanda asociados al blanco y negro, las l¨ªneas arquitect¨®nicas. Pero tambi¨¦n fue sencillo ver c¨®mo Wang toma su propio rumbo al mando de Balenciaga: los vestidos a los tobillos como los shorts muy micro, las camisetas y los chalecos desprovistos de detalles innecesarios hicieron honor a una impronta pr¨¢ctica y muy estadounidense. El mensaje de futurismo as¨¦ptico se acopl¨® a la tendencia ol¨ªmpica de forma inconfundible. Zapatos bajos con suelas similares a aquellas de botines de f¨²tbol, tops que evocaron a los protectores de rugby y polos muy deportivos dejaron satisfechos a todo cazador de tendencias que se precie en el segundo d¨ªa de las colecciones francesas.
Babelia
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