¡®Relatos salvajes¡¯: humor b¨¢rbaro que seduce a la taquilla y ?al Oscar?

Una pareja va a cenar a un restaurante. Normal. El camarero y el cocinero les atienden. Tambi¨¦n normal. Al poco tiempo, sin embargo, les piden que se vayan, ya que deben cerrar. Menos habitual. El hombre, tradicionalmente inofensivo, se enzarza en una pelea con los camareros que acaba con la llegada de la polic¨ªa y su condena a dar clases gratuitas por la agresi¨®n. Delirante.

Y sin embargo le ocurri¨® al cineasta argentino Dami¨¢n Szifr¨®n, en un episodio que podr¨ªa formar parte de su Relatos salvajes, el largo que representar¨¢ a su pa¨ªs en los Oscar, como se anunci¨® ayer. Porque las seis historias independientes entre s¨ª que componen el filme ¡ªcoproducido entre Argentina y El deseo y que se estrena en Espa?a el 17 de octubre ¡ª parten de un contexto normal que se tuerce hasta la barbaridad.

¡°Cualquiera puede perder el control. Estamos a menudo ante el deseo de hacerlo, aunque luego pase pocas veces¡±, defiende Szifr¨®n (Ramos Mej¨ªa, 1975). As¨ª, un insulto entre dos conductores acaba en un duelo hasta la ¨²ltima crueldad. O un ingeniero anodino (Ricardo Dar¨ªn) hace estallar su venganza contra la gr¨²a que se empe?a en llevarse su coche. ¡°Cuando leo en el diario alg¨²n suceso tr¨¢gico nunca tengo la sensaci¨®n de que el tipo que lo ha cometido sea ajeno a m¨ª¡±, contin¨²a.

Es la producci¨®n con m¨¢s entradas vendidas en su pa¨ªs desde que hay datos

En Cannes, donde se estren¨® (y donde se celebr¨® esta entrevista), Relatos salvajes cosech¨® grandes carcajadas. En San Sebasti¨¢n, se acaba de llevar el premio del p¨²blico a la mejor pel¨ªcula europea (por la coproducci¨®n con Espa?a). Pero el apoyo m¨¢s importante, aparte de la todopoderosa distribuidora Warner, procede de las salas de su pa¨ªs: tras sellar el mejor estreno de la historia para una producci¨®n nacional, ya es la pel¨ªcula argentina m¨¢s vista desde que hay datos oficiales ¡ªel INCAA (el instituto argentino de cine) empez¨® a contabilizar en 1997¡ª. Con casi 2,6 millones de entradas vendidas, super¨® a El secreto de sus ojos (2.410.592 billetes). Eso s¨ª, el largo de Juan Jos¨¦ Campanella obtuvo el Oscar en 2009, puerta todav¨ªa abierta para Szifr¨®n. As¨ª como sigue abierto el camino para que Relatos salvajes llegue a ser el filme m¨¢s visto de la historia de Argentina, aunque las 4.495.442 entradas vendidas de La era del Hielo 4 quedan, de momento, lejos.

Me gustan las pel¨ªculas que no buscan un lugar entre los eruditos¡± Dami¨¢n Szifr¨®n, director de 'Relatos salvajes'

Sea como fuere, quiz¨¢s por el ¨¦xito, o quiz¨¢s por una simpat¨ªa innata, Szifr¨®n luce tanto entusiasmo que acelera su habla ya de por s¨ª r¨¢pida. A toda velocidad, Szifr¨®n cuenta que los relatos eran 14 y que se qued¨® con ¡°los m¨¢s salvajes¡±. De hecho, considera que la pel¨ªcula es ¡°lo m¨¢s oscuro¡± que ha filmado hasta la fecha. Y proyectos ha llevado a cabo unos cuantos. Aparte de tres largometrajes, en Argentina arras¨® con la serie Los simuladores, que escribi¨® y rod¨®, y lleva a?os al borde de la hiperactividad. Aunque Relatos salvajes, pese al frenes¨ª en la pantalla, supuso una apuesta m¨¢s a c¨¢mara lenta: ¡°Es una evoluci¨®n. Normalmente rodaba un cap¨ªtulo mientras escrib¨ªa otro y pensaba en un tercer proyecto. Esta vez quise dedicarle m¨¢s tiempo a la puesta en escena y separar el guion y el rodaje¡±.

Lo que sigue intacto es el gusto de Szifr¨®n por el humor negro. ¡°La solemnidad tapa la mentira. Ah¨ª donde ves algo solemne hay algo raro. El humor est¨¢ siempre, incluso en la tragedia. No tengo ni idea de por qu¨¦ est¨¢ considerado como algo no serio¡±, declar¨®. Y Szifr¨®n tambi¨¦n contin¨²a fiel a un cine que algunos tachar¨ªan de comercial y que ¨¦l explica as¨ª: ¡°Me gustan las pel¨ªculas hechas desde el coraz¨®n, que no buscan ganarse un lugar entre los eruditos y est¨¢n destinadas al p¨²blico com¨²n¡±. De ah¨ª que cuente que el cine de autor no le atrae mucho.

Sus modelos son m¨¢s bien los estadounidenses de los setenta y, ante todo, Coppola: ¡°El padrino est¨¢ por encima de todo lo que se haya filmado desde entonces¡±. Aunque hay otra clave para Szifr¨®n: la libertad. ¡°No por trabajar fuera de la industria o con menos dinero tu obra es m¨¢s libre. Relatos salvajes lo es, y mucho¡±. Y remata su teor¨ªa contando que vio avanzar su proyecto desde el primer instante. As¨ª suele trabajar: ¡°Si plantas muchas semillas y las vas regando, crecen. No sabes qu¨¦ son ni cu¨¢ndo saldr¨¢n, pero si te conviertes en espectador respetuoso de lo que pasa en tu cabeza los frutos son m¨¢s ricos¡±. En su caso, son tambi¨¦n muchos. Ahora trabaja en una comedia rom¨¢ntica, un thriller en ingl¨¦s y en El extranjero, trilog¨ªa de ciencia ficci¨®n sobre las grandes preguntas de la humanidad.

¡°El primer borrador ten¨ªa 500 p¨¢ginas y parec¨ªa el trabajo de un loco. Me pas¨¦ noches enteras en la monta?a mirando las estrellas con un cuaderno¡±, se r¨ªe Szifr¨®n. Pero lo cierto es que por el monte, o metido en su ba?era con ¡°jazz a todo volumen¡±, el director suele encontrar la tregua que le ayuda a crear: ¡°Los Relatos salvajes surgieron de procesar historias cotidianas en situaciones de placer¡±.

Su pasi¨®n por el cine, en cambio, procedi¨® de un descubrimiento juvenil. ¡°Quer¨ªa ser Indiana Jones, cowboy o superh¨¦roe. Pero en la adolescencia te das cuenta de que no vas a serlo. El cine te da la posibilidad de revisar esos deseos de una forma adulta¡±. Y, a veces, de la normalidad te lleva hasta Hollywood. Qu¨¦ b¨¢rbaro.