Alec Baldwin: ¡°Santiago Segura es la estrella¡±
El actor estadounidense interpreta a un exjefe de seguridad en la nueva pel¨ªcula de Torrente
Si Torrente es lo m¨¢s parecido que tendremos en Espa?a a James Bond, y ser¨ªa muy extra?o que cruzaran sus pasos, Alec Baldwin (Massapequa, Nueva York, 1959) podr¨ªa ser villano de ambas sagas. De una, al menos, ya lo ha sido, y en Torrente 5. Operaci¨®n Eurovegas encarna a un exjefe de seguridad de casinos que le dar¨¢ a Jos¨¦ Luis Torrente y su panda de tarados y perdedores la informaci¨®n necesaria para preparar un atraco que haga saltar la banca.?
Santiago es Torrente, porque tiene el o¨ªdo para absorber lo que pasa a su alrededor en la calle"
En persona Baldwin es tambi¨¦n duro. Y manda, vaya si manda. Coloca al periodista para poder posar mejor ¨¦l, domina la conversaci¨®n con exactitud. Hace ocho a?os Baldwin viv¨ªa una aparente contradicci¨®n: tras ser candidato al Oscar con The cooler, su carrera se iba a pique por la tormenta personal que sufr¨ªa con su divorcio de Kim Basinger y la lucha por la custodia de su hija Ireland. Como en otros casos, la televisi¨®n salv¨® a la estrella del cine, y la serie Rockefeller Plaza le encumbr¨® de nuevo. Hoy, con nueva esposa ¨Cde familia espa?ola- e hija, y despu¨¦s de dos pel¨ªculas con Woody Allen y encadena rodajes con Cameron Crowe, Warren Beatty y la nueva Misi¨®n: Imposible (que tambi¨¦n va por la quinta entrega), Baldwin se puede permitir algunos lujos. Uno de ellos es aparecer en un torrente. ¡°En Estados Unidos impera lo pol¨ªticamente correcto. No hay muchos resquicios para rehuirlo. Es el pa¨ªs de la verg¨¹enza: lo que hacemos es se?alar los errores y fallos de los otros y pedir su condena p¨²blicamente. Aqu¨ª, vosotros resopl¨¢is y segu¨ªs adelante. Torrente es el mejor ejemplo. Le he dicho a Santiago que en la sexta haga a su protagonista lo m¨¢s corrupto posible, incluso que roce la pol¨ªtica¡±. Segura le envi¨® el guion, a Baldwin le hizo gracia, Hilaria, su mujer -que conoc¨ªa el fen¨®meno-, le convenci¨® a aceptar el reto, y tras ver las dos primeras pel¨ªculas, el actor firm¨® el contrato. ¡°Santiago es Torrente, porque tiene el o¨ªdo para absorber la calle, lo que pasa a su alrededor. Para m¨ª, Torrente es racista, sexista y fiel: Espa?a para siempre [dice la frase en espa?ol]. Tiene su propio c¨®digo¡±.
Cuando conoci¨® al resto del reparto, ?no se acord¨® de los freaks de La parada de los monstruos cuando gritaban aquello de ¡®Uno de los nuestros, uno de los nuestros¡¯? ¡°Uff, vaya banda. Pero yo confiaba en Santiago. ?l sab¨ªa lo que hac¨ªa, y escoge lo que encaja, cuidando a sus amigos. Sabe lo que hace, y lo bueno, para m¨ª, es que Santiago es la estrella¡±.
En la televisi¨®n tienes que tocar la misma tecla para que la gente repita semanalmente. Lo dif¨ªcil es encontrar la melod¨ªa de ¨¦xito; una vez que la pillas, rep¨ªtela para enganchar a la audiencia"
De paso, Baldwin pudo saborear Espa?a. ¡°Mi primera visita fue con el rodaje de la pel¨ªcula. Nunca hab¨ªa visto estado aqu¨ª antes. De joven no pude¡¡±. Su padre muri¨® y Baldwin, que entonces empezaba como actor, tuvo que sacar adelante a sus hermanos. ¡°D¨¦jame que te lo cuente yo [sube el tono de voz]. En Estados Unidos cuando tienes 15, 16 a?os, tus padres te dan dinero y te env¨ªan a dar la vuelta al mundo. Pero en mi casa no hab¨ªa dinero. Empec¨¦ a estudiar Derecho. Me pas¨¦ a la actuaci¨®n. Muri¨® mi padre. Y cuando tuve dinero para m¨ª lo que me faltaba era tiempo. As¨ª que no viaj¨¦ por Europa hasta que cumpl¨ª los 30 a?os. Y a¨²n estoy completando lagunas: no conozco ni Berl¨ªn ni Viena. Y de verdad que no es por ser educado, pero amo Espa?a. La adoro. Me fascina tanta historia, paisajes, arte y cultura. Madrid es bell¨ªsima. S¨¦ que hay crisis, pero la gente tiene ganas de vivir, la ciudad est¨¢ limpia¡¡±. No tanto. ¡°?No? Si vivieras en Nueva York sabr¨ªas de verdad lo que es tener basura por las calles. En resumen, Espa?a es una de las potencias europeas. En Nueva York no hay espacio para la clase media, Manhattan est¨¢ a camino entre un parque tem¨¢tico para turistas y unos grandes almacenes¡±.
Durante 30 a?os Baldwin vivi¨® en Los ?ngeles. ¡°En marzo vend¨ª la casa que ten¨ªa all¨ª¡±, algo que le entristece, pero que significa cerrar una etapa. ¡°Me encanta rodar all¨ª porque es donde de verdad est¨¢ el mundo del cine y hay recursos profesionales, pero los impuestos han ahogado a Hollywood, y las pel¨ªculas se filman en muchos otros sitios. Ahora parece que el gobierno ha despertado algo. Adem¨¢s, Ireland ya es mayor, viaja sola por donde quiere. Viene a verme a Nueva York¡±. Rockefeller Plaza se grababa all¨ª: ¡°No tienen nada que ver la tele con el cine. Por suerte, me lleg¨® tarde. Al igual que mi mujer. Lo aprecias de forma distinta, m¨¢s intensa y madura. En la televisi¨®n, que ha sido una gran oportunidad para m¨ª, tienes que tocar la misma tecla para que la gente repita semanalmente. Lo dif¨ªcil es encontrar la melod¨ªa de ¨¦xito, una vez que la encuentras, rep¨ªtela para enganchar a la audiencia. El cine es otra cosa, hay mucho m¨¢s riesgo porque, ?qui¨¦n sabe qu¨¦ gustar¨¢ cuando se estrene una pel¨ªcula? A veces pasan a?os desde que inicias un proyecto hasta que llega a la pantalla. Y cada creador es distinto. Cameron [Crowe] est¨¢ abierto a ideas, a todo tipo de iniciativas, que mejoren su obra. Algo similar al jazz. Warren Beatty, como Martin Scorsese o Woody, tiene clar¨ªsimo lo que quiere: se lo puede permitir y se lo respeto, porque es un sabio veterano, una autoridad en el mundo del cine¡±.
En EE UU impera lo pol¨ªticamente correcto. No se puede rehuir¡±
Antes de acabar, Baldwin retorna a lo que actualmente m¨¢s le importa: su familia. ¡°Si me dieras 25 millones de d¨®lares, incluso menos, a cambio de que no volviera a trabajar, te los coger¨ªa. Y me ir¨ªa a casa con Hilaria y Carmen [su hija]. Har¨ªa alguna pel¨ªcula indie, poco m¨¢s, siempre que fuera en Nueva York. Hilaria sabe vivir feliz con lo que haya. Y tambi¨¦n sabe que el dinero arregla unos problemas, pero da otros [se r¨ªe a carcajadas]. No me quiero perder ni un minuto de mi familia. Ayer ella se fue a cenar con unos amigos, y chico, la ech¨¦ de menos¡±.
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