Tres eses (una maldita) y una gran P
Georges Simenon y Fran?oise Sagan, autores celebrad¨ªsimos este oto?o en Francia
Las dos primeras eses corresponden a Georges Simenon (1903-1989) y Fran?oise Sagan (1935-2004), ambos celebrad¨ªsimos en Francia este oto?o. El primero porque, con motivo del 25? aniversario de su muerte, las reediciones, tanto de sus novelas ¡°duras¡± como de las de Maigret, pueblan los escaparates de las librer¨ªas y recuerdan a las nuevas generaciones el extraordinario escritor que era, as¨ª como la desmesura de las cifras que a ¨¦l se refieren: 103 historias de Maigret, 117 novelas, m¨¢s de 500 millones de ejemplares vendidos, traducciones a 55 lenguas, 187 pel¨ªculas y telefilmes basados en ellas. Incluso alguien ha recordado que alguno de sus libros fue promocionado en su momento con un eslogan que gritaba ¡°???La primera novela de Simenon desde hace ocho d¨ªas!!!¡±. La segunda, porque Bonjour Tristesse, la escandalosa novela que Sagan public¨® en 1954 con apenas 20 a?os, est¨¢ siendo celebrada como si se tratase de uno de los grandes acontecimientos literarios del siglo XX. Tambi¨¦n de ella se recuerda su apote¨®sico ¨¦xito, cuando los 4.000 ejemplares iniciales que lanz¨® Juilliard se convirtieron en 200.000, despu¨¦s de que el viejo gur¨² Fran?ois Mauriac ensalzara la novela en Le Figaro y se refiriera a su autora como charmant petit monstre (monstruito encantador). El ¡°redescubrimiento¡± de Sagan tiene sin duda mucho de nost¨¢lgico y algo de autocr¨ªtico: el establishment literario nunca le perdon¨® la aparente ligereza (y carencia de compromiso) con la que reflejaba un desasosiego vital muy presente en su generaci¨®n, algo que tambi¨¦n capt¨® Otto Preminger en la pel¨ªcula, con la incre¨ªble Jean Seberg en el papel de C¨¦cile. La tercera ese es para Donatien Alphonse Fran?ois de Sade, del que se va a conmemorar con parad¨®jico esplendor el segundo centenario de su fallecimiento (2 de diciembre de 1814). La Pl¨¦iade, que ya hab¨ªa vendido m¨¢s de 50.000 ejemplares de sus obras escogidas en tres tomos, acaba de publicar un nuevo volumen antol¨®gico que re¨²ne sus tres hits: Las 120 jornadas de Sodoma, Justine y La filosof¨ªa en el tocador. Se multiplican las ediciones de bolsillo de las obras del autor m¨¢s maldito de la literatura universal (fue perseguido por todos los reg¨ªmenes pol¨ªticos en una ¨¦poca en que se ensayaron todos) y se reedita la inacabable panoplia de interpretaciones que ha suscitado, desde los surrealistas hasta Philippe Sollers. Pero el plato fuerte de las conmemoraciones sadianas ser¨¢, sin duda, la gran exposici¨®n que con el t¨ªtulo de Sade. Attaquer le soleilalbergar¨¢ el Museo de Orsay (14 de octubre-25 de enero) y en la que se ofrecer¨¢ una muestra significativa de la influencia que la iconograf¨ªa de Sade ha tenido en el arte, de Ingres o Goya a Picasso. Por ¨²ltimo, la gran P se refiere a Jean-Jacques Pauvert (1926-2014), el valiente, arriesgado y generoso editor franc¨¦s fallecido hace unos d¨ªas y cuyo nombre estar¨¢ para siempre vinculado al de Sade (public¨® por vez primera sus obras completas) y al combate por la libertad de expresi¨®n y contra la censura (lo que le cost¨® cinco a?os de prisi¨®n). Vaya desde aqu¨ª el homenaje de un lector agradecido.
Eng¨®rdame
Como habr¨¢n notado mis improbables lectores espa?oles (me dicen que tengo otros, a¨²n m¨¢s improbables, en otras orillas del idioma), las tapas, piscolabis, platillos y raciones que sol¨ªan tomar de vez en cuando en sus bares favoritos han bajado ostensiblemente sus precios. Los cantineros, baristas y restauradores se las ven y se las desean para hacer caja en unos tiempos en que los bolsillos siguen telara?ados ¡ªperm¨ªtanme el paup¨¦rrimo neologismo¡ª, de modo que no les queda otra que ir a la baja (a veces mediante el truco del 2X1) para que la gente siga consumiendo. A los editores les pasa lo mismo y se empe?an en ofrecer lo que los mercadot¨¦cnicos estadounidenses, ac¨¦rrimos partidarios del supersize me (el ¡°eng¨®rdame¡± de Morgan Spurlock), llaman ¡°m¨¢s por su dinero¡±. Claro que en la venta de libros, con las leyes de precio fijo protegiendo (por ahora) a los m¨¢s d¨¦biles, no se pueden ofrecer 2X1, de modo que se imponen otras soluciones. Algunos las encuentran sobreexplotando su producci¨®n en otros formatos: ah¨ª tienen la colecci¨®n de Grandes Pensadores que ha llegado a los quioscos, y en la que se trocean astutamente ¡ªuna especialidad de la actual Gredos¡ª y se abaratan (hasta 12,95 euros) los vol¨²menes que hasta hace poco se vend¨ªan (poco) en las librer¨ªas a m¨¢s de 50 eurillos. Lo malo es que, como ya ocurri¨® con la rebaja de algunos t¨ªtulos de la serie ¡°negra¡± de la misma casa madre (RBA), la movida tiene consecuencias: los libreros se cabrean y se apresuran a devolver en masa los libros a precio superior, porque ellos tambi¨¦n precisan rentabilizar su espacio. Otra forma de aprovechar la ropa vieja para nuevos pucheros es la de Anagrama, que acaba de publicar los cuatro primeros t¨ªtulos de la serie Compendium, una colecci¨®n tipo ¡°¨®mnibus¡± en la que se re¨²nen en un solo tomo y a precios razonables obras de autores cuyos derechos pertenecen a la editorial y que se han vendido bien en otros formatos: Bukowski, Kerouac, Burroughs. El cuarto, que es el que prefiero, es la recomendable Historia del cine (1969), del maestro Rom¨¢n Gubern, esta vez ¡°actualizada¡± (con un cap¨ªtulo de siete p¨¢ginas para cubrir dos d¨¦cadas) y en un solo tomo. Jorge Herralde, que siempre ha sido un hombre sentimental (vaya: ha sido sin querer), explica que el nombre de la colecci¨®n es un homenaje a Compendium Books, la librer¨ªa radical de Camden High Street, que a mediados de los setenta era uno de los puntos de encuentro de la vanguardia punk (all¨ª compr¨¦ en 1977 London Calling, el m¨ªtico ¨¢lbum de The Clash; a¨²n escucho de vez en cuando Spanish Bombs). Lo que quiz¨¢ no sepa el conspicuo editor es que el local de aquella librer¨ªa (al principio del c¨¦lebre mercadillo que hoy s¨®lo ofrece bazofia euro-trash) est¨¢ ocupado por una tienda de Dr. Martens. Puritita justicia po¨¦tica.
Nov¨ªsima
M¨¢s que nulla dies sine linea, la consigna es que no hay semana sin nueva editorial. Dioptr¨ªas, la que hoy traigo a este atiborrado sill¨®n, nace de un ¡°proyecto personal¡± (ya sabemos lo que eso significa en cuanto a infraestructuras) y est¨¢ consagrada a la publicaci¨®n de ¡°no-ficci¨®n literaria¡± (.....) ¡°un g¨¦nero en el que se est¨¢ cociendo buena parte de la vanguardia literaria de los ¨²ltimos 50 a?os¡±. El primer t¨ªtulo de Dioptr¨ªas (en librer¨ªas el 6 de octubre) es Sobre una monta?a, de John D'Agata, un libro inclasificable en el que se mezclan la falsa narraci¨®n autobiogr¨¢fica, el reportaje y el ensayo literario en torno a dos asuntos s¨®lo aparentemente desconectados: la monta?a Yucca (Nevada), uno de los grandes dep¨®sitos de residuos nucleares de EE?UU, y la muerte de un adolescente que se arroja al vac¨ªo desde el casino m¨¢s alto de Las Vegas, la ciudad con mayor ¨ªndice de suicidios de toda la naci¨®n. El segundo t¨ªtulo, La literatura como mentira (noviembre), re¨²ne una recopilaci¨®n de las l¨²cidas e ins¨®litas cr¨ªticas publicadas por Giorgio Manganelli (1922-1990) en los sesenta. Un buen comienzo para la microeditorial Dioptr¨ªas: ahora s¨®lo falta que las ventas ayuden. Y a crecer, que son dos d¨ªas.
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