Boston se rinde ante el Goya m¨¢s moderno

El Museo de Bellas Artes de Boston acoge a partir del 12 de octubre y hasta el 19 de enero a un artista moderno, pop para muchos, nacido en 1746 en Fuendetodos, cerca de Zaragoza. Tiene 268 a?os. Su nombre es Francisco de Goya. Este es el sentido que los comisarios Stephanie Loeb Stepanek y Frederick Ilchman quieren dar a la mayor muestra del talento del pintor espa?ol en Estados Unidos en 25 a?os. Goya: orden y desorden es un maravilloso intento, a trav¨¦s de 160 pinturas, grabados y dibujos, de abarcar el universo creativo del genio, sus hallazgos y contradicciones, sus devociones y miedos, su car¨¢cter cortesano (pint¨® para cuatro reyes entre los siglos XVIII y XIX) y su esp¨ªritu contestatario en una ¨¦poca convulsa, sangrienta y de transformaciones culturales vertiginosas.

¡°Goya es muy actual, moderno. Los desastres de la guerra, la violencia de estos d¨ªas est¨¢n en sus creaciones. Pero no s¨®lo por eso. Como artista total, capaz de innovar y de respetar la tradici¨®n, es un hombre de todas las ¨¦pocas¡±, afirm¨® Stepanek en el inicio de una visita a la exposici¨®n celebrada ayer. ¡°Muchos de sus trabajos no parecen para sus contempor¨¢neos, sino para generaciones futuras¡±, a?adi¨® Ilchman. Sus Desastres de la guerra o el miedo, la locura y el desconcierto presentes en su trabajo remiten, al ser contempladas, a tristes iconos de nuestro tiempo, como las decapitaciones de periodistas o soldados por terroristas islamistas.

Los m¨¢s atractivo y novedoso de la exposici¨®n de Boston es la manera en que despieza a Goya a lo largo de ocho salas tem¨¢ticas que se superponen, se contradicen y se enriquecen entre s¨ª hasta poner al artista bajo una luz in¨¦dita. El resultado es un collage de resultados efectistas. ¡°Goya es muy teatral, y hemos querido hacer una exposici¨®n que tenga algo de show¡±, comenta Ilchman.

Uno de los momentos m¨¢s intensos se produce en Capturando la historia, la pen¨²ltima sala, en la que el pintor mezcla lo ¨¦pico de la Guerra de la Independencia y lo terrible y mundano de la misma. All¨ª, junto a los Desastres de la guerra, sorprende un bodeg¨®n con peces reci¨¦n capturados. A su lado, un fusilamiento. La disposici¨®n de los peces y de los muertos es la misma, trasladando al espectador la desaz¨®n del artista.

¡°La violencia de estos d¨ªas est¨¢ en sus creaciones¡±, indica el comisario

En la sala Retratos, tal vez la mejor colecci¨®n del artista jam¨¢s reunida, pueden contemplarse por primera vez juntos desde principios del siglo XIX sendos retratos de la decimotercera Duquesa de Alba y su marido, el Marqu¨¦s de Villafranca. El efecto es magn¨ªfico. La Duquesa, fuerte y resuelta, domina el paisaje con un dedo marcial que se?ala la firma del artista en la base del cuadro (solo Goya). Su presencia contrasta con el aire melanc¨®lico del Marqu¨¦s, que obtuvo el t¨ªtulo de Duque de Alba de su esposa.

En Otros mundos, otros estados el visitante bascula entre las aproximaciones espirituales de Goya y su fascinaci¨®n por la superstici¨®n, encarnada en sus brujas. Frente a su tratamiento de los abusos del clero y su hipocres¨ªa, las representaciones del mundo interior de los locos, sus pesadillas y visiones. En esa difusa frontera entre demencia y cordura camina el aragon¨¦s con obras maestras como Corral de locos (1794).

Posiblemente sea Solo Goya, la ¨²ltima sala, dedicada a las caracter¨ªsticas que fijan las grandeza del pintor, la m¨¢s estimulante. All¨ª, Goya explora la redenci¨®n, recurriendo a s¨ª mismo como modelo. Junto La ¨²ltima comuni¨®n de San Jos¨¦ de Calasanz (1819) los comisarios han colocado el autorretrato del artista con el doctor Arrieta, de 1820. En la pintura aparece Goya enfermo, recibiendo su medicina de manos de su amigo. Como ¨¦l, Jos¨¦ de Calasanz recibe su comuni¨®n con el rostro transido por el dolor. Unos metros m¨¢s all¨¢, otra sorpresa. La triste representaci¨®n del poder en la figura del Gigante sentado (1818), una enigm¨¢tica mole desamparada, hace un raro contraste con obras cortesanas como Familia del Infante Don Luis (1784).

¡®Corral de locos¡¯ camina en la frontera entre demencia y cordura

El resto de secciones completan un recorrido estupendo. As¨ª, Goya se mira a s¨ª mismo es un cat¨¢logo de autorretratos, entre ellos el grabado El sue?o de la raz¨®n produce monstruos. En Estudios de la vida, la vanidad y el paso del tiempo est¨¢n presentes en mujeres inquietantes como las de Hasta la muerte o Las Viejas. Juego y caza recoge las conocidas im¨¢genes de Goya de hombres toreando o cazando. Finalmente, En equilibrio exhibe gente cayendo, saltando y volando, reflejo ¡°de los cambios de la ¨¦poca que vivi¨® el maestro¡±.

¡°Esta es la instituci¨®n perfecta para esta exposici¨®n¡±, proclam¨® Borja Baselga, director de la Fundaci¨®n Banco de Santander, que patrocina la antol¨®gica. El Museo de Bellas Artes de Boston posee un tesoro sobre Goya, producto de la labor realizada en el pasado por la comisaria Eleanor Sayre, nieta del presidente Woodrow Wilson. Goya vive un momento ¨²nico. A la exposici¨®n de Boston le acompa?an los grabados que expone el Meadows Museum de Dallas. El Prado prepara una muestra de cartones para tapices el pr¨®ximo a?o y la National Gallery y la galer¨ªa Courtauld de Londres se ocupar¨¢n de sus obras sobre brujer¨ªa. Por si esto fuera poco, Johnny Depp y Gwyneth Paltrow se las ver¨¢n con un goya robado en Mortdecai, que se estrenar¨¢ en febrero de 2015. Puro pop.