Rafael Chirbes gana el Nacional de Narrativa por ¡®En la orilla¡¯

?El perro Tom, Liliana, el oportunista Francisco, Justino y el estafador Pedr¨®s le tirar¨ªan a la cabeza a Rafael Chirbes el premio que le acaban de dar? ?l cree que s¨ª. Diecinueve meses despu¨¦s de que los trajera a este mundo, en una r¨¦plica de la Espa?a de la crisis bajo el t¨ªtulo de En la orilla (Anagrama), la novela sigue su larga marcha de premios. Solo que este ¨²ltimo es el Nacional de Narrativa (dotado con 20.000 euros) que le produce a Chirbes (Tavernes de Valldigna, Valencia, 1949) sensaciones encontradas. Por un lado, se siente orgulloso por tratarse de un galard¨®n que representa la narrativa de su pa¨ªs; pero, por otro, confiesa por tel¨¦fono con voz t¨ªmida pero segura: ¡°Me produce cierta desaz¨®n, porque no me gusta nada la pol¨ªtica que se est¨¢ haciendo en este pa¨ªs, como lo referido a los presupuestos y el poco apoyo a la Cultura¡±. Y, encima, sabe que sus personajes son v¨ªctimas de esa pol¨ªtica de Espa?a. Por eso aventura un pron¨®stico: ¡°Todos mis personajes me lo tirar¨ªan a la cabeza¡±.

Dice que el Gobierno y la pol¨ªtica le escribieron la mitad de la novela, porque ¡°el desastre lo han hecho ellos¡±, y ¨¦l se ha ¡°limitado a escribir y contar ese desastre¡±.

Dice que los periodistas le han preguntado si va a rechazar el premio y que si cree que con ¨¦l lo van a domesticar. ¡°?Por qu¨¦ voy a renunciar?¡±, les ha contestado. Lo har¨ªa si viviera en una dictadura sanguinaria, pero, aclara, que quienes le han concedido el galard¨®n es un jurado que no conoce, al que est¨¢ agradecido y que es imparcial. Y que el premio contribuye a que su novela, lo que cuenta, se conozca m¨¢s. Respecto a si va a ser m¨¢s manso responde: ¡°Ya se sabr¨¢ si soy tigre o gato¡±.

Dice que no sabe si habr¨¢ un acto para recoger el galard¨®n. Aunque no duda en compartir lo que har¨ªa: ¡°Si tuviera ocasi¨®n de recogerlo, y hablar, dir¨ªa al ministro Wert todas las cosas que pienso sobre su pol¨ªtica cultural¡±.

Ir¨ªa en su l¨ªnea. Fiel. En la orilla (tambi¨¦n premio de la Cr¨ªtica)relata el drama humano de la crisis econ¨®mica a trav¨¦s de la vida de un grupo de desempleados y el patr¨®n que los ha puesto en la calle. Una especie de continuaci¨®n de Crematorio (2007, premio de la Cr¨ªtica), sobre la burbuja inmobiliaria y la corrupci¨®n. Las larvas que pudren el tejido de la vida espa?ola.

Es la mirada de un diseccionador. Chirbes ha insistido mucho en que escribe sobre lo que ve. Y esa mirada es panor¨¢mica, con lupa, sobre la sociedad espa?ola en todo su espectro, desde el poder hasta la base. Sobre lo que se ve y no se ve. Ya hizo algo parecido en los a?os noventa y los dos mil, sobre la posguerra y la Transici¨®n, con las novelas La larga marcha, La ca¨ªda de Madrid y Los viejos amigos.

En la orilla es uno de los libros espa?oles contempor¨¢neos sobre el que se ha dicho casi de todo: desde que es la gran novela de la crisis hasta el microcosmos representativo del conjunto del pa¨ªs. El mismo autor lo ha hecho cuando dijo en una entrevista a este diario: ¡°Si te pones del lado del personaje que m¨¢s odias descubres tus propias contradicciones. ?Contra qui¨¦n escribo? Contra m¨ª mismo¡±; y, adem¨¢s, ha dicho que el escritor tiene que ser pulga y liebre para que no te atrapen. ¡°En cuanto te descuidas, te han trincado¡±.

Su popularidad entre los lectores empez¨® con Crematorio, y fue reforzada por el gran p¨²blico con la adaptaci¨®n a la televisi¨®n. Hasta entonces era un escritor minoritario, de culto. Ah¨ª entr¨® desde 1988 cuando public¨® su primera novela, Mimoun, finalista del Premio Herralde.

Veintis¨¦is a?os lo separan de aquel debut. Hoy, en realidad, desde hace 19 meses y siete d¨ªas, hay m¨¢s ruido a su alrededor del que a ¨¦l le gustar¨ªa. En la orilla ha sido traducida a 10 idiomas y ver¨¢ una adaptaci¨®n teatral de K Producciones para la temporada 2015-2016. Y el ruido ser¨¢ barullo.

Eso es lo que peor lleva: ¡°Hasta Crematorio ten¨ªa buenas cr¨ªticas y vend¨ªa y no ten¨ªa la sensaci¨®n de estar majara. Pero esta novela me ha expuesto mucho al p¨²blico. Pero ya es irremediable. Adem¨¢s, cuando hablo, hablo hasta por los codos y me gusta tener la raz¨®n. Y, encima, te pueden malinterpretar. ?Donde mejor estoy es en casa, y solo!¡±.

Vive en Beniarbeig, en una monta?a de Alicante a un kil¨®metro y pico del pueblo. Donde est¨¢ ahora con sus dos perros. Donde puede estar d¨ªas y d¨ªas sin abrir la puerta. Donde escribi¨® esta novela. A su ritmo, lento. Desde donde desmiente que sea dif¨ªcil escribir sobre el presente: ¡°Solo depende de d¨®nde te coloques¡±, afirma. ?Y, ahora, en que anda? ¡°No hay nada en el horno¡±. ?l, adem¨¢s, insiste en que nunca hace melancol¨ªa, escribe con conocimiento, trata de entender, y si hay que volver atr¨¢s, vuelve.

Eso dice el escritor que de ni?o quer¨ªa contar, en libros o cine, las aventuras de otro ni?o entre piratas, o en una traves¨ªa con un fiel correo del zar, o con unos leones que se com¨ªan a las personas lloronas. Pero se convirti¨® en un autor que con su silenciosa mirada ha recreado como pocos la dura realidad espa?ola. Pasada, presente, y en movimiento.