Savater : ¡°Los peores males de Espa?a han sido el nacionalismo y el clero¡±

Fernando Savater (San Sebasti¨¢n, 1947), uno de los fil¨®sofos y pensadores m¨¢s activos en Espa?a, tiene claro cu¨¢les son los grandes males que afectan a este pa¨ªs: ¡°el nacionalismo y el clero¡±. Considera que lo que est¨¢ sucediendo actualmente en Catalu?a ¡ªla propuesta de consulta de autodeterminaci¨®n para el 9 de noviembre por parte de Artur Mas¡ª no es m¨¢s que ¡°un lavado de cerebro pol¨ªtico que se ha ido gestando a lo largo de los ¨²ltimos a?os. Tenemos que tener claro que hay un desaf¨ªo por parte de los independentistas para tapar las verg¨¹enzas de una de las autonom¨ªas m¨¢s corruptas, Catalu?a, y para ocultarlas han lanzado esa exaltaci¨®n nacionalista¡±.

Savater acaba de publicar ?No te prives! Defensa de la ciudadan¨ªa (Ariel), una recopilaci¨®n de sus art¨ªculos de los ¨²ltimos cuatro a?os m¨¢s el ep¨ªlogo escrito despu¨¦s del resultado de las elecciones europeas, sobre el concepto de ciudadan¨ªa, sus derechos y deberes y lo poco que todo ello que tiene que ver, en su opini¨®n, con pertenecer a un territorio, a una etnia o a hablar un mismo idioma.

La lectura del libro refleja su defensa sin condiciones del individuo como ciudadano y del Estado de derecho. ¡°Tenemos que tener claro que lo que est¨¢ ocurriendo en Catalu?a nos ata?e a todos como ciudadanos y a nuestra personalidad como sujetos. Esto no es un juego entre pol¨ªticos. No nos pueden arrebatar algo que nos pertenece a todos y no podemos dejarles que fragmenten nuestra ciudadan¨ªa¡±, sentencia sin dudar y de forma categ¨®rica. Hace un llamamiento al ciudadano para que no renuncie a sus responsabilidades. ¡°No hay m¨¢s ciudadanos que los que produce el Estado de derecho¡±.

El fil¨®sofo lamenta la falta de educaci¨®n democr¨¢tica por parte de los pol¨ªticos. ¡°Lo malo es que ya no hay forma de educarlos. La mayor¨ªa de ellos no pasan de ser unos perfectos ignorantes¡±. A los constantes reclamos por parte de algunas formaciones pol¨ªticas del cambio de la Constituci¨®n ¨¦l se mostrar¨ªa partidario si tal cosa sirviera para ¡°blindar la singularidad de cada uno de los individuos. No para fomentar los separatismos¡±.

Savater tiene claro qu¨¦ es Catalu?a: ¡°Una regi¨®n administrativa dentro de un Estado con ciudadanos iguales a los del resto de Espa?a desde el punto de vista pol¨ªtico y culturalmente con una lengua propia, diferente del castellano que es la que vertebra a todo el pa¨ªs¡±.

Alude el pensador y fil¨®sofo a los movimientos que est¨¢n emergiendo en diferentes pa¨ªses tras las ¨²ltimas elecciones europeas, ¡°unos, de la ultraderecha y otros, productos surgidos de la televisi¨®n a los que les gusta soltar arengas sin fundamento pol¨ªtico alguno. Estos ¨²ltimos denuncian lo que todos denunciamos, pero sabemos que sienten simpat¨ªa o est¨¢n relacionados con pa¨ªses que no me interesan mucho, como Venezuela, Bolivia o Cuba¡±.

¡°No hay m¨¢s ciudadanos que los que produce el Estado de derecho¡±

¡°Con los populismos ocurre igual que con las enfermedades graves. Cuando est¨¢s enfermo acudes al m¨¦dico y cuando sabes que no hay curaci¨®n te vas a la desesperada a una bruja o a un curandero. Lo que sea para intentar sanar. Si te dejas embaucar es tu problema porque lo de tomar atajos no suele ser bueno¡±, asevera el fil¨®sofo. El pensador reconoce que existe cierto temor en la sociedad a elegir: ¡°Hay mucho miedo a la libertad y cuando los demagogos toman el poder se producen los totalitarismos y las dictaduras. En ¨¦pocas de crisis este tipo de discursos encuentran hueco por el malestar de los individuos y los problemas reales que existen en su entorno¡±.

Savater no oculta su indignaci¨®n por las diferentes tramas de pol¨ªticos corruptos que han ido aflorando en los ¨²ltimos tiempos en este pa¨ªs. ¡°Aquellos que gozaban de los mayores privilegios concedidos por la sociedad son los que han actuado con una impunidad vergonzosa. Es desmoralizador para aquellos que como yo, cumplimos con la ley y pagamos nuestros impuestos, contemplar con estupor como han dilapidado nuestra confianza. A las instituciones les corresponde ahora instaurar todos los mecanismos necesarios para evitar que vuelvan a ocurrir situaciones como las que estamos viviendo¡±, puntualiza.