Desmesura sin fin
La ¨²ltima novela de Robert Juan-Cantavella es una obra ambiciosa pero malversada, enigm¨¢tica pero trivial
En Y el cielo era una bestia, no muy avanzada la narraci¨®n, se habla de un volumen que, por figurar el nombre del autor en la portada y el t¨ªtulo en el lomo, se describe como "un libro encubierto que se escondiese ¨¦l mismo". De esa peculiaridad tan azarosa se deriva un misterio exagerado. Este ejemplo puede dar una idea del tratamiento del enigma en una novela que lo acoge con profusi¨®n y sin ninguna tensi¨®n narrativa. Todo aqu¨ª parece enigm¨¢tico con una s¨®lida envoltura trivial.
Sigurd Mutt, que en su juventud perteneci¨® a la camarilla de los Zo¨®logos Furiosos, recibe en Hamburgo, remitido por una colega y antiguo amor frustrado, un fragmento de un extra?o texto, Tras Columbkill, con la indicaci¨®n de que deber¨¢ descifrarlo en el sanatorio de Vultur¨®, en los Pirineos, donde se le har¨¢ llegar el resto del manuscrito. Ese texto, del que se nos dan sobradas muestras en cursiva, mezcla la leyenda del santo medieval Columbkill con una sucinta biograf¨ªa de Jos¨¦ Echegaray, intercalando la vida de Gald¨®s y la de Juanito Santa Cruz, personaje de Fortunata y Jacinta, lo que genera un palimpsesto impenetrable, por no decir absurdo, del que la novela va ofreciendo sucesivas interpretaciones que se anulan unas a otras. Interpretaciones que supuestamente deber¨ªan cuestionar la lectura de la novela al a?adir informaci¨®n que desmiente la precedente. De ah¨ª que constantemente se ramifique en relatos laterales, como si volviera a empezar una y otra vez, deteni¨¦ndose en personajes epis¨®dicos que inesperadamente cobran protagonismo con prop¨®sitos inescrutables. ?Y qu¨¦ decir de las largas parrafadas de di¨¢logo, donde se sustituye al narrador y el personaje habla como si leyera un informe? Lo que en definitiva narra Y el cielo era una bestia se dir¨ªa la fusi¨®n en fr¨ªo de un Borges hipertrofiado que hubiera le¨ªdo a destiempo Los detectives salvajes, de Bola?o, y se empe?ara en reescribir La monta?a m¨¢gica, de Thomas Mann.
Pocas veces se puede vindicar, sin temor al error, la necesidad de una intervenci¨®n ajena que corrija la desmesura del autor. Esta novela de Juan-Cantavella, tan ambiciosa como malversada, de la que resulta dificil¨ªsimo adivinar las conexiones que se imbrican para generar un organismo vivo, seguramente oculta una obra meritoria que tantas derivaciones y escamoteos no dejan ver. Pero tampoco lo que se esconde es misterioso o alentador. Simplemente est¨¢ fuera de campo. A esta novela le ha faltado tambi¨¦n una prosa m¨¢s hipn¨®tica, m¨¢s sugesti¨®n y menos informaci¨®n. Y hay que resistir la tentaci¨®n de pensar que el enigma que propone Tras Columbkill no sea una nueva modalidad de recochineo.
Y el cielo era una bestia. Robert Juan-Cantavella. Anagrama. Barcelona, 2014. 376 p¨¢ginas. 19,90 euros (electr¨®nico, 14,99)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.