Ib¨¢?ez, vi?etas sin fin
Una exposici¨®n repasa la trayectoria del dibujante creador de Mortadelo y Filem¨®n
¡°?Sapristi!¡±, ¡°?Grrrr!¡±, ¡°?Ay, que porrazo!¡±, ¡°?Pero, Jefe¡ ?yo qu¨¦ culpa tengo?¡±. A muchos lectores, sobre todo los j¨®venes, el comienzo de este texto les sonar¨¢ a chino, o no, si son aficionados a las tronchantes aventuras de Mortadelo y Filem¨®n, los dos personajes de tebeo que nacieron en 1958 de la imaginaci¨®n del vi?etista Francisco Ib¨¢?ez (Barcelona, 1936), al que el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid dedica una exposici¨®n inaugurada hoy martes.
¡°Es una muestra para el p¨²blico adulto porque tiene mucho contenido¡±, dice Elena Vergara, comisaria junto al guionista y escritor Antonio Guiral de Francisco Ib¨¢?ez. El mago del humor. ¡°Los mayores reconocer¨¢n a los personajes y las historietas, pero tambi¨¦n esperamos que los ni?os se sientan atra¨ªdos¡±. La exposici¨®n se abre con la biograf¨ªa de este historietista precoz, que a los 11 a?os public¨® su primer dibujo, la cabeza de un indio, en la revista Chicos. Poco despu¨¦s entr¨® a trabajar como botones en un banco, pero aquel chaval ten¨ªa claro que lo suyo no era llevar sobres y paquetes, sino crear personajes y hacer re¨ªr.
La primera historieta la public¨® con solo 16 a?os en la revista Nicol¨¢s. En seguida llegaron sus personajes iniciales, con guiones simples, son los de la ¡°etapa preBruguera¡±, anteriores a su v¨ªnculo de lustros con la editorial barcelonesa. Eran seres tiernos, como el torpe le¨®n Melenas o el joven negro Kokolo. Ib¨¢?ez fich¨® en 1957 por Bruguera, cuyo director editorial, Rafael Gonz¨¢lez, le encarg¨® que creara una pareja de detectives ¡°tontos, y que uno se disfrazara¡±. Ib¨¢?ez dej¨® su trabajo en el banco, para disgusto familiar, y as¨ª, en el n¨²mero 1.394 de la revista Pulgarcito (enero de 1958), apareci¨® la primera historieta de Mortadelo y Filem¨®n. El primero, con levita negra, camisa blanca con lacito y calvo (aunque luego nos enteramos que de joven hab¨ªa lucido melena) y con capacidad para transformarse en farola, gusano u oveja en una vi?eta. El segundo personaje naci¨® como torpe remedo de Sherlock Holmes: fumaba en pipa y llevaba gorrita. Despu¨¦s, Filem¨®n adopt¨® su indumentaria conocida: camisa blanca y pantal¨®n rojo y dos pelos en la cocorota.
A la par de la r¨¢pida popularidad que alcanz¨® tan torpe pareja, Ib¨¢?ez se multiplic¨® para crear nuevos personajes. No en vano siempre se ha autorretratado esclavizado a la mesa de dibujo: ¡°Lleg¨® a dibujar 20 p¨¢ginas por semana¡±, subraya Guiral. Cre¨® La familia Trapisonda, un grupito que es la monda, que tuvo que modificar porque a la censura no le gustaban sus chanzas sobre la instituci¨®n familiar. As¨ª, cambi¨® el parentesco: los padres se convirtieron en hermanos y los hijos en sobrinos. En 1961 naci¨® 13, R¨²e del Percebe, una comunidad de vecinos con el ascensor siempre averiado e inquilinos como Manolo el Moroso o Don Sen¨¦n, el tendero sin escr¨²pulos. ¡°La raz¨®n por la que Ib¨¢?ez sigue haciendo re¨ªr es que todos nos podemos identificar con alguno de sus personajes o hemos conocido a alguien as¨ª. Es un humor amable y, aunque a veces tenga mala leche, nadie puede sentirse ofendido¡±, explica Vergara.
La exposici¨®n, en la que hay 23 p¨¢ginas originales y m¨¢s de 100 tebeos, dedica un amplio espacio a los ¡°personajes singulares¡± de este vi?etista, Medalla de Oro a las Bellas Artes. Adem¨¢s de Mortadelo y Filem¨®n, est¨¢ El botones Sacarino, que surgi¨® con rasgos inspirados en Spirou. Es la etapa de influencia del c¨®mic franco-belga, sobre todo de Franquin.
M¨¢s entra?able es Rompetechos, de 1964, ese tipo bajito y tan corto de vista que intenta comprar unas alondras en una tienda que anuncia alfombras y, claro, acaba recibiendo alg¨²n mamporro. Vergara reconoce que Rompetechos, del que a¨²n publica p¨¢ginas el dibujante, es su favorito por ¡°su ternura, es un hombrecito que puede confundir un extintor con un gusanito que sube por la pared¡±.
Ib¨¢?ez repiti¨® ¨¦xito en 1966 con un d¨²o de ac¨¦milas como Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio. El siguiente envite fue dibujar aventuras largas de Mortadelo y Filem¨®n, a las que se incorporaron personajes como El S¨²per y El profesor Bacterio. La primera de estas entregas de 44 p¨¢ginas fue El sulfato at¨®mico, m¨ªtico ¨¢lbum para los seguidores de los agentes de la TIA (T¨¦cnicos de Investigaci¨®n Aeroterr¨¢quea). Otros grandes t¨ªtulos son: Contra el ¡®gang¡¯ del chicharr¨®n, El caso del calcet¨ªn, Chapeau el Esmirriau, Los inventos del profesor Bacterio, Secuestro a¨¦reo, Valor¡ ?y al toro!, ?A por el ni?o! y ¨Catento a la actualidad¨C los Mundiales, los Juegos Ol¨ªmpicos, Las vacas chaladas¡
Ib¨¢?ez sigue hoy dibujando a Mortadelo y Filem¨®n, que triunfan tambi¨¦n en Alemania (donde venden tanto como Ast¨¦rix), Brasil, Francia, Italia, Grecia, Holanda¡ Los organizadores de la muestra calculan que este icono del tebeo espa?ol ha creado unos 100 personajes y ha publicado unas 50.000 p¨¢ginas, de las que 12.000 son de la pareja de detectives. El ¨²ltimo apartado de esta exposici¨®n que permanecer¨¢ abierta hasta el 11 de enero es para el merchandising generado por las criaturas de Ib¨¢?ez: un ajedrez, tazas, llaveros, juegos¡
As¨ª es el mundo del creador de Mortadelo y Filem¨®n, un d¨²o que se ha jugado el tipo para acceder a entradas secretas de la TIA gritando como contrase?a (a la cara de un bigot¨®n): ¡°Los tipos con bigote tienen cara de hotentote¡±. Y que, a veces, acaban saliendo en los peri¨®dicos por sus trastadas: ¡°Mientras unos ladrones vac¨ªan la caja fuerte de los condes de Rabotieso, dos indeseables practican la equitaci¨®n con la condesa cual si fuera una vulgar yegua¡¡±.
Babelia
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