Mucho m¨¢s que un par de Nobel: ocho autores franceses imprescindibles

Pierre Lemaitre (Par¨ªs, 1951) se ha convertido en una celebridad literaria con su gran novela sobre las heridas de la Primera Guerra Mundial, Nos vemos all¨¢ arriba (Salamandra), con la que gan¨® el Goncourt. Sin embargo, en Francia ya era un escritor reconocido y respetado en uno de los g¨¦neros que m¨¢s se han cultivado en este pa¨ªs: el policiaco (?qu¨¦ ser¨ªa de la novela negra universal sin la Serie Noire de Gallimard?). Vestido de novia (Alfaguara) es un contundente thriller, cuya trama est¨¢ plagada de sorpresas y recovecos.

Junto a Maylis de Kerangal ¡ªNacimiento de un puente (Anagrama)¡ª y Marie NDiaye ¡ªTres mujeres fuertes (Acantilado)¡ª, Agn¨¨s Desarthe (Par¨ªs, 1966) pertenece a una generaci¨®n de escritoras francesas nacidas en los sesenta que han ido forjando una obra cada vez m¨¢s s¨®lida, con una gran repercusi¨®n en su pa¨ªs. Agn¨¨s Desarthe relata en C¨®mo aprend¨ª a leer (Perif¨¦rica) su relaci¨®n con las letras y, a la vez, repasa entre el cari?o y la iron¨ªa la cultura francesa. Mondadori hab¨ªa publicado sus dos t¨ªtulos anteriores: Un secreto sin importancia y Cinco fotos de mi mujer.

Autor de Hombres (Anagrama), una impresionante novela sobre la guerra y sobre una de las grandes sombras de la historia reciente de Francia (el conflicto de Argelia), Laurent Mauvignier (Tours, 1967) es uno de los m¨¢s interesantes novelistas actuales. Lejos de ellos, que acaba de ser rescatada por Cabaret Voltaire, es su primera novela, en la que relata una oscura historia familiar. Es autor de una de las principales novedades de la rentr¨¦e literaria francesa, Autour del monde, en el que une a varios personajes a trav¨¦s del terremoto de Jap¨®n de 2011.

El franc¨¦s ha sido siempre una lengua de acogida. El irland¨¦s Samuel Beckett, los rumanos Eug¨¨ne Ionesco y Emil Cioran o el lituano Romain Gary son cl¨¢sicos franceses que nacieron en otras lenguas. La red de liceos y las antiguas colonias han continuado esa tradici¨®n en la que se inscriben ahora autores como Atiq Rahimi, que gan¨® el Goncourt con La piedra de la paciencia (Siruela). El checo Milan Kundera (Brno, 1929) ha sido el ¨²ltimo en cruzar el Rubic¨®n de la lengua y ha escrito sus ¨²ltimas cuatro novelas en franc¨¦s, entre ellas La fiesta de la insignificancia (Tusquets).

Georges Duby defendi¨® que la historia ten¨ªa que ser, ante todo, un g¨¦nero literario. Algunos de los mejores prosistas franceses son investigadores y, a la vez, cl¨¢sicos de la lengua, nombres como Claude L¨¦vi-Strauss, Fernand Braudel, Jean-Pierre Vernant, Jacqueline de Romilly o Gaston Bachelard. El ¨²ltimo superviviente de aquella generaci¨®n de sabios fue Jacques Le Goff (1924-2014), fallecido en abril y que, junto a Duby, explic¨® la Edad Media a trav¨¦s de libros como La civilizaci¨®n del Occidente medieval (Paid¨®s).

Con su obra Arte, Yasmina Reza alcanz¨® un ¨¦xito que logran muy pocos dramaturgos. Junto a Ana Gavalda, Muriel Barbery y Katherine Pancol ¡ªaunque a cierta distancia literaria¡ª, es una presencia constante en las listas de m¨¢s vendidos. Su libro sobre el expresidente Nicolas Sarkozy, El alba, la tarde o la noche, es un apasionante retrato de la pol¨ªtica. Anagrama acaba de editar en castellano Felices los felices, en el que narra las historias de 18 personajes que, s¨®lo aparentemente, no tienen nada que ver entre ellos.

En ning¨²n otro lugar, los tebeos ocupan un espacio tan destacado como en Francia y B¨¦lgica. M¨¢s all¨¢ de los nuevos cl¨¢sicos del g¨¦nero, desde Tardi hasta Manu Larcenet o Sfar, uno de los autores m¨¢s interesantes es Emmanuele Guibert (Par¨ªs, 1964), que mezcla la fotograf¨ªa con el dibujo para hacer experimentos tan interesantes como El fot¨®grafo, sobre la guerra civil en Afganist¨¢n. La infancia de Alan forma con La guerra de Alan un l¨²cido recorrido por el siglo XX a trav¨¦s de la biograf¨ªa de un estadounidense.