De nuevo, Estrella
Estrella Morente publica 'Amar en paz', su nuevo disco, con las heridas ya cerradas
Lo invade todo. El espacio, los aromas, la direcci¨®n de las pupilas. Cuando Estrella Morente entra en la habitaci¨®n, todo es ella. El aplomo y el poder¨ªo sobre las tablas no es pose. Tambi¨¦n es Estrella siendo Estrella. Unas leves ojeras circundan sus enormes ojos, pero ya no es la tristeza lo que las dibuja. Debe ser el cansancio acumulado de meses de trabajo por su nuevo disco, Amar en paz, la misma que le ha acercado el tiempo al alma. Aunque a¨²n tenga que respirar hondo y carraspear si se nombra al maestro, el suyo. Y su padre, amigo, gu¨ªa, norte. ¨ªdolo, compa?ero. Enrique Morente muri¨® el 13 de diciembre de 2010, sin que nadie lo esperara, bajo la incredulidad de su familia. Y el desgarro de los huecos m¨¢s profundos de su hija.
Cuatro a?os le han servido a la cantaora para dejar de ser "un corcho que va flotando por encima del aceite", como se defini¨® en 2012 al volver a subirse a un escenario con Autorretrato, el proyecto inacabado que Enrique Morente concibi¨® para su hija, templada ahora frente al torrente emocional que la arrastr¨®, incluso, a no tener ilusi¨®n por nada, a un abismo del que no estaba segura de poder salir. "El trabajo y la vida te va haciendo tomar otras actitudes con una mititilla m¨¢s de serenidad; y te hace mirar las cosas con otra tranquilidad y otra conformidad". El arte, el trabajo, los compa?eros y su familia han sido su flotador. "Aunque te niegas al principio, acabas comprendi¨¦ndolo. Y asumes que hay que seguir viviendo".
Aunque te niegas al principio, acabas comprendi¨¦ndolo. Y asumes que hay que seguir viviendo
Ella no solo ha seguido. Ha remontado. "Para algo tiene que servir", susurra con una mueca de resignaci¨®n. "Volver a empezar dando lo mejor posible despu¨¦s de ese momento que marc¨® un antes y un despu¨¦s. Y volver para aprender".
- ?Para aprender qu¨¦, Estrella?
- A volver a tener ilusi¨®n por la vida, por la creaci¨®n. El amor por la m¨²sica.
El que la llev¨®, finalmente, a sumergirse en la idea que desde a?os atr¨¢s ven¨ªa paseando por la mente de Fernando Trueba y que se ha materializado este 28 de octubre en un disco del tama?o de un single de vinilo con la rubrica de Mariscal en el dise?o. Trueba quer¨ªa crear un proyecto que fuese una "carta de amor" a la m¨²sica brasile?a. Canciones hist¨®ricas de Brasil, la voz de Estrella Morente, y la guitarra de Ni?o Josele. Un c¨®ctel tan hondo como c¨¢lido.
Man? de carnaval, O amor en paz, Dindi, Amargura, entre otras 12. Acordes conocidos, algunos hist¨®ricos, que Trueba ¡ªese ferviente amante de la m¨²sica de Brasil¡ª eligi¨® pensando en la flamenca. "Son canciones que yo sent¨ªa pr¨®ximas a ella, a su estilo, su voz, a su car¨¢cter, aunque aparentemente pertenecieran a otra cultura, a un universo musical lejano, ajeno". Pero era solo eso: apariencia. El disco suena a historia de Brasil, a ecos de notas conocidas, a versiones mil veces entonadas. Pero tambi¨¦n ta?en los dedos de Josele, y reverbera la garganta de Morente. Algo nuevo surgido de un seleccionad¨ªsimo pu?ado de cl¨¢sicos, desde Vinicius de Morais hasta Ary Barroso.
Asegura Morente, con manos y piernas entrelazadas, que la humildad frente a esos nombres es esencial: "La humildad y la solidaridad es lo que te permite avanzar como ser humano. Ser honesto y ser buena persona, sacrificarse. Eso es lo que importa". Insiste y recalca. Especifica. La cantaora de espesa y leonada melena no quiere dejar nada al aire. Es concisa, y no le importa detenerse una docena de segundos para decir, exactamente, lo que quiere decir. "La voluntad llama a la calidad. Pero cuando no hay voluntad, aunque haya calidad, se pierde". Ella gasta ambas. Modesta, cree que m¨¢s de la primera, y le a?ade el respeto, a todos, incluso a aquellos que le regalan cr¨ªticas para nada constructivas. "Los dem¨¢s no tienen por qu¨¦ estar obligados a entenderte, pero t¨² s¨ª tienes la obligaci¨®n de expresarte lo mejor posible. Yo no me atrevo a decir si lo que dicen es verdad o no, porque cada uno tiene una percepci¨®n diferente del arte. Lo que a uno le parece puro y cristalino, otro lo percibe como inentendible y oscuro".
Estrella Morente cambia de cruce, la pierna izquierda sobre la derecha. "Es nuestro tesoro". Se refiere al disco. "Recuerdo a Fernando viniendo a casa siempre con algo bajo el brazo que hab¨ªa descubierto, para que lo escuch¨¢ramos. Desde hace a?os". Esa relaci¨®n estrecha y permanente del director con la familia Morente ha servido como ensayo. "Llevamos mucho tiempo interiorizando esas canciones, poquito a poco. Y es una suerte inmensa trabajar bajo la direcci¨®n de esa enciclopedia viva que es Fernando. Ahora lo ¨²nico que queremos es compartirlo". Solo se comparte aquello que de alguna forma te pertenece, y ella, "con el m¨¢ximo respeto a todos los que han interpretado esas canciones", lo ha hecho suyo. Y como si lo fuera en realidad, se desborda en cada pieza.
"Cada una de ellas est¨¢ grabada a fuego y piel en mi garganta". Aunque sea incapaz de elegir una: "Son especiales Amar en paz y Baile del desamor. Me provocan cantar esa desilusi¨®n con una sonrisa, con otro sentido de la serenidad. Tras la puerta es quiz¨¢s una de las que m¨¢s me ha gustado cantar, un alarde de sinceridad y de sencillez". El impulso y continuaci¨®n del nacimiento de la m¨²sica brasile?a, Villa-Lobos; el car¨¢cter abrumador y genial de?Pixinguinha; Antonio Carlos Jobim, esa parada intermedia en los acordes del pa¨ªs latino el t¨¢ndem acertado junto a Vinicius de Moraes; la intens¨ªsima Dolores Dur¨¢n o el falsete de Milton Nascimento. Hist¨®ricas voces entendidas desde el flamenco m¨¢s racial y m¨¢s puro de la voz de Morente y la guitarra de Josele.
"Cada vez me gusta m¨¢s conocer cosas nuevas. Cuando m¨¢s se encierra uno en uno mismo m¨¢s se empobrece. Esto me ha aportado riqueza y universalidad. Y ha salido desde lo m¨¢s profundo del alma, sin pensar tanto en tantas cosas, lo justo para que no se corroan dentro y puedan salir con alma y verdad". La suya es que ahora, por fin, puede, como su disco, amar en paz. Recordar en paz. Y volver.????
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.