Eduardo Chillida hace inventario
El ¡®Cat¨¢logo razonado de escultura¡¯ re¨²ne en 2.000 p¨¢ginas medio siglo de proceso creativo del artista donostiarra
Eduardo Chillida (San Sebasti¨¢n, 1924-2002) era un joven alumno del Colegio de Espa?a, en Par¨ªs, cuando en 1948 engendr¨® su primera escultura, Forma, una pieza modelada en yeso que un a?o despu¨¦s fue expuesta en la capital francesa. A Forma, inspirada en la escultura griega arcaica del Louvre, le siguieron otras 1.360 obras aproximadamente, hasta completar un insigne legado que situ¨® al artista vasco entre los m¨¢s sobresalientes del siglo XX. Toda esta producci¨®n escult¨®rica se recoger¨¢ ¨ªntegramente en Eduardo Chillida. Cat¨¢logo razonado de escultura (Editorial Nerea), una suerte de inventario imprescindible del autor que constar¨¢ de cinco vol¨²menes y del que ayer se present¨® el primer tomo, con las 274 creaciones realizadas entre 1948 y 1973. Los cuatro restantes se publicar¨¢n uno por a?o.
Es el resultado de un meticuloso rastreo por galer¨ªas, colecciones privadas, casas de subastas, museos... hasta dar con el listado completo de obras, algunas cuyo paradero es desconocido ¡ªel 20% aproximadamente¡ª. Cuatro a?os de investigaci¨®n que Ignacio Chillida, uno de los ocho hijos del creador, y su yerno Alberto Cobo han necesitado para ordenar cronol¨®gicamente todas las piezas, hacer una rese?a historiogr¨¢fica y corregir imprecisiones que se han arrastrado de una publicaci¨®n a otra.
Un cat¨¢logo rotundo, como las creaciones de Chillida. 375 p¨¢ginas en formato grande, escrito en castellano, euskera e ingl¨¦s, dirigen la mirada a la primera etapa creativa del autor, desde sus piezas iniciales en Francia hasta los a?os en que trabaj¨® en Hernani (Gipuzkoa) y San Sebasti¨¢n. Eran los tiempos en que cre¨® las series Yunque de sue?os, Lugar de encuentros, Alrededor del vac¨ªo o Elogio de la luz, obras como Ilarik, Lurra, los estudios del Peine del viento que comenz¨® a idear en 1952. Los a?os del hierro forjado y el acero, tan predominantes en el primer periodo, cuando tambi¨¦n se emple¨® con el bronce, alabastro, m¨¢rmol, madera o la tierra cocida.
Este cat¨¢logo es ¡°el mejor regalo que podemos hacer a nuestro padre¡±, dijo Ignacio Chillida. Servir¨¢ de referencia documental para la comunidad acad¨¦mica, comisarios, coleccionistas y amantes de la obra del artista. La publicaci¨®n es puramente descriptiva, sin ning¨²n contenido sobre la est¨¦tica del creador, salvo el apunte cr¨ªtico del pr¨®logo firmado por el catedr¨¢tico de Historia del Arte Kosme de Bara?ano.
Los autores han tenido que realizar una labor casi detectivesca, seg¨²n Cobo, para localizar algunas esculturas, documentarlas y crear una ficha individual con informaci¨®n detallada de las obras. Se han valido del archivo que Gis¨¨le Michelin, propietaria de la Galer¨ªa Maeght (Par¨ªs), con la que trabaj¨® muchos a?os Chillida, fue preparando en los a?os cincuenta y que tres d¨¦cadas despu¨¦s don¨® a la fundaci¨®n del artista, donde se continu¨® con esta labor de catalogaci¨®n. Pero para documentar algunas han tenido incluso que recurrir a las p¨®lizas de los seguros que se contrataban para transportar las esculturas.
Este proyecto, presupuestado en unos 600.000 euros, cuenta con el respaldo econ¨®mico de Fundaci¨®n Kutxa, cuyo logo, seg¨²n record¨® su responsable de la Obra Social, Carlos Ruiz, tambi¨¦n es obra del creador donostiarra. La editorial Nerea espera ¡°cubrir gastos¡±, dijo su gerente, Marta Casares, con la venta del libro (110 euros cada ejemplar). Est¨¢ pendiente la edici¨®n de la versi¨®n digital para que el cat¨¢logo adquiera ¡°difusi¨®n mundial¡±, como solicit¨® la familia Chillida.
Babelia
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