La creaci¨®n y la sordidez de Yves Saint Laurent

La huella dejada por Yves Saint Laurent en la moda, en particular, y en el arte en general, es profunda. Su talento y su personalidad, rica y autodestructiva, son lo suficientemente atractivos como para que no se haya rodado un biopic sobre su vida¡­ sino dos. La primera, la can¨®nica, la aprobada por el amante del modisto y cocreador del imperio YSL Pierre Berg¨¦, ya se estren¨® en Francia y Espa?a:Yves Saint Laurent resultaba tan cl¨¢sica como mon¨®tona, un drama realizado para no molestar a nadie de la mano de un director, el tambi¨¦n actor Jalil Lespert, sin grandes dotes para la c¨¢mara.

La segunda, la rebelde, la filmada a espaldas de Berg¨¦, que amenaz¨® con todo tipo de demandas ¡ªun enfado que no plasm¨® en los tribunales¡ª, se titula Saint Laurent, la ha dirigido Bertrand Bonello, un realizador de mucho m¨¢s peso creativo. Parafraseando el vocabulario de la moda, Bonello iba a por la alta costura, mientras que Lespert se quedaba en el pr¨ºt-¨¤-porter. Sin embargo, su estreno en el certamen de Cannes ya deprimi¨® a los espectadores. Su b¨²squeda de ese algo m¨¢s en la vida del dise?ador, fallecido en junio de 2008, su ansia por crear belleza visual con la vida de un hombre inmensamente infeliz tampoco ha cuajado.

Y eso que contaba con mejores actores ¡ªempezando por el protagonista, Gaspard Ulliel, convincente en f¨ªsico y tono¡ª, con un coguionista de prestigio, Thomas Bidegain, escritor de los filmes de?Jacques Audiard, y mayor concreci¨®n en el marco temporal de su largometraje, que se centra en la vida de artista de 1965 a 1976, aunque tambi¨¦n muestra algunos momentos de sus ¨²ltimos d¨ªas de vida. Bonello, director de Casa de tolerancia y La porn¨®grafa, est¨¢ en el festival de cine europeo de Sevilla, donde la pel¨ªcula concursa en la secci¨®n Oficial, defendiendo con ardor su ¨²ltimo largometraje. ¡°Hay muchos libros, incluso, claro, otra pel¨ªcula, para que cada uno componga su imagen de Saint Laurent. ?He sido fiel? Bueno, con todos esos elementos la gente crea su puzle. Algunos optan por un punto de vista hiperrealista, yo creo m¨¢s que mi trabajo es impresionista¡±. A Bonello le preocupaba la verdad m¨¢s que la exactitud. ¡°El problema con Berger vino por ah¨ª, porque ¨¦l es muy puntilloso hasta extremos en que esconde lo que en verdad pas¨®. Claro que me he documentado, he rodado un biopic, pero lo m¨ªo ante todo es un retrato¡±. Por la pantalla aparecen amantes, su dependencia del alcohol y las drogas, sus amigos y colaboradores, su activa vida social, mucha sordidez y tristeza, y, por supuesto, sus vestidos en pos de una mujer perfecta.

Bonello llama la atenci¨®n sobre la desconexi¨®n que fue sufriendo a lo largo de su vida de los hechos pol¨ªticos y sociales, en un hombre que siendo ya modista de fama volvi¨® a su Argelia natal a cumplir el servicio militar durante la guerra de independencia: dur¨® 20 d¨ªas en el ej¨¦rcito. ¡°De ah¨ª viene la secuencia en la que en pantalla vemos Mayo del 68, las manifestaciones por toda Europa o la invasi¨®n de Checoslovaquia y por otro su obra que se aleja de la calle¡±. Varios personajes le hablan de esa lejan¨ªa, ¨¦l mismo se define como un monstruo. Como afirma el director, ¡°Saint Laurent ten¨ªa la ambici¨®n como dise?ador de dejar su huella, algo que ha logrado innegablemente, a pesar de que a veces ¨¦l mismo se calificara de pintor frustrado¡±.