Antes de despu¨¦s
Los medios p¨²blicos, una vez m¨¢s, en uno y otro lado, fueron los grandes perdedores del conflicto, sometidos al poder pol¨ªtico
La votaci¨®n del 9-N ha recibido adjetivos calificativos para todos los gustos. Quien con mayor sinceridad defini¨® el acto, en una jornada plagada de medias verdades, fue el l¨ªder de la CUP, David Fern¨¢ndez, durante el programa especial, algo gris por seguir con adjetivos superfluos, de Jordi ?vole. Dijo que era la versi¨®n degradada del refer¨¦ndum que habr¨ªa tenido que ser. El domingo se escenificaba la potencia de movilizaci¨®n ciudadana y signific¨® una soluci¨®n para tantas manifestaciones y actos donde convocantes y autoridades no se ponen de acuerdo en la cifra de asistentes. Fue otra Diada, con un desaf¨ªo contable m¨¢s contundente que los anteriores, sustentados en la cadena humana kilom¨¦trica y la formaci¨®n de una fenomenal V.
Pero no fue el refer¨¦ndum ni la consulta porque no pod¨ªa serlo. Se sab¨ªa desde tiempo atr¨¢s. El Gobierno de Rajoy opt¨® por el sentido com¨²n frente a quienes pretend¨ªan convertir el d¨ªa en un disparate policial. Y los convocantes lograron de nuevo que los actos se desarrollaran sin dar carnaza a las cr¨®nicas de sucesos. Quiz¨¢ TVE debi¨® conceder en el canal 24 horas un seguimiento natural. Sergio Mart¨ªn, que dirige con tino las tertulias nocturnas, podr¨ªa haber liderado un espacio informativo riguroso. Pero ah¨ª se nota la mano de Moncloa, que prefiere ignorar el asunto, a ver si pasa el sarampi¨®n. Fue La Sexta, sobre todo, quien mantuvo informado al resto de Espa?a de lo que pasaba en Catalu?a. Los medios p¨²blicos, una vez m¨¢s, en uno y otro lado, fueron los grandes perdedores del conflicto, sometidos al poder pol¨ªtico.
Para pasar pantalla, como dijo Homs, hay una manera de votar, un derecho a decidir m¨¢s tangible que este derecho a decidir de uso t¨®pico, que consiste en convocar elecciones y ofrecer la claridad a los catalanes para expresar sus preferencias. No puede convocarse un refer¨¦ndum tan traum¨¢tico como el de secesi¨®n sin que antes se funde una mayor¨ªa parlamentaria en esa direcci¨®n, lo que obliga a Converg¨¨ncia a separarse de Uni¨®. Artur Mas retrasa esa cita, mientras pide para ¨¦l un martirologio que lo redima de sus trampas. Los votantes quieren opciones di¨¢fanas; tienen derecho a votar en elecciones conformes a ley. Mientras tanto, seguiremos en el d¨ªa antes del d¨ªa despu¨¦s.
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