Pedro Casablanc: "Este pa¨ªs y la picaresca no defraudan nunca"
El actor se reencarna como arquitecto en un potente mon¨®logo y retoma el papel de Luis B¨¢rcenas
Su reputaci¨®n le precede. Cuentan sus colegas que no es extra?o que haga muecas, burl¨®n, desde el escenario, desconcertando a quien deba darle la r¨¦plica. As¨ª que verle abrir la puerta de su piso en el pueblo de Torrelodones vestido con chilaba encaja perfectamente en el repertorio de Pedro Casablanc. ?l matiza que se trata de una gandora (prenda marroqu¨ª similar en hechura, pero sin capucha). As¨ª le gusta estar en casa y, al fin y al cabo, creci¨® en Marruecos, en la misma ciudad de la que tom¨® prestado su apellido art¨ªstico, y le quit¨® una "a".
Aquello del nombre de Casablanc ocurri¨® en Sevilla, donde lleg¨® para estudiar Bellas Artes. La idea de actuar ya le rondaba ¡ª"yo quer¨ªa ser Olivier en Espartaco"¡ª , y aunque su padre le animaba a que terminara y se sacara una oposici¨®n de profesor en un instituto, el tir¨®n de las tablas pudo m¨¢s. Grupos independientes de teatro, ah¨ª se curti¨®: "Eran compa?¨ªas guerrilleras de las que se viv¨ªa muy mal. Estabas 18 horas montando un tablao en un pueblo y una hora de funci¨®n. Entonces como ahora, el teatro siempre est¨¢ en crisis. Pero hoy nos encontramos en el desencanto absoluto con leyes que abogan por la destrucci¨®n de la cultura". De Sevilla lleg¨® a Madrid para unirse al elenco de la Abad¨ªa en los noventa. Ha compaginado televisi¨®n, cine y teatro, y su dominio del franc¨¦s le llev¨® el a?o pasado al Od¨¨on de Par¨ªs con un texto de Labiche.
Los pinceles de aquel destino interrumpido como pintor, permanecen en su estudio, cubiertos con una s¨¢bana detr¨¢s del sof¨¢. A Casablanc le queda poco tiempo para pintar. "Estudiar, estudiar y estudiar, ese es mi trabajo", explica. Aunque asegura que no ir¨ªa tan lejos como Spencer Tracy, con aquella definici¨®n que dec¨ªa que la actuaci¨®n se reduc¨ªa a saberse el texto y no chocar con los muebles, aprender a conciencia sus papeles es la base sobre la que construye su trabajo: "Tienes llegar a un punto en el que poder olvidarlo para dedicarte al resto".
Los malos siempre tienen algo que hacer, son personas ocupadas, tienen ambici¨®n por trepar, por tramar, mentir
El "resto" ha sido particularmente intenso este a?o. Hasta el 7 de diciembre interpreta el mon¨®logo, escrito y dirigido por el director del Festival de Avi?¨®n, Olivier Py, Hacia la alegr¨ªa en el teatro de la Abad¨ªa, un texto denso plagado de im¨¢genes, en la que Casablanc muta en arquitecto con crisis espiritual y creativa. En diciembre en Barcelona retomar¨¢ la obra Ruz / B¨¢rcenas, una coproducci¨®n del Teatro Lliure y el Teatro del Barrio. "Es una obra importante, aunque con tantos casos se ha quedado antiguo", bromea. En pol¨ªtica propiamente dicha, dice que hay malos actores y, sin embargo, en la trasposici¨®n de esas tramas reales a los escenarios ve un fil¨®n muy interesante. "La realidad es tan desmesurada que hay que trasladarla tal y como es", dice. "Este pa¨ªs y la picaresca no defraudan nunca".
Achaca a su pinta de "persona segura" el que le hayan llegado personajes de malos y poderosos. "Detr¨¢s de eso siempre hay un ser humano", reflexiona. "Y adem¨¢s los malos siempre tienen algo que hacer, son personas ocupadas, tienen ambici¨®n por trepar, por tramar, mentir". Ha interpretado desde el Tirano Banderas de Valle-Incl¨¢n ¡ª¡°su radiograf¨ªa del car¨¢cter espa?ol es tan cierta y fiel¡±¡ª hasta a Mariano Rubio en la pel¨ªcula Los d¨ªas de gloria. El papel del extesorero del PP, B¨¢rcenas, se lo propusieron el pasado enero, y al ver la transcripci¨®n del interrogatorio del verano de 2013 con el juez, exclam¨® que era imposible aprend¨¦rselo. Pero lo memoriz¨® sin saltarse una coma. "Ha sido uno de los textos m¨¢s dif¨ªciles, es crudo, lleno de cifras y fechas, sin im¨¢genes po¨¦ticas. Me gusta trabajar al l¨ªmite", explica el actor, y habla de aquel papel que hizo sin moverse, metido en una caja o del mon¨®logo en catal¨¢n (idioma que no habla) que memoriz¨® fon¨¦ticamente. ?C¨®mo lo hace? Pues arranca las p¨¢ginas y las lleva en los bolsillos, aprende y recita, cuando anda, cuando recoge la cocina, cuando conduce camino de su casa de Valencia. "No puedo estar quieto, tengo que hacer cosas mientras estudio, me pego los textos hasta en el espejo, es una obsesi¨®n", confiesa. Y todos los d¨ªas antes de la funci¨®n se vuelve a leer el texto completo. "La experiencia, la vivencia de un personaje, ocurre tanto en una secuencia rodada, como en un teatro, y yo eso de preparar un personaje no lo veo, creo que un personaje nace y vive en ese preciso momento en el que le toca vivir".
Vital, en¨¦rgico y abierto, Casablanc cuenta que cay¨® en este piso de dos plantas, inundado de luz, hace diez a?os de manera "provisional". Aqu¨ª est¨¢ el estudio con claraboya, estanter¨ªas repletas de libros (novelas de Bola?o, biograf¨ªas de actores, la vieja colecci¨®n de Austral) que recorren tambi¨¦n el resto de la casa, y las fotos de carteles de obras como La gaviota, de su abuela andaluza, de la boda de sus padres. "En esta habitaci¨®n grito y hago barbaridades". Imposible no creerle.
Hacia la alegr¨ªa. Texto y direcci¨®n de Olivier Py. Teatro de la Abad¨ªa (Madrid). Del 12 de noviembre al 7 de diciembre.?
Cuesti¨®n de gustos
1. ?En qu¨¦ obra o filme te quedar¨ªas a vivir? En la pel¨ªcula Amarcord, porque es un canto a la felicidad, a la juventud, al descubrimiento del sexo, del amor, de la buena vida.
2. ?A qu¨¦ autor de todos los tiempos invitar¨ªa a cenar? A Antonio Machado.
3. ?Cu¨¢l ha sido el mejor momento de su vida como actor? La noche del estreno de Le Prix Martin, dirigida por Peter Stein, en el teatro del Od¨¦on de Par¨ªs. Fue un sue?o hecho realidad.
4. ?Qu¨¦ encargo no aceptar¨ªa jam¨¢s? Lo har¨ªa todo.
5. ?Qu¨¦ libro o pel¨ªcula no pudiste terminar? El Ulises de James Joyce, y eso que lo intento todos los veranos.
6. ?Qu¨¦ hiciste el ¨²ltimo fin de semana? Estuve iterpretando el mon¨®logo Hacia la alegr¨ªa en el Taetro de la Abad¨ªa.
7. ?Qu¨¦ est¨¢ socialmente sobrevalorado? La belleza f¨ªsica, la ropa, las tendencias, la moda, sobre todo, la moda.
8. ?A qui¨¦n dar¨ªas el pr¨®ximo premio? El Cervantes p¨®stumo a Roberto Bola?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.