Walt Whitman: Pong¨¢monos de pie
La obra maestra del poeta estadounidense se edita ¨ªntegra en una nueva traducci¨®n
Whitman es el poeta de la Democracia, el de una Am¨¦rica que miraba con optimismo al futuro, y el de un homoerotismo de signo pante¨ªsta. Podr¨ªa haberse quedado en cualquiera de esas facetas: cantor de la igualdad, poeta nacional de los Estados Unidos, maestro del amor entre hombres. Ya eso hubiera sido mucho, pero es un poeta universal, para todos. Una edici¨®n completa y biling¨¹e de su poes¨ªa requiere una dimensi¨®n monumental que en este libro salta a la vista y al tacto, cosa que agradar¨ªa al propio Whitman. Hojas de hierbadesvela una poes¨ªa total. ¡°Maravilloso amontonamiento de visiones¡± la llama bellamente Eduardo Moga, que por algo es uno de nuestros poetas con m¨¢s experiencia y reconocimiento en la tarea de traducir a otros poetas. Su introducci¨®n cuenta muchas cosas: la biograf¨ªa de Whitman y la de Hojas de hierba. Treinta y tres a?os separan la primera edici¨®n de la definitiva, en la que Whitman quer¨ªa ser le¨ªdo y por tanto ser traducido, doble deseo que puede cumplirse aqu¨ª y ahora. El libro impone ligeramente, como deben imponernos los verdaderos cl¨¢sicos, por muy revolucionarios y vitalistas que fueran cuando irrumpieron. Tambi¨¦n relata Eduardo Moga la fortuna literaria de Whitman. Reconoce que la traducci¨®n de Borges sigue siendo insuperable, aunque fuese muy selectiva y muy borgiana. Moga traduce todo e intenta atenerse a la precisi¨®n primigenia de Whitman, buscando una suerte de transparencia. Ahora que todos los lectores cultos comprenden ingl¨¦s, comprobar¨¢n que los vers¨ªculos se parecen en extensi¨®n y en aliento, lo cual es todo para un poeta hecho de extensi¨®n y de aliento.
Los anexos en prosa resultan apasionantes para los enamorados de Whitman, y no pueden reducirse a la condici¨®n de prosaicos: sus conferencias son, como ya indicaba la oratoria antigua para los discursos de elogio, fronterizas con la poes¨ªa. Una de sus cartas fue escrita en lugar del poema que le pidieron, y trata del elemento espa?ol en el car¨¢cter nacional de los Estados Unidos: todo un lujo para nosotros y casi una profec¨ªa propia de gran poeta. En fin, los seis pr¨®logos sucesivos a Hojas de hierba forman parte de su obra po¨¦tica. Aportan una perfecci¨®n perdurable al libro en el que el poeta nos comunica algo tan enigm¨¢tico como rotundo: ¡°Ya es hora de que me explique. Pong¨¢monos de pie¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.