Pasi¨®n sobre ruedas
Discovery Max estrena el domingo 'House of cars', su primera producci¨®n propia sobre el mundo del motor
Subirse a un coche, disfrutar conduciendo y restaurar los m¨¢s impresionantes modelos de los cincuenta, sesenta, setenta y ochenta, verdaderos objetos de deseo para los muchos amantes de los autom¨®viles cl¨¢sicos. Con estas premisas nace House of Cars, la serie documental de cuatro cap¨ªtulos que Discovery Max estrena ma?ana (22.00) y que, pr¨®ximamente, tambi¨¦n se podr¨¢ ver en Italia, Pa¨ªses Bajos y B¨¦lgica.
Con este estreno, el canal da un nuevo paso en su pol¨ªtica de sacar adelante ambiciosos proyectos locales de producci¨®n propia. Fernando Jerez, director general de Discovery para Espa?a y Portugal, reconoce que el g¨¦nero del motor, junto con la magia, les ¡°funciona muy bien en el canal¡± y pensaron ¡°en producir algo m¨¢s local¡±. El siguiente paso fue llamar a varias productoras nacionales para que presentasen un proyecto. Solo una condici¨®n: ¡°Que no replicaran y no adaptasen formatos ya conocidos en Discovery como Joyas sobre ruedas o Fast & Loud¡±, a?ade Jerez.
Cada cap¨ªtulo pone especial ¨¦nfasis en el factor humano de sus protagonistas
Varias fueron las opciones, pero finalmente fue la propuesta de El Terrat (Salvados) la que convenci¨® a los directivos de la cadena por dos motivos: ¡°Primero por lo inusual del escenario, un peque?o pueblo de la sierra burgalesa en el que se erige una nave que te conduce a la cultura americana de una forma muy clara, una paradoja muy atractiva, y, segundo, Jos¨¦ Vicente, un hombre que lleva m¨¢s de quince a?os dedicado en cuerpo y alma a los coches¡±. ¡°Quer¨ªamos ver el retrato de ese negocio y creo que lo hemos conseguido¡±, apunta Fernando Jerez.
La serie, compuesta de cuatro entregas, se ha rodado en Quintanar de la Sierra, localidad que se ha volcado con el proyecto (varios de sus vecinos participan activamente en las diferentes entregas) y en la que vive y trabaja el protagonista de House of Cars, Jos¨¦ Vicente, un apasionado del mundo del motor que un buen d¨ªa decidi¨® dejar su puesto de ejecutivo en una gran multinacional para cumplir un sue?o: ganarse la vida con los coches alejado del mundanal ruido. Pero, entonces, ?qu¨¦ le llev¨® a aceptar esta aventura televisiva en un canal generalista? Su primera reacci¨®n fue decir no al proyecto porque, seg¨²n comenta, ¡°la televisi¨®n es mala, te puede perjudicar en tu vida personal¡±. Despu¨¦s de esta primera negativa, le presentaron un proyecto que le ¡°gust¨® porque respetaba mi forma de ser y de entender este negocio, poniendo especial ¨¦nfasis en el factor humano¡±.
En su taller, M&M Cl¨¢sicos, y con la ayuda de sus colaboradores, Bebe, Dani, Salva y Jos¨¦ Ram¨®n, los espectadores podr¨¢n seguir las transformaciones de algunos de los veh¨ªculos m¨¢s admirados de la era dorada del autom¨®vil, como un Corvette del 69, que ser¨¢ remozado desde la chapa y la pintura, hasta el tapizado nuevo del interior, cuidando hasta el ¨²ltimo detalle; un Gran Torino, que ser¨¢ restaurado a imagen y semejanza del coche de la m¨ªtica serie americana de los a?os setenta Starsky y Hutch; un Studebaker Champion del a?o cincuenta, que exigir¨¢ inventarse un sistema de frenos, motor, chapa, pintura y tapicer¨ªa; y un MG A Coup¨¦ del 59, un coche ingl¨¦s deportivo elegante y rompedor, que tambi¨¦n necesita un arreglo integral. Pero House of Cars no es solo una serie sobre la customizaci¨®n y recomposici¨®n de autom¨®viles: bajo el chasis de cada proyecto se esconden incre¨ªbles historias que convierten cada restauraci¨®n en un viaje al interior de cada comprador.
Tanto los responsables del programa como el propio Jos¨¦ Vicente est¨¢n abiertos, si la audiencia lo demanda, a realizar una segunda temporada pero con algunas condiciones. Jos¨¦ Vicente lo tiene claro: ¡°Quiero seguir viviendo tranquilo, y si esto se convierte en una obligaci¨®n prefiero no hacerlo, yo las cosas las hago por pasi¨®n, no por hacerme m¨¢s o menos famoso¡±. Por la otra parte la cosa est¨¢ clara, comenta Fernando Jerez: ¡°House of Cars es Jos¨¦ Vicente; sin ¨¦l no tiene sentido, har¨ªamos otra cosa diferente¡±.
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