El Festival E?e, una celebraci¨®n de las artes en tiempos dif¨ªciles
El escritor Jorge Edwards se muestra optimista ante el futuro del libro en la inauguraci¨®n del certamen en Madrid
El artefacto es un hervidor de metal con tubos como mangueras que uno se coloca en el o¨ªdo para degustar un poema a la carta. En realidad, dos: el plato principal y el postre, que los integrantes del grupo de teatro Pilpira declamaban ayer. Un plan bastante singular para aquellos que lograran escapar pronto de la oficina y asistir al primer evento del VI Festival E?e que se celebra en Madrid hasta hoy s¨¢bado por la noche.
La cola que se extend¨ªa por la entrada del C¨ªrculo de Bellas Artes, daba cuenta del tir¨®n que ha logrado esta joven convocatoria, y el guardia de la puerta ped¨ªa paciencia y alegaba alg¨²n problema con un ascensor. Desde lecturas po¨¦ticas a cargo de Gabriela Wiener y Martha Asunci¨®n Alonso, hasta una lectura de extractos de libros de terror, una funci¨®n de t¨ªteres, conferencias expr¨¦s de media hora o charlas entre escritores como Almudena Grandes, Luis Landero, Selva Almada, la oferta en el primer d¨ªa del festival era completa.
?Qu¨¦ pasa en Madrid con los festivales literarios? Dice Alberto Anaut, presidente de La F¨¢brica, la empresa de gesti¨®n cultural que impuls¨® este proyecto y la revista literaria con la que comparte nombre, que aquella pregunta fue el principio de esta cita, nacida en 2009 cuando el sentimiento de crisis empezaba a calar. Hasta ese momento la Feria del Libro en el Parque del Retiro parec¨ªa ser la ¨²nica convocatoria inamovible entre lectores y escritores, pero en otras ciudades distintas iniciativas probaban que el encuentro entre p¨²blico y autores pod¨ªa ser un terreno f¨¦rtil. ¡°En nuestro ADN est¨¢ el p¨²blico y cada vez m¨¢s entendemos que los productos de papel que queremos defender tienen que utilizar las redes y tambi¨¦n crear un punto de encuentro¡±, explica Anaut. Su propuesta fue de la mano de la revista E?e, y a diferencia de empresas similares ¡ªdesde el famoso festival de la revista The New Yorker hasta el de la revista Malpensante que logr¨® activar la vida cultural en Bogot¨¢¡ª en Madrid quisieron hacer de la literatura en castellano el tema central. ¡°El espa?ol es una lengua muy rica y variada, con un gran pasado hist¨®rico y tiene una gran llegada. Es un idioma fuerte, rico y muy expresivo¡±, apuntaba ayer el escritor chileno Jorge Edwards, cuya charla con el periodista de El PA?S Juan Cruz inauguraba el festival en la sede del Instituto Cervantes.
Edwards recordaba que su primera conferencia la dio a los 15 a?os en la Academia de Literatura del Colegio de San Ignacio de Loyola sobre un gran maestro de la novela chilena del siglo XIX, Alberto Blest Gana. Los libros, los premios y los encuentros se han sucedido en la carrera del novelista y aunque ¡°el p¨²blico ha cambiado y cambia todo el rato¡±, ¨¦l se muestra optimista: ¡°Siempre tuve una minor¨ªa de lectores as¨ª que me muestro optimista sobre el futuro de la lectura y el provenir del libro. Hay inter¨¦s por la lectura a pesar de todo¡±.
Esta edici¨®n el Festival E?e sigue la senda de otros encuentros y ampl¨ªa su convocatoria a otras ciudades: este fin de semana en Burgos y en diciembre en Panam¨¢. El Hay, con 10 festivales literarios en todo el mundo, uno de ellos en Segovia, fue pionero en este tipo de expansiones. Cristina Fuentes La Roche, directora de la secci¨®n en espa?ol, apunta que uno de los puntos fuertes de su convocatoria, es la internacionalidad: ¡°Cuando arrancamos en Espa?a en 2006 hab¨ªa cierta preocupaci¨®n porque se pensaba que cobrar entradas pod¨ªa incidir en la presencia de p¨²blico. Pero la respuesta fue s¨®lida y la idea de reunir a lectores y a gente con intereses comunes tiene fuerza¡±.
El Festival E?e tambi¨¦n opt¨® por cobrar entrada. ¡°Es imprescindible que el p¨²blico participe en la sostenibilidad de esta cita¡±, dice Anaut. Otro de los pilares del festival madrile?o tiene que ver con el espacio: reunir en el emblem¨¢tico edificio del C¨ªrculo todas las actividades. Ese sentimiento de cercan¨ªa y casi vecindad que se produce en las escaleras y distintas salas es uno de los encantos de esta cita, para el novelista argentino Rodrigo Fres¨¢n. ¡°Los festivales como los talleres funcionan como lugares de encuentro para conocer a iguales o hacer comparaciones y sentirse m¨¢s o menos¡±, explicaba. ¡°A diferencia de lo que ocurrir¨ªa con un deportista o una modelo, ver a un escritor en vivo haciendo lo que suele hacer, es decir, escribiendo, puede ser anticlim¨¢tico. Pero escribir, como dijo Fitzgerald, es como nadar bajo el agua sin respirar. Los festivales te permiten salir a tomar aire. Y al final los escritores siguen siendo una figura enigm¨¢tica¡±.
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