El Teatro Real se rinde al Britten de ¡®Muerte en Venecia¡¯
El coliseo madrile?o estrena la versi¨®n del compositor brit¨¢nico de la novela de Thomas Mann
Amor y muerte son una pareja que confluyen en la mayor¨ªa de las ¨®peras que hayamos podido escuchar. Muerte de amor extasiado para Isolda, ag¨®nica e injusta para Violetta, desesperada y tr¨¢gica la de Tosca¡ El amor tiene mil formas de llegar, pero una sola de marcharse. Benjamin Britten supo lo dif¨ªcil que es a veces el amor, y por eso dej¨® en Muerte en Venecia su propio testamento como colof¨®n a su creaci¨®n oper¨ªstica. El 4 de diciembre el Teatro Real recupera su expiraci¨®n veneciana sobre la novela de Thomas Mann en una producci¨®n que pudo verse en Barcelona en 2008.
¡°Es uno de los grandes t¨ªtulos del siglo XX y era una asignatura pendiente que ten¨ªamos en Madrid para completar el repaso oper¨ªstico del siglo pasado¡±, dice Joan Matabosch, director art¨ªstico del Teatro Real. Afirma que es una ¨®pera ¡°especial, singular y diferente¡± en la que el escritor Gustav Von Aschenbach de la novela de Mann ¡°no es el protagonista, sino que es en s¨ª la historia¡±. Este montaje ser¨¢ grabado en DVD en una de las siete funciones programadas en el Real y se enmarca en un mundo nebuloso entre canales venecianos en cuyas tranquilas aguas se esconde la muerte en forma de epidemia de c¨®lera.
El tenor brit¨¢nico John Daszak ser¨¢ el que encarne al escritor, cuya mente compleja y obsesionada con la belleza personificada en el joven Tadzio ¨Cque le conducir¨¢ a una muerte en la playa del Lido con una m¨²sica de Britten excepcional- quedar¨¢ abierta de par en par a trav¨¦s del canto. ¡°Es una ¨®pera profundamente introspectiva. Hay que convertir ese mon¨®logo interior, la impresi¨®n de su alma, en algo visible para el p¨²blico¡±, dice Willy Decker, que firma la direcci¨®n esc¨¦nica tras haber abordado otras ¨®peras del compositor de Aldeburgh como aquella Peter Grimes de la primera temporada del renovado Teatro Real.
En el foso y al mando de la Orquesta Sinf¨®nica de Madrid en versi¨®n de c¨¢mara estar¨¢ Alejo P¨¦rez, que tiene la dif¨ªcil labor de dar vida al joven Tadzio, que en escena no abre la boca. Para Britten es la orquesta la que habla por ¨¦l, con la voz de una percusi¨®n espec¨ªfica de vibr¨¢fono y glockenspiel ¨Cuna clase de metal¨®fono-. ¡°Es una partitura rica y compleja. Hay cierto perfume a minimalismo, sonidos de gamel¨¢n asi¨¢tico que no fueron explorados por Britten y una gran variedad de mundos sonoros casi simult¨¢neos en espacios muy cortos de tiempo¡±, cuenta el director.
En esta ¨®pera Britten consagra su excelencia, pone sobre la mesa la madurez de un hombre que apenas quiso salir del peque?o pueblo pesquero en el que naci¨® y, a¨²n as¨ª, compuso una cartera de obras imprescindible para entender el siglo pasado. ¡°En este caso la filosof¨ªa es el motor de la acci¨®n y el di¨¢logo interior es el que mueve la obra por completo¡±, dice Matabosch, a quien apoya Decker cuando dice: ¡°La belleza es el centro de las reflexiones de Aschenbach, que se da cuenta de que la belleza no solo hay que contemplarla, sino tambi¨¦n experimentarla. Por eso la elecci¨®n de Venecia, una ciudad hermosa que entra?a un lado peligroso que conduce a la muerte¡±.
Muerte en Venecia es una historia de amor no convencional, como lo era la propia historia de Britten con el tenor Peter Pears, al que dedic¨® buena parte de sus partituras y su eterno compa?ero. ¡°Lo de los amores no convencionales es algo de lo que podr¨ªamos hablar horas, sobre todo cuando se trata de Britten. La homosexualidad que viv¨ªa el propio compositor nunca es tratada en sus obras de una forma superficial, sino de una forma compleja y profunda, como sucede en Peter Grimes y Billy Budd¡±, cuenta Decker.
Adem¨¢s de la ¨®pera en s¨ª, se han organizado una serie de actividades paralelas con las que Thomas Mann y su ocaso veneciano han tomado Madrid. Por un lado, el ciclo de conciertos y las dos conferencias sobre el literato organizadas desde la Fundaci¨®n Juan March. Adem¨¢s, la versi¨®n cinematogr¨¢fica firmada por Visconti de esta novela de Mann podr¨¢ verse los d¨ªas 9 y 13 en la Filmoteca Nacional. En el terreno documental, la Biblioteca Nacional ha abierto una exposici¨®n sobre la muerte en Venecia de Mariano Fortuny Madrazo, en la que se exponen aguafuertes y dibujos que dialogan con esta novela del Premio Nobel alem¨¢n y reflexionan tambi¨¦n sobre la muerte de Wagner, otro que exhal¨® su ¨²ltimo aliento en la ciudad de los canales y que supon¨ªa una inspiraci¨®n muy poderosa para Mann.
Babelia
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