Matan ni?os
La violencia de g¨¦nero se escapa por las costuras. Reducirla a machismo criminal ha resultado fallido. Desde hace un par de a?os, los hijos est¨¢n siendo v¨ªctimas directas de esa ola criminal. Cada vez es m¨¢s habitual que los medios den cuenta de otro ni?o asesinado por su padre como venganza sentimental o de madres raptoras. Tambi¨¦n en las parejas homosexuales comienza a haber crimen, violencia y amedrentamiento tras el proceso de separaci¨®n. Ser¨ªa un buen momento para pararse a pensar. Los telediarios cumplieron una funci¨®n b¨¢sica al convertir en natural informar de estos cr¨ªmenes. Ya no pod¨ªan saldarse con una menci¨®n al enfermizo t¨¦rmino de crimen pasional.
Sin embargo, la televisi¨®n no acaba de entender, como le pasa a la sociedad, la dimensi¨®n del enemigo. Las medidas policiales, y m¨¢s en tiempo de crisis, se quedan cortas. No hay polic¨ªa para proteger a tanta mujer y ni?o amenazados. Es habitual ver programas de convivencia y de trifulca de pareja cuya ¨²nica base emocional sigue siendo la dominaci¨®n, el abuso, los celos y la posesi¨®n. Hay que erradicar esa conducta de nuestra tele, porque su naturalidad es enga?osa, su da?ina violencia contenida es una afrenta. El cotilleo es reiteradamente reaccionario. Habla de traici¨®n, de venganza, de humillaci¨®n, asociado a las relaciones sentimentales.
Despu¨¦s de una temporada donde eran permitidos todos los chistes contra Bibiana A¨ªdo y las pol¨ªticas de igualdad, quiz¨¢ el escalofr¨ªo nos deber¨ªa llevar a pensar a todos cu¨¢nta hipocres¨ªa se esconde bajo nuestra convicci¨®n de que no tenemos un problema. El asesino est¨¢ cerca, tan cerca que casi est¨¢ dentro. Y para erradicarlo hay que convertirlo en el protagonista, esforzarse en conocerlo, desentra?arlo y alcanzar la conclusi¨®n de que esta sociedad se ha equivocado al formular el contenido de la palabra amor. La pareja bordea ya ser una instituci¨®n de riesgo porque no se trabaja con los ni?os, desde la escolarizaci¨®n, en una doctrina de respeto que cambie el concepto de masculinidad y madurez emocional. Las autoridades eclesi¨¢sticas lograron derribar la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, pero estamos, tras los ni?os muertos de los ¨²ltimos telediarios, convencidos de que el remedio no est¨¢ en la fe y el dogma, sino en el conocimiento profundo de la complejidad humana.
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