¡®Borgen¡¯ reivindica la pol¨ªtica
La serie danesa protagonizada por una primera ministra llega a Canal + Series tras triunfar en 60 pa¨ªses
Un ensayo reciente, Dying every day (Muriendo cada d¨ªa), estudia el papel del fil¨®sofo S¨¦neca en la corte de Ner¨®n y su autor, James Romm, vuelve una y otra vez a una cuesti¨®n crucial: ?Se puede salir indemne del poder? ?Se puede ejercer el mando sin quedar moralmente tocado por las decisiones que se deben tomar? Hay pocas cosas tan alejadas de la Dinamarca contempor¨¢nea, uno de los pa¨ªses m¨¢s transparentes, igualitarios, verdes y democr¨¢ticos del mundo, como el cruel y enloquecido mundo de la dinast¨ªa Julio-Claudia. Sin embargo, esa cuesti¨®n se encuentra en el centro de la magn¨ªfica serie que Canal + Series estrenar¨¢ hoy (22.30) despu¨¦s de pasar por 60 pa¨ªses: Borgen, que relata la historia de los problemas pol¨ªticos y cotidianos de una primera ministra danesa que, por encima de cualquier otra cosa, trata de ser decente y no traicionar ni sus principios ni los de sus votantes.
¡°Es un drama de primera divisi¨®n en cualquier lengua¡±, se?ala Stephen King
La primera temporada de Borgen ¡ªnombre con el que se conoce el castillo de Christiansborg donde se encuentran los tres poderes del estado dan¨¦s¡ª relata a lo largo de diez episodios c¨®mo Birgitte Nyborg, una pol¨ªtica centrista interpretada por Sidse Babett Knudsen, se convierte en jefa de Gobierno, apoyada por una compleja coalici¨®n (m¨¢s bien cogida con pinzas). La serie est¨¢ m¨¢s cerca de El ala oeste de la Casa Blanca, por la forma en que muestra las interioridades del poder y la relaci¨®n con asesores y ministros, que de cualquiera de las dos versiones de House of cards, donde la maldad y el poder van siempre de la mano . Sin embargo, no ofrece una visi¨®n clemente o idealista de lo que ocurre entre bambalinas.
"Me hab¨ªa prometido no mentir en mis primeros 100 d¨ªas", afirma Nyborg cuando se encuentra ante su primera crisis seria. La jefa de Gobierno tiene que lidiar con el realismo pol¨ªtico ¡ª"Usted vende mis pol¨ªticas, pero yo las hago", le dice a su jefe de prensa cuando trata de influir en una de sus decisiones¡ª, con intereses econ¨®micos que tratan de frenar sus reformas, con su propia conciencia y con la conciliaci¨®n familiar. La prensa representa una aut¨¦ntica subtrama de la serie a trav¨¦s de dos coprotagonistas, la periodista de televisi¨®n Katrine Fonsmark (Birgitte Hjort Sorensen) y el asesor de comunicaci¨®n, Kasper Juul (Pilou Asbaek).
La serie, producida por la televisi¨®n p¨²blica danesa y estrenada en 2010, va por la tercera temporada y ha logrado picos de audiencia en su pa¨ªs equivalentes al 40% de la poblaci¨®n. Logra ser muy danesa pero tambi¨¦n universal. De hecho trata temas, como el espionaje, que acabar¨ªan en los titulares de medio mundo. Cuando se estren¨® en EE?UU, el novelista Stephen King escribi¨® en la revista Entertainment Weekly que era lo mejor que hab¨ªa visto ese a?o. "No se tarda mucho en entender que la pol¨ªtica danesa no es muy diferente de la estadounidense. En la televisi¨®n de EE?UU, cuando la familia y la ambici¨®n se encuentran suele triunfar (de forma muy poco realista) la familia. Aqu¨ª no se endulzan las cosas. Hay una cosa que tengo muy clara: es un drama de primera divisi¨®n en cualquier lengua".
El creador de Borgen, Adam Price, de 46 a?os, mitad brit¨¢nico y que tambi¨¦n es el chef televisivo, explic¨® a The Guardian la g¨¦nesis de la serie: "Me pareci¨® muy interesante el hecho de que en nuestras autosuficientes democracias occidentales no queramos molestarnos en defender la democracia. Quiz¨¢s ni siquiera votamos. Y es un dilema interesante: ?C¨®mo podemos defender la democracia siendo a la vez tan c¨ªnicos sobre ella?".
La serie es ante todo una reivindicaci¨®n del papel de la pol¨ªtica, sin cinismo pero sin alm¨ªbar. Y es la historia de una mujer que, desde el poder, trata de llevar a cabo una serie de reformas que cree sinceramente que pueden mejorar su pa¨ªs, a la vez que se enfrenta a la crisis que genera en su hogar, dos hijos peque?os y un marido profesor de econom¨ªa, su desaparici¨®n de la vida cotidiana. Algunos cap¨ªtulos est¨¢n encabezados por citas de Maquiavelo. Dinamarca no es, desde luego, la Florencia de los M¨¦dici, ni la Roma de Ner¨®n pero los problemas y dilemas a los que se enfrenta el pr¨ªncipe ¡ªla princesa en este caso¡ª flotan por encima de cualquier tiempo y espacio.
M¨¢s all¨¢ de las coincidencias
Cuando en el oto?o de 2010, fecha de emisi¨®n en Dinamarca de la primera temporada de Borgen, su protagonista Birgitte Nyborg lleg¨® inesperadamente al cargo de primera ministra, Helle Throning-Schmidt, actual jefa del gobierno, no contaba con llegar al cargo exactamente un a?o despu¨¦s (3 de octubre de 2011) y mucho menos con hacerlo de la misma manera que su hom¨®loga en la ficci¨®n, gracias a una coalici¨®n de partidos.
Quiz¨¢s esas coincidencias expliquen que el 83% de los daneses piensen, seg¨²n una encuesta de Gallup para Berlingske, que la serie retrata fielmente la realidad pol¨ªtica de su pa¨ªs. Siete de cada diez daneses aseguran que su ¨¦xito se debe a la humanizaci¨®n que han hecho de los pol¨ªticos. Hablan de sus problemas, de sus remordimientos, etc. Pero seg¨²n, Adam Price, productor y guionista de la serie, m¨¢s que hacer una mera radiograf¨ªa de la realidad ¡°lo que pretend¨ªamos era generar debate sobre asuntos como el liderazgo, los costes de la energ¨ªa, la prostituci¨®n o la ¨¦tica en la producci¨®n de carne de cerdo¡± (Dinamarca es el principal productor de carne de cerdo de la Uni¨®n Europea). A juzgar por las audiencias su estrategia ha funcionado en Dinamarca y otros 60 pa¨ªses m¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.