¡°El teatro debe ser ese gran amigo que te dice lo que no quieres o¨ªr¡±

Es una de las presencias constantes en el Teatro de la Abad¨ªa. Entra y sale con frecuencia desde que con 22 a?os (ahora tiene 38) entr¨® a formar parte de este centro que dirige Jos¨¦ Luis G¨®mez. Estos d¨ªas oficia de ayudante de direcci¨®n de G¨®mez en la obra Entremeses, de Cervantes, con la que el teatro celebra su vig¨¦simo aniversario de existencia (ya lo fue tambi¨¦n con la obra Grooming).Pero si algo caracteriza a Carlota Ferrer, madrile?a, es su inquietud y su curiosidad. No para quieta. Es actriz, directora de escena, core¨®grafa, entrenadora de actores¡­, todo lo que tenga que ver con el teatro, ah¨ª estar¨¢ Carlota Ferrer.

En octubre pasado consigui¨® el primer premio del XVII Certamen Nacional de Teatro para directoras de escena de Ciudad de Torrej¨®n por Los nadadores nocturnos, una obra que tras su ¨¦xito en el festival Fringe 14 se abri¨® un hueco en las Naves del Matadero del teatro Espa?ol. Los nadadores nocturnos, ideada y escrita junto a su amigo y colaborador del alma Jos¨¦ Manuel Mora. A partir de temas como la paternidad, la violencia o la soledad, la obra es una miscel¨¢nea de textos sin l¨®gica aparente en torno a unos personajes incomprendidos, marginados o damnificados del amor, que van conformando la conexi¨®n entre dos esferas, la ¨ªntima y la p¨²blica. Es una obra que rompe con los convencionalismos teatrales, en la que a trav¨¦s de voces fragmentadas se compone el paisaje humano de unos seres golpeados. Est¨¢ tan orgullosa y emocionada del trabajo en torno a Los nadadores nocturnos que habla sin pudor: ¡°Un espect¨¢culo formidable, como si no lo hubiera dirigido yo¡±.

El sal¨®n de su casa, en el centro de Madrid, es un lugar luminoso y con pocos muebles donde ensaya y estudia los m¨²ltiples proyectos en los que siempre est¨¢ metida. ¡°Yo siempre digo que soy un poco cursillista profesional. Me parece que nunca se deja de aprender y que todo est¨¢ en movimiento. No podemos parar, estamos en un momento en el que mueren muchas cosas r¨¢pidamente y aparecen otras nuevas¡±. Por no parar, est¨¢ siguiendo un curso de guitarra el¨¦ctrica y hasta ha probado con la pintura ¡ªun par de cuadros reposan en un caballete en un rinc¨®n de la estancia¡ª.

No es mujer de un solo amor teatral. Este oto?o ha protagonizado junto a ?scar de la Fuente la obra ?mame, en La Pensi¨®n de las Pulgas. Ahora dirige el estreno del taller Espectadores en Acci¨®n, iniciativa de La Abad¨ªa en la que 18 alumnos, despu¨¦s de tres a?os de curso, interpretar¨¢n un texto escrito por ellos mismos, y prepara una obra para la sala Kubik Fabrik dentro de un acuerdo con la productora La Zona, en la que se van a lanzar a cinco creadores.

A Carlota Ferrer no le van las cosas f¨¢ciles e inofensivas. Tampoco en el teatro. Ah¨ª busca la ambici¨®n, las dificultades, la incomodidad. ¡°Yo quiero aportar al teatro lo que necesito como espectadora. El espectador debe entrar al teatro de una manera y salir de otra. Est¨¢ claro que tiene que ser una experiencia est¨¦tica y emocional, que tienes que enfrentarte a algo inc¨®modo porque todo lo que nos es inc¨®modo nos hace crecer. A veces creo que tenemos que ver y o¨ªr aquello que no queremos ni ver ni o¨ªr de nosotros mismos. El teatro debe ser ese gran amigo que te dice las cosas que no quieres o¨ªr. El espectador debe encontrar un disfrute, aunque no sea complaciente¡±.

Asidua de las salas de teatro, a Ferrer le duelen esas butacas vac¨ªas que se encuentra en alg¨²n espect¨¢culo, aunque reconoce que el momento teatral est¨¢ viviendo un p¨¢lpito de creatividad y de b¨²squeda de nuevos lenguajes y formatos. Tambi¨¦n ese recurso que ella llama ¡°voy con dos sillas¡± y hago un espect¨¢culo. ¡°A m¨ª me fascina el trabajo de un actor, pero creo que el teatro es un arte total donde todo cuenta y tiene su propio significado, tanto en escenograf¨ªa, como en vestuario o iluminaci¨®n¡±, explica, despu¨¦s de reconocer que no est¨¢n los tiempos para muchas algarab¨ªas. As¨ª y todo, no se debe bajar la guardia, advierte. ¡°Es muy malo que por falta de presupuesto no se cuiden estos aspectos. La gente act¨²a con ropa de su propio armario y eso es muy malo para la industria. Aunque, claro, ahora no cabe otra para sobrevivir¡±.

Defensora a ultranza de esos peque?os espacios alternativos donde los creadores, a falta de lugares institucionales disponibles, se van dando a conocer. Es el mejor laboratorio para lanzarse a la calle y proclamar una presencia que se les niega. Presencia inc¨®moda a veces pero presencia.