Astillas de otro mundo
Ignacio Vidal-Folch con 'Pronto seremos felices' regresa con la distancia del tiempo a aquel mundo de los pa¨ªses del Este
Sus libros nacen de la c¨®lera y del escepticismo y, precisamente porque esa combinaci¨®n es imposible, Ignacio Vidal-Folch planea como ave rara sobre las letras espa?olas de los ¨²ltimos 30 a?os. Sin nada que ver entre s¨ª, hay una respiraci¨®n com¨²n con Ferrer Ler¨ªn, como si les uniese un talante ¨¢cido y a la vez piadoso, adem¨¢s del empe?o de escribir desde una libertad que apura muy bien las experiencias singulares de sus vidas. En el caso de Vidal-Folch, ha sido autor de un pu?ado de novelas heterodoxas, algunas corrosivas, como Contramundo o como La cabeza de pl¨¢stico, nunca banales, nunca nada m¨¢s que ganas de pasar el rato. El reciclaje de su experiencia period¨ªstica ha tenido soluciones muy diversas, incluida su versi¨®n m¨¢s desnuda, l¨ªrica y ambulante en unos diarios ins¨®litos. Los titul¨® con un bromazo privado: Lo que cuenta es la ilusi¨®n.
Pero otra vertiente muy f¨¦rtil ha sido su inmersi¨®n en el mundo de los viejos pa¨ªses del Este y su descomposici¨®n desde finales de los a?os ochenta. Parece todo remotamente lejano y sin embargo el pulso que Vidal-Folch impuso a su novela La libertad lo hac¨ªa todo vivaz, turbio y prematuramente melanc¨®lico. Esa descomposici¨®n se filtra hoy en esta otra novela a medio camino entre la reuni¨®n de relatos y la cohesi¨®n interna de un ¨²nico mosaico roto de sociedades trituradas sin apenas nada esperanzador. Porque Pronto seremos felices regresa con la distancia del tiempo a aquel mundo desapacible y sigue las peripecias de un pu?ado de personajes atrapados en las espirales de unas transiciones m¨¢s o menos democr¨¢ticas hacia el capitalismo con mucho de vertiginoso y matonil. El relato avanza astillado, quebrado como el mapa de aquel mundo, pero los rel¨¢mpagos l¨ªricos tienen a ratos una fuerza fulminante, como cuando "no hay que tocar nada, todo me parece bien tal como est¨¢, todas las cosas hablan, con las adecuadas proporciones de misterio y transparencia, de vidas diferentes, de otras voces, otros h¨¢bitos, de inquietudes y angustias ajenas, de diferentes modos de vivir".
Casi cada uno de los cinco cap¨ªtulos y sus protagonistas (aunque alguien olvid¨® poner el ¨ªndice) est¨¢n unidos por v¨ªnculos sutiles y uno mayor, la desolaci¨®n y la ruina, la endiablada presi¨®n de lo crepuscular y ast¨¦nico, lo incumplido y frustrado. Personajes furtivos, a veces del hampa, a veces del funcionariado de Estados mastod¨®nticos, en alg¨²n caso pr¨®speros supervivientes, pero siempre ligados a una mirada melanc¨®lica al destino de capitales y pa¨ªses maltratados por el peso de su pasado, Bulgaria, Checoslovaquia, Yugoslavia, Rumania, que casi parece que ya no existan. Invenciblemente, el cap¨ªtulo que m¨¢s persiste en la memoria est¨¢ vinculado a la emisi¨®n del juicio y ejecuci¨®n de los Ceausescu, que fueron los mismos que centraban aquella poderosa novela que fue La libertad, hoy te?ida de la iron¨ªa incluso compasiva ante las buenas intenciones.
Pronto seremos felices. Ignacio Vidal-Folch. Destino. Barcelona, 2014. 325 p¨¢ginas. 20 euros (digital, 9,99)
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