Finales a medias y cultura despedazada
El cierre de 'Los juegos del hambre' o 'Mad men' refleja una tendencia a estirar las obras
El hobbit es un cuento infantil de unas 250 p¨¢ginas. Como mucho, 300, seg¨²n qu¨¦ edici¨®n. Publicado por J.R.R. Tolkien en 1937, narra el viaje de un grupo de criaturas fant¨¢sticas hasta una monta?a custodiada por un drag¨®n. Ese mismo monte aparec¨ªa, en el horizonte, al final de la primera de las tres pel¨ªculas que el cineasta Peter Jackson y Warner Bros lograron sacar de este relato. Hab¨ªan pasado m¨¢s de dos horas y al fin se entreve¨ªa el objetivo. Tras m¨¢s aventuras y efectos especiales, El hobbit: la batalla de los cinco ej¨¦rcitos puso el pasado diciembre punto y final a la saga, parando el cron¨®metro en torno a los 500 minutos. Lo que devuelve una media de dos minutos de filmaci¨®n por cada p¨¢gina del libro, todo un monumento a la adaptaci¨®n fiel. Pero todo un s¨ªmbolo, tambi¨¦n, de la cultura serial que seduce cada vez m¨¢s al sector.
El cine, con los finales en dos partes de Crep¨²sculo, Harry Potter y el venidero desenlace de Los juegos del hambre, ofrece indicios s¨®lidos de la tendencia. Aunque parece que las novelas que Dickens ya soltaba por entregas a mediados del siglo XIX tienen pros¨¦litos en muchos m¨¢s ¨¢mbitos. Series como Breaking Bad, antes, y Mad Men, ahora, tambi¨¦n dividieron en dos su ep¨ªlogo, obligando de paso a malabarismos de l¨¦xico y de concepto como ¡°final de media temporada¡±. Y Smashing Pumpkins sac¨® su disco Monuments to an Elegy con la promesa de una segunda entrega a finales de 2015, proceso id¨¦ntico al de U2 con Songs of Innocence y el ya anunciado Songs of Experience.
¡°Evidentemente, se trata de una perspectiva comercial. Hay una competencia brutal y una lucha voraz por el p¨²blico. La idea es fidelizarlo porque es la ¨²nica forma de que esto sea sostenible¡±, explica Santiago Arroyo Serrano, director del M¨¢ster que organiza la Fundaci¨®n Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas. Tanto que, a fuerza de tensar la cuerda, se puede llegar a extremos como el videojuego Metal Gear Solid. Su ¨²ltima entrega, Ground Zeroes, ha sido aplaudida t¨¦cnicamente pero criticada por ser solo el (breve y costoso) pr¨®logo de otro producto venidero: The Phantom Pain.
¡°Se est¨¢ debatiendo si el marketing cultural tiene que ir antes, durante, despu¨¦s del proceso creativo o directamente no intervenir. ?Dejamos que el autor desarrolle su trabajo, nos metemos en ello o lo planificamos desde un primer momento?¡±, plantea Arroyo Serrano. Este peri¨®dico intent¨® preguntar a Warner Bros por las razones de tres filmes de El hobbit y dos finales para Los juegos del hambre, pero la pol¨ªtica de la compa?¨ªa es de no comentar sus decisiones comerciales. Sea como fuere, el propio experto admite el riesgo de que la creatividad acabe relegada en segundo plano, mero veh¨ªculo para hacer caja siguiendo las ideas de los directivos: ¡°Los artistas habitualmente no est¨¢n de acuerdo. A veces se cometen aut¨¦nticas tropel¨ªas¡±.
Desde luego a posteriori debi¨® de llegar la intervenci¨®n de la cadena AMC para que el ep¨ªlogo de Mad Men tuviera una parte 1, ya emitida, y una parte 2, que llegar¨¢ a partir del pr¨®ximo lunes 7 (en Espa?a, en Canal Plus). De ah¨ª que Matt Weiner, creador de la serie, no demostrara un entusiasmo especial. ¡°Es una estrategia de la emisora. Fui informado de ello¡±, declar¨® a The Hollywood Reporter tras el anuncio de AMC. En el comunicado de la emisora, en cambio, el presidente, Charlie Coller, defend¨ªa que ¡°en una era donde contenidos complejos son analizados y saboreados, es la mejor manera de estrenar los 14 episodios que quedan¡±. Una argumentaci¨®n parecida a la que plantea Michiteru Okabe, productor de Resident Evil Revelations 2, ¨²ltima entrega del c¨¦lebre videojuego de terror, que ha llegado repartida en cuatro episodios, al ritmo de uno cada semana: ¡°Los jugadores pueden disfrutar la historia m¨¢s aun, creando comunidades, debatiendo en tiempo real, imaginando qu¨¦ pasar¨¢¡±.
El comunicado del presidente de AMC subrayaba tambi¨¦n la otra clave de la estrategia, probablemente la m¨¢s importante de todas: los resultados. ¡°El primer cap¨ªtulo de la segunda mitad [del final de Breaking Bad] fue visto por el doble de espectadores que cualquier otro episodio anterior¡±. M¨¢s en general, la serie vivi¨® un cl¨ªmax desde la media de 3,8 millones que vieron en EE UU el primer mediofinal hasta los 12,3 que no se quisieron perder el ¨²ltim¨ªsimo episodio.
La taquilla sonri¨® tambi¨¦n a Los juegos del hambre: Sinsajo-Parte 1, aunque a medias: en EE UU logr¨® el mejor estreno del a?o pasado, pero se qued¨® por debajo de las dos entregas previas. Y los 90 millones recaudados por el debut de El hobbit: la batalla de los cinco ej¨¦rcitos en EE UU mejoraron los n¨²meros de los otros dos cap¨ªtulos pero no maquillaron un baj¨®n de p¨²blico respecto a la anterior saga tolkeniana de Jackson, El se?or de los anillos (que tambi¨¦n super¨® a El hobbit por goleada en nominaciones y victorias en los Oscar).
¡°Hay beneficios de consumo y las entregas crean una sensaci¨®n de anticipaci¨®n que implica al usuario como un juego normal no podr¨ªa hacer¡±, augura el productor de Resident Evil Revelations 2. Aunque la frontera entre expectaci¨®n y hartazgo puede ser extremadamente sutil. ¡°?Si tuvieras un tesoro, lo ense?ar¨ªas todo desde el principio?¡±, plantea Arroyo Serrano. El problema, claro est¨¢, es si resulta que no hay tesoro.
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