Ignacio Juli¨¤, la cr¨ªtica musical como causa
'La nostalgia no es lo que era' recoge su trabajo durante los 15 ¨²ltimos a?os en prensa
Cuando comenz¨® a escribir de m¨²sica, nombres como Lou Reed, The Velvet Underground, Bruce Springsteen o The Clash, que a ¨¦l le fascinaban, sonaban a chino para la inmensa mayor¨ªa de los lectores. Pero era lo que menos le importaba. Su motor de propulsi¨®n era la necesidad de compartir y discutir la experiencia de escuchar esas canciones que le volaban la cabeza. ¡°Solo entiendo la vida dedic¨¢ndome a algo que me apasione, de lo contrario ser¨ªa insufrible¡±, afirma Ignacio Juli¨¤ (Barcelona, 1956), uno de los m¨¢s influyentes cr¨ªticos musicales espa?oles desde que empez¨® a escribir en 1977 en la revista de ¡°prensa marginal¡± Star. Entonces, ten¨ªa 21 a?os y se reconoc¨ªa un ¡°apasionado del cine y la m¨²sica desde la infancia¡±, algo que, a d¨ªa de hoy, sigue siendo, como se puede comprobar en su ¨²ltimo libro, La nostalgia no es lo que era (Alternia Editorial), una antolog¨ªa de su trabajo durante los tres ¨²ltimos lustros en prensa escrita, bien sea en EL PA?S, Babelia, Cultura/s, Rockdelux o Ruta 66.
¡°Es natural que acabara escor¨¢ndome hacia la cr¨ªtica rock, un mundillo m¨¢s fr¨ªvolo y hedonista que el de la cr¨ªtica cinematogr¨¢fica, en aquellos d¨ªas dominada por planteamientos progres hoy superados¡±, recuerda. ¡°Descubrir que te mandaban discos promocionales y te invitaban a los conciertos fue clave¡±, reconoce cuando se refiere a sus primeros pasos en Star, que abandon¨® para dar el salto a otra cabecera hist¨®rica como Vibraciones y, de ah¨ª, a Rock Spezial y Rockdelux hasta fundar en 1985 Ruta 66, su casa, la revista a la que, junto con Jaime Gonzalo, otra firma ilustre entre los aficionados al rock y nada complaciente como ¨¦l, imprimi¨® su car¨¢cter. Un car¨¢cter que, abrazando el rock¡¯n¡¯roll como causa, pasaba por una cr¨ªtica fiera y arrolladora, que conjugaba al mismo tiempo conocimiento de erudito con emoci¨®n de aut¨¦ntico aficionado.
¡°En los 70 le¨ªamos la prensa musical francesa. Revistas como Rock&Folk y Best daban un enfoque cultural a un fen¨®meno, el rock, que aqu¨ª todav¨ªa se trataba desde la perspectiva de las publicaciones para fans. Muchas fotos a todo color, textos superficiales y entrevistas maravilladas¡±, cuenta. ¡°Luego entraron los semanarios brit¨¢nicos, con NME a la cabeza, donde descubr¨ª a los cr¨ªticos estadounidenses Lester Bangs y Greil Marcus, que podr¨ªa considerar mis mentores, y tambi¨¦n a firmas brit¨¢nicas de mi generaci¨®n como Paul Morley, Jon Savage o Nick Kent¡±, a?ade este autor de biograf¨ªas de The Velvet Underground, Bruce Springsteen o Sonic Youth, un escritor con un estilo lleno de garra, anclado en una magn¨¦tica prosa.
Uno de los asuntos principales de La nostalgia ya no es lo que era es preguntarse por el papel del cr¨ªtico musical en la actualidad. Juli¨¤, quien en el pr¨®logo del libro reconoce que sus capacidades cr¨ªticas ¡°han ido sedimentando entre la incredulidad y la experiencia¡±, asegura que la figura del cr¨ªtico ha quedado sepultada ¡°en un oc¨¦ano de opinadores espont¨¢neos¡±. ¡°Me parece muy saludable aunque esto haya rebajado nuestro perfil profesional. Quiero pensar que la experiencia ser¨¢ un lastre pero tambi¨¦n una ventaja frente a las nuevas generaciones. En estos tiempos de acceso total e inmediato a la cultura, el criterio de quien ha visto solaparse las d¨¦cadas y los movimientos musicales puede ser valioso para navegar por la abundancia indiscriminada y el continuo reciclaje del pasado¡±, explica. Y, a diferencia del famoso eslogan de la generaci¨®n punk, cree que el futuro en papel s¨ª existe: ¡°Creo que las publicaciones de papel tienen todav¨ªa viabilidad si logran convertirse en producto exquisito para minor¨ªas, pero nunca recobrar¨¢n sus tiradas e influencia de anta?o¡±.
?Su mejor recuerdo en tan dilatada carrera? ¡°La mejor experiencia ha sido poder vivir regularmente de este oficio hasta hoy¡±, asegura Juli¨¤, quien reconoce que el cr¨ªtico musical sigue siendo visto en Espa?a como ¡°un bicho raro¡± al que le embarga, adem¨¢s, un ¡°permanente desasosiego¡± si es freelance. ?Y alguna vez ha pensado en tirar la toalla? ¡°Cada lunes por la ma?ana al encender el ordenador, claro. Pero el viernes a medianoche, tras unos discos y unas cervezas, me siento muy afortunado de poder seguir en esto. En cualquier caso, a los 58 a?os, es ya tarde para opositar a bur¨®crata o estudiar Derecho, me temo¡±.
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