La mirada esc¨¦ptica
M¨¢ximo era un pintor que escrib¨ªa, un fil¨®sofo de urgencia, un hombre crecido en los peri¨®dicos
Entre las muchas tristezas de este a?o, desde la p¨¦rdida de Lauren Bacall a la de Alfredo di Stefano, hay que anotar, antes del cierre, la de la mirada de M¨¢ximo San Juan, ese artista de m¨²ltiples registros, due?o de un poderoso sentido del humor y de un terrible sentido de la exigencia. M¨¢ximo era un pintor que escrib¨ªa, un fil¨®sofo de urgencia, un hombre crecido en los peri¨®dicos que pertenec¨ªa a esa generaci¨®n de espa?oles que llegaron tarde al hero¨ªsmo y pronto a la tecnocracia. Como todos ellos, vivi¨® el mal humor del franquismo, la incomodidad de la censura (a la que M¨¢ximo dedic¨® una Carta abierta, t¨ªtulo de uno de sus libros), y la efervescencia de la Transici¨®n.
"?C¨®mo est¨¢ M¨¢ximo?¡±, nos pregunt¨¢bamos sus amigos cuando dej¨® de publicar en su ¨²ltimo apeadero period¨ªstico, el diario ABC, por evidentes razones de salud. M¨¢ximo no estaba bien. Hab¨ªa dejado incluso de pasear por su barrio de El Viso y, aunque segu¨ªa comprando los peri¨®dicos de papel, era ya un general retirado de la lucha de las ideas. Como se dice de los grandes estrategas, se hab¨ªa desvanecido; ya era un reservista sin galones.
Pero, en su larga carrera de presencia activa y brillante en la prensa espa?ola, los hab¨ªa conquistado todos. Su etapa central est¨¢ vinculada a EL P?IS, donde, durante 30 a?os, dej¨® su mirada diferente sobre las cosas que suced¨ªan a su alrededor. Como Chumy Ch¨²mez (con el que tuvo una cierta rivalidad no desprovista de afecto), o el tan presente El Roto, M¨¢ximo cre¨ªa que para hacer un dibujo aparentemente intemporal, v¨¢lido para todas las estaciones y estados de ¨¢nimo, que irritase a los poderosos y capaz de consolar a los m¨¢s d¨¦biles, hab¨ªa que empaparse de todo, conocerlo todo, vivirlo todo, ir al teatro (tanto o m¨¢s que su hijo Alberto), ver las pel¨ªculas que valen la pena y asistir a las exposiciones. Lo hab¨ªa dicho Albert Camus: ¡°El mejor homenaje al futuro es entreg¨¢rselo todo al presente¡±.
El se lo entreg¨® desde sus primeros trabajos (siempre dibujos luminosos, de trazo firme, con textos ir¨®nicos, ingeniosos, transidos de cierta desconfianza castellana) en los peri¨®dicos Pueblo y Arriba o en las revistas SP, Por Favor, La Codorniz y Triunfo. Al tiempo, escrib¨ªa tenaz, cuidadosa e inteligentemente. Todo ello para construir una obra firme y consecuente, llena de gui?os y matices, consciente de que, a pesar de que todo invita al escepticismo, es mejor, ante la duda, ayudar a que la aventura de los hombres sea un poco m¨¢s llevadera.
En mi cuarto de trabajo cuelga un dibujo suyo que representa a un hombre vestido tan solo con una p¨¢gina de un libro en lugar de la cl¨¢sica hoja de parra. Me lo cambi¨® por una cartera de ejecutivo, tras un viaje que hicimos juntos a Barcelona para ver una antol¨®gica de Joan Mir¨® que, en el desayuno del hotel en el que coincidimos, nos firm¨® el cat¨¢logo. Yo perd¨ª ese aut¨®grafo, pero me queda el consuelo de su hombre desnudo e ilustrado, y la frase que dec¨ªamos siempre en los entierros, y que yo repetir¨¦ hoy en el suyo: ¡°Somos supervivientes¡±. Porque hay personas, como M¨¢ximo, que en palabras de Horacio, no mueren del todo.
Miguel Angel Gozalo es periodista y fue presidente de la Agencia EFE
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