Estatuas
Veo la estatua que reproduce el careto de Sonia Castedo y deduzco que ese tributo solo lo puede haber esculpido su peor enemigo
No siendo insensible al encanto o al misterio de las estatuas (escalofr¨ªos me da la indescifrable sonrisa de uno de los reyes en los templos de Angkor, te quedas pasmado al ver la imponente figura de los faraones en el desierto de Abu Simbel) y creo que no se precisa ninguna licenciatura en bellas artes para sentir la belleza paseando por el museo Rodin en Par¨ªs, observando en Florencia las esculturas de Miguel ?ngel o recorriendo el ya cerrado (qu¨¦ verg¨¹enza) Chillida Leku.
Y, por supuesto, es justo y necesario que los artistas, cient¨ªficos, sabios, creadores y otra gente excepcional que han contribuido a lo largo de la historia a que la siempre aterradora Tierra mereciera ser habitada, a proporcionar a sus semejantes belleza, conocimiento, ¨¦xtasis, alivio de la enfermedad y del dolor, progreso y otras benditas cosas, sean recordados durante su existencia y por la posteridad mediante estatuas, avenidas, placas en sus casas natales, homenajes a perpetuidad, esas cosas.
Pero resulta que esas ansias de perdurar en la agradecida memoria de los humanos tambi¨¦n genera adicci¨®n en pol¨ªticos envilecidos, en presuntos y probados delincuentes, en saqueadores del dinero p¨²blico que fueron legitimados por las urnas, caciques de modales suaves o de horca y cuchillo, personas que utilizaron el poder para su exclusivo beneficio, criminales masivos, protagonistas soeces o cultivados de la historia de la infamia.
Leo un hilarante reportaje en este peri¨®dico sobre la afici¨®n de diversos profesionales del fango, con cargos trascendentes y duraderos en el s¨®rdido negocio de la pol¨ªtica, g¨¢nsteres imputados o ya condenados a dejar su grandiosa huella para la eternidad mediante tallas, calles y placas honor¨ªficas. Veo la estatua que reproduce el careto de Sonia Castedo (ella posa al lado de su efigie con risa desbocada) y deduzco que ese tributo solo lo puede haber esculpido su peor enemigo ya que asocio esa estatua a una mezcla de la ni?a de El exorcista y de Chucky, el mu?eco diab¨®lico. Pero el contenido po¨¦tico del cartel que le acompa?a tambi¨¦n es impagable. Dice as¨ª: ¡°Valiente mujer naciste, correcta t¨² te portaste, luchando por Alicante, entre todos destacaste¡±. Solo superado por la certidumbre de Carlos Fabra ante el monumento que le dedicaron: ¡°Me encanta saber que inspiro a los artistas¡±.
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