Mosc¨², a?o 1937
La nueva sociedad moscovita que despuntaba en 1937 culminaba con una terrible onda represiva de Stalin
Hay annus mirabilis y annus horribilis. En lo que concierne a la historia de Mosc¨², capital de la URSS, 1937 fue ambas cosas y ello es lo que realza su significaci¨®n, comparable en ese sentido a lo que represent¨® 1968 para la historia europea. No fue precisamente el azar lo que en uno y otro caso dio lugar al haz de convergencias. Por una parte, el proceso de mutaciones econ¨®micas sovi¨¦ticas iniciado tras la deskulakizaci¨®n y la hambruna de 1932-1933 permit¨ªa que por primera vez despuntase el alumbramiento de la nueva sociedad, y nada mejor que Mosc¨², la sede del poder, para expresarlo. Pero en la vertiente opuesta, la onda represiva de Stalin, desencadenada tras el asesinato de Kirov, culminaba en 1937 con la puesta en marcha del Gran Terror. El sue?o de la conversi¨®n de la patria del socialismo en microcosmos del que surgiera la nueva humanidad se trocaba en una pesadilla, en cuyo interior la destrucci¨®n f¨ªsica de los hombres iba a superar todo l¨ªmite imaginable.
El sue?o de la conversi¨®n de la patria del socialismo en microcosmos del que surgiera la nueva humanidad se trocaba en una pesadilla
El magn¨ªfico libro de Schl?gel lleva el t¨ªtulo, tal vez inexacto, de Terror y utop¨ªa. Inexacto ante todo porque el autor lo titul¨® en alem¨¢n Terror und Traum, y "Traum" es sue?o, no utop¨ªa. La dimensi¨®n ut¨®pica resulta innegable, en cuanto supuesto ideol¨®gico fundacional de la Rusia comunista, pero los rasgos de la transformaci¨®n ¡ªdesde la planificaci¨®n de Mosc¨² hasta un fingido consumo de masas¡ª encajan m¨¢s en el sue?o de poder del estalinismo. Como prueba Schl?gel al analizar uno tras otro los haces de esa realidad, al modo de las categor¨ªas filos¨®ficas del islam siempre impregnadas de religi¨®n, cada relato en apariencia positivo encierra el desenlace terrible de la represi¨®n, tr¨¢tese de un congreso de ge¨®logos o del regreso de un patriota exiliado. En esta sucesi¨®n de aciertos, el principal consiste en arrancar con la evocaci¨®n de El maestro y Margarita, de Bulgakov, para hablar sobre la vida de los ciudadanos de Mosc¨² bajo la sombra invisible de la NKVD.
A favor de una doble centralidad, la de 1937 como punto de encuentro en el tiempo de los procesos, de cambio y de terror, que caracterizan a la Rusia de Stalin, y de Mosc¨² en cuanto espacio ¡ªurbano, sociol¨®gico, cultural, pol¨ªtico¡ª donde aquellos se concentran, Schl?gel va desplegando ante el lector las piezas de un puzle de elementos dispares, pero que una vez reunidos generan una imagen compleja en su gestaci¨®n ¡ª?qu¨¦ relaci¨®n pod¨ªa existir entre la convocatoria de elecciones y el terror de masas?¡ª, y articulada en los resultados, casi sin fisuras.
El an¨¢lisis del cronotopos, del marco en que se funden tiempo y espacio siguiendo a Bakhtin, da como balance que procesos opuestos en principio respondan a un proyecto deliberado, el del estalinismo, consistente en la creaci¨®n de la "unidad del pueblo sovi¨¦tico", por la forja de un nuevo sentimiento comunitario en torno a los logros del socialismo, y la permanente depuraci¨®n, que evitar¨ªa toda tentaci¨®n de pluralismo y oposici¨®n interna. El sue?o llevaba dentro la inevitable pesadilla. Conviene recordar que si 1937 registra el c¨¦nit del terror asesino, en cuanto al Gulag, el m¨¢ximo se alcanza en 1953, el a?o de la muerte de Stalin.
La onda represiva de Stalin, desencadenada tras el asesinato de Kirov, culminaba en 1937 con la puesta en marcha del Gran Terror
Una composici¨®n m¨²ltiple, donde se suceden las aproximaciones al urbanismo y a la historia cultural, el estudio pormenorizado de los dos primeros grandes procesos m¨¢s la gestaci¨®n del tercero (punto culminante del libro en lo pol¨ªtico, con la rese?a de la celebraci¨®n del 7 de noviembre por Stalin y los suyos) y la monograf¨ªa sobre la f¨¢brica de autom¨®viles Stalin, tiene inevitablemente sus puntos d¨¦biles (la guerra de Espa?a, el acomodaticio embajador norteamericano Davies). Por encima de ello, no es solo un libro que "invite a pensar", como sugiere una rese?a. Al lado de Los susurrantes, de Orlando Figes, constituye la mejor radiograf¨ªa de la sociedad sovi¨¦tica bajo Stalin.
Terror y utop¨ªa. Mosc¨² en 1937. Karl Schl?gel. Traducci¨®n de Jos¨¦ An¨ªbal Campos. Acantilado. Barcelona, 2014. 999 p¨¢ginas. 45 euros
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