Fernanda Canales: ¡°Construimos a partir de destrucciones¡±
La mexicana culmina una historia de la arquitectura del ¨²ltimo siglo en su pa¨ªs. Su obra retrata la modernidad huyendo de prejuicios y folclorismos.
La proyectista Fernanda Canales (M¨¦xico DF, 1974) ha hecho historia escribiendo una historia. Tras diez a?os de investigaci¨®n, ha publicado dos vol¨²menes -Arquitectura en M¨¦xico, 1900-2010 (Arquine)- que explican la modernidad arquitect¨®nica de su pa¨ªs con contexto, ra¨ªces y consecuencias. Investigar la historia le ha servido para hacer autocr¨ªtica y para transformar lo que construye. ¡°Antes sent¨ªa que un proyecto ser¨ªa bueno si se parec¨ªa a lo que estaba haciendo alguien m¨¢s o si aparec¨ªa en las revistas. Ahora hago proyectos con los errores que los profesores me empujaron a evitar. Creo que esos errores har¨¢n que el espacio funcione¡±.
Autora de proyectos como el Centro Cultural Elena Garro (2012) en DF o el Centro de Estudios Superiores de Dise?o (2008) en Monterrey, Canales cuenta que muchas de las historias de la arquitectura mexicana llegaron desde el exterior. Desde fuera se decidi¨® qu¨¦ era lo moderno y se folkloriz¨® la imagen de lo construido. Adem¨¢s, ese recuento de los edificios del siglo XX estaba escrito a trozos. Quedaban temas pendientes como el urbanismo, el dise?o, los profesores o los disc¨ªpulos. Ni siquiera Luis Barrag¨¢n, el arquitecto mexicano m¨¢s importante del siglo XX, tuvo una monograf¨ªa hasta que cumpli¨® 74 a?os: ¡°Y aun entonces se la hicieron en Nueva York, en el MOMA¡±.
PREGUNTA.?Y gan¨® el Pritzker cuatro a?os despu¨¦s.
RESPUESTA. S¨ª, tras la muestra del MOMA y antes de que consiguiera el reconocimiento interno. En M¨¦xico se le criticaba. Se consideraba escenogr¨¢fico. Era independiente, una figura aislada sin v¨ªnculo con la universidad. Por eso durante a?os se le dio la espalda.
P.??Qu¨¦ otros proyectistas fueron menospreciados?
R.?Alberto Arai, autor de los frontones de la Ciudad Universitaria, o Augusto P¨¦rez Palacios, que dise?¨® el estadio ol¨ªmpico, recibieron reconocimiento pero luego se perdi¨® su rastro. No hay publicaciones tampoco sobre Ruth Rivera, la hija de Diego Rivera, que fue la primera arquitecta graduada en el Polit¨¦cnico. Los archivos en M¨¦xico no forman parte del patrimonio protegido. Eso hace que la historia sea incompleta.
P.?Es la primera vez que una mujer escribe una historia de la arquitectura. ?Altera su mirada la informaci¨®n seleccionada?
R.?He tratado de ser m¨¢s integradora: cuento menos la historia de los arquitectos y m¨¢s la de la ciudad.
"La historia de la arquitectura mexicana se ha contado a partir de 20 figuras clave y hab¨ªa m¨¢s. El propio Barrag¨¢n ten¨ªa socios. Esta es una historia de las historias no contadas"
P.??Qu¨¦ prejuicios ha tratado de evitar?
R.?La historia de la arquitectura mexicana se ha contado a partir de 20 figuras clave y hab¨ªa m¨¢s. El propio Barrag¨¢n ten¨ªa socios. Esta es una historia de las historias no contadas. Hubo utop¨ªas que no se construyeron que han dado pie a proyectos. La Ciudad Universitaria hubiera sido impensable sin un proyecto anterior de Villagr¨¢n con sus alumnos. Incluso el nuevo aeropuerto [que construir¨¢ Norman Foster con Fernando Romero, yerno de Carlos Slim] tiene ra¨ªces hist¨®ricas en el que Alberto Kalach y Teodoro Gonz¨¢lez de Le¨®n propusieron.
P.?En los sesenta, Mario Pani ya abord¨® el problema de la densidad y construy¨® un barrio para 100.000 habitantes. ?C¨®mo dise?ar una ciudad que parece no tener l¨ªmite?
R.?Despu¨¦s del proyecto ol¨ªmpico de 1968, DF dej¨® de verse de manera conjunta. Luego se ha construido una ciudad indeterminada. La historia arquitect¨®nica de los ¨²ltimos 50 a?os en M¨¦xico ha dejado visiones fragmentarias y de corto plazo.
P.?Pero M¨¦xico tuvo un mismo partido en el poder, el PRI, a lo largo de 60 a?os.
R.?Incluso as¨ª no ha habido continuidad pol¨ªtica para construir las ciudades. Somos un pa¨ªs acostumbrado a construir a partir de destrucciones. El periodo nuevo hispano destruye la arquitectura precolombina y el siglo XXI no reconoce como patrimonio hist¨®rico el del XX. Solo dos proyectos, la casa de Barrag¨¢n y la Ciudad Universitaria, est¨¢n protegidos, y porque son patrimonio de la Unesco.
P.??La modernidad uniformiz¨® las ciudades?
R.?S¨ª, pero, curiosamente, la primera modernidad mexicana no fue un producto importado. Naci¨® de ideas de la ¨¦poca y trabajaba con herramientas, materiales y costumbres locales simplific¨¢ndolos. Puede verse en el trabajo de Juan O¡¯Gorman: un muro de cactus, por ejemplo. Han sido las ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XX y esta primera del XXI las que han hecho que las ciudades se parezcan cada vez m¨¢s unas a otras.
P.??Qu¨¦ las acerca?
R.?Se han convertido en territorio y los monumentos son los mismos. Antes Oaxaca era muy distinta a Veracruz y ahora todas tienen infraestructuras anodinas similares: supermercados o centros comerciales, y el mundo entero encarga edificios simb¨®licos a los mismos proyectistas. Eso rompe cualquier s¨ªmbolo.
P.??La arquitectura latinoamericana puede indicar una v¨ªa de futuro por su costumbre de trabajar con pocos medios?
R.?En sentido estricto s¨ª, pero puede convertirse en un discurso vac¨ªo si s¨®lo se toman las referencias visuales y se desestiman las din¨¢micas de autoconstrucci¨®n.
P.?Hacer este libro la ha transformado como arquitecta.
R.?Completamente. Cuando estudi¨¦ en M¨¦xico en ning¨²n momento fuimos a visitar una obra del siglo XX. Tampoco aprendimos el nombre de ning¨²n urbanista, m¨¢s all¨¢ del deslumbramiento por lo que ocurre fuera y el desconocimiento de lo que ocurre dentro. En 1992, cuando empec¨¦ a estudiar, las referencias eran opacadas por la figura de Barrag¨¢n, por lo que produc¨ªan sus disc¨ªpulos, vaya. El siglo XX no parec¨ªa tener nada m¨¢s. El pasado estaba revisado, historiado, pero no el siglo XX. Por eso quise entender qui¨¦nes eran los que decid¨ªan c¨®mo ser¨ªan las ciudades cuando estas crecieron m¨¢s que en toda su historia.
P.??Un arquitecto puede acartonar su obra cuando conoce tan exhaustivamente la historia?
R.?Tras hacer el libro, me doy cuenta de que debo regresar a lo que cre¨ªa antes de empezar a estudiar. Debo borrar lo aprendido y volver a ver sin prejuicios, como un ciudadano m¨¢s que como un arquitecto.
P.??Por qu¨¦? ?Los modelos estaban mal elegidos?
R.?Primaban los valores formales y el discurso conceptual. Era considerado cursi hablar del espacio interior. Ha sido un error olvidarnos de que la arquitectura tiene tambi¨¦n que ver con trabajar con la mano y con el cuerpo. El orden geom¨¦trico abstracto y todo lo que tiene que ver con el exterior ha pesado mucho m¨¢s que la manera en que deb¨ªan utilizarse los espacios. Aunque suene muy b¨¢sico, esa parte tan esencial se nos hab¨ªa olvidado.
"La fortificaci¨®n de los edificios lo ¨²nico que hace es aumentar el contraste y la agresividad. Cuanto m¨¢s arquitectura prepotente hagamos, m¨¢s lo fomentaremos"
P.?En muchas ciudades latinoamericanas se levantan arquitecturas agresivas para proteger a quienes viven en ellas. ?Es ese el futuro de las ciudades?
R.?La fortificaci¨®n de los edificios lo ¨²nico que hace es aumentar el contraste y la agresividad. Cuanto m¨¢s arquitectura prepotente hagamos, m¨¢s lo fomentaremos. Hacer el libro me sirvi¨® para ver c¨®mo se han tratado los mismos temas en distintas ¨¦pocas. Y la seguridad es una constante. Mi generaci¨®n cree que nos ha tocado el tema de la seguridad como a ninguna otra y estamos lidiando con la guetificaci¨®n de las ciudades (gated comunities) como si fuera algo nuevo. Si revisas la historia, en la ¨¦poca de la revoluci¨®n mexicana o con los primeros edificios modernos, Enrique Y¨¢?ez hizo una casa en la que dejaba agujeros en la fachada para que los usuarios pudieran sacar el rifle.
En octubre de 1968, tras la matanza de Tlatelolco en la plaza de las Tres Culturas, empez¨® a temerse el espacio p¨²blico de la ciudad. Se comenz¨® a ver la plaza no como un lugar c¨ªvico sino como un riesgo. M¨¢s de 30 personas juntas eran un peligro. Esta visi¨®n de un Gobierno totalitarista empieza a anular cualquier dise?o de espacio p¨²blico, lo privatiza. Pero el DF de los ¨²ltimos s¨ª ha salido m¨¢s a la calle. Ha cambiado, sabe que debe quitar muros.
P.?En su pa¨ªs recuperan el espacio p¨²blico cuando en Espa?a se est¨¢ privatizando.
R.?El espacio p¨²blico existe cuando la sociedad se apropia de ¨¦l. En M¨¦xico hay una tradici¨®n de apropiaci¨®n desmedida: los mercados, los puestos callejeros. M¨¢s del 70% de lo que se construye es informal. As¨ª que la naturaleza de apropiaci¨®n es paradigm¨¢tica, pero se puede salvar la segregaci¨®n social gracias al peso de la arquitectura informal. La democratizaci¨®n de los espacios terminar¨¢ por imponerse en el mundo.
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