La decadencia de Al Yazira
La cadena catar¨ª ha ido perdiendo el prestigio e influencia que ten¨ªa
Al rebufo de la guerra de Irak del 2003, la emisora de televisi¨®n por sat¨¦lite Al Yazira alcanz¨® su mayor cuota de popularidad e influencia. Con un ambicioso despliegue de medios, la cadena catar¨ª se propuso ofrecer otro punto de vista al presentado por la prensa estadounidense, muy controlada por el Pent¨¢gono. La irrupci¨®n de la emisora supuso una r¨¢faga de aire fresco al fosilizado panorama medi¨¢tico ¨¢rabe, plagado de televisiones y diarios aduladores de los aut¨®cratas de la regi¨®n. Sin embargo, atrapada en la mara?a de la Primavera ?rabe y acosada por nuevos competidores, su prestigio e influencia se ha ido marchitando.
¡°Al Yazira ha perdido la condici¨®n de medio de referencia en el mundo ¨¢rabe que pose¨ªa hace unos a?os. Ya no es capaz de determinar la narrativa de los acontecimientos. Su mayor sesgo y la comisi¨®n de numerosos errores factuales han da?ado su credibilidad¡±, sostiene Rasha Abdul¨¢, profesora de Periodismo y Comunicaci¨®n en la Universidad Americana de El Cairo. Si bien no hay datos oficiales sobre sus cifras de audiencia en la regi¨®n, la percepci¨®n mayoritaria es que su popularidad ha menguado sustancialmente. Excepto durante las retransmisiones de las competiciones de f¨²tbol europeas, ahora es raro encontrar un bar u otro espacio p¨²blico en El Cairo en cuya televisi¨®n est¨¦ sintonizada Al Yazira.
En un principio, el estallido de las revueltas ¨¢rabes fue una bendici¨®n para el conglomerado catar¨ª, pues dispar¨® su n¨²mero de telespectadores. Nadie ten¨ªa una red de corresponsales en la regi¨®n tan tupida como la de Al Yazira para cubrir un acontecimiento tan inesperado como espectacular: la ca¨ªda en cadena de varios dictadores ¨¢rabes vistos como intocables. Su cobertura favorable a las tesis de los revolucionarios coincid¨ªa con la posici¨®n mayoritaria de la opini¨®n p¨²blica ¨¢rabe. No obstante, el so?ado tr¨¢nsito hacia la democracia y la libertad acab¨® siendo un camino de espinas, a medida que la lucha por el poder resucitaba viejas rencillas pol¨ªticas y sectarias, y creaba otras nuevas.
Desde su creaci¨®n en 1996, el conglomerado televisivo fue acusado de perseguir los intereses de la pol¨ªtica exterior catar¨ª. No en vano, es propiedad de la familia real de este pr¨®spero emirato del Golfo P¨¦rsico. Sin embargo, no ha sido hasta los ¨²ltimos a?os que estas cr¨ªticas han sido amplias. ¡°La p¨¦rdida de independencia y de profesionalidad de la emisora ha sido enorme. Ahora simplemente difunde las tesis de los Hermanos Musulmanes, un aliado de Qatar. Pero al principio, revolucion¨® los medios ¨¢rabes de forma muy positiva¡±, comenta Abdul¨¢. El portavoz de la emisora, Osama Saeed, niega estas alegaciones: ¡°Nosotros damos voz a todas las partes, incluida las figuras de oposici¨®n. En una regi¨®n, la norma es solo cubrir a los gobiernos, por eso se nos ataca¡±.
El estallido de las revueltas ¨¢rabes elev¨® el n¨²mero de espectadores
El investigador Georges Fahmi, del think tank Carnegie Endowment, con base en Beirut, ofrece una cr¨ªtica m¨¢s matizada. ¡°Es cierto que su cobertura es sesgada, pero todas las televisiones lo son. Al Yazira se ha visto atrapada por la polarizaci¨®n entre islamistas y laicos en el mundo ¨¢rabe. Ellos apoyan a los islamistas, y por eso han perdido una parte de su audiencia¡±, sostiene Fahmi. Y no solo han perdido telespectadores, pues desde 2011, decenas de sus profesionales han abandonado la cadena alegando su marcado sesgo y p¨¦rdida de unos est¨¢ndares m¨ªnimos de profesionalidad.
En ning¨²n escenario es tan evidente la politizaci¨®n de la cadena como en Egipto. El emir de Qatar sell¨® una estrecha alianza con el l¨ªder islamista Mohamed Morsi, primer presidente elegido libremente a trav¨¦s de las urnas. Tras el golpe de Estado que lo derroc¨®, Al Yazira se convirti¨® en el azote de las nuevas autoridades militares, que clausuraron todas las emisoras del pa¨ªs. El Cairo lleg¨® a arrestar a tres reporteros de la cadena -dos de ellos con pasaportes extranjeros- y a condenarlos a largas penas de c¨¢rcel por ¡°colaborar¡± con los Hermanos Musulmanes, considerados un grupo terrorista. Se considera que estos cargos fueron inventados como parte del ajuste de cuentas entre Egipto y Al Yazira.
Sin embargo, la cadena ha modulado durante las ¨²ltimas semanas sus feroces cr¨ªticas al presidente egipcio Abdelfatt¨¢ al Sisi. Adem¨¢s, ha suspendido la emisi¨®n de su cadena de informaci¨®n dedicada exclusivamente a Egipto, tal como hab¨ªan pedido las autoridades. ¡°El hecho de que este cambio haya tenido lugar justo despu¨¦s de la reconciliaci¨®n entre los gobiernos de Egipto y Qatar demuestra la nula independencia de la cadena. Es simplemente una herramienta de la pol¨ªtica exterior catar¨ª¡±, espeta Fahmi. Seg¨²n los expertos, su cadena en ingl¨¦s, Al Yazira Internacional, para la que trabajan los tres reporteros encarcelados en Egipto, goza de un mayor margen de libertad en su l¨ªnea editorial. Pero sus datos de audiencia en algunos pa¨ªses, como EE UU, muestran tambi¨¦n un marcado declive.
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