Petro cierra un a?o turbulento en el Congreso: esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, reformas estancadas y relaciones rotas

El 2024 ha sido un a?o muy dif¨ªcil para la relaci¨®n entre el presidente Gustavo Petro y el Congreso de la Rep¨²blica. En el primer semestre, el Legislativo hundi¨® la reforma a la salud del Gobierno, la m¨¢s importante para el mandatario, y la de la educaci¨®n. En el segundo, los senadores y representantes archivaron el presupuesto para 2025, la reforma tributaria y la pol¨ªtica. En contraste, de enero a julio solo aprobaron la reforma pensional, con ajustes contrarios a los deseos de Petro; y de julio a diciembre, la reforma al Sistema General de Participaciones, (SGP) un proyecto clave para la descentralizaci¨®n del pa¨ªs, pero que solo al final tuvo el apoyo presidencial. En tr¨¢mite legislativo contin¨²an la segunda versi¨®n de la reforma a la salud, que en febrero deber¨¢ terminar su discusi¨®n en la plenaria de la C¨¢mara, y de ser aprobada tendr¨¢ dos debates adicionales en el Senado; la laboral, que enfrentar¨¢ el tercero de sus cuatro debates en la Comisi¨®n S¨¦ptima del Senado; la reforma a la justicia, que tiene pendiente dos discusiones en la C¨¢mara; y la jurisdicci¨®n agraria, que logr¨® un consenso entre todas las fuerzas pol¨ªticas en las comisiones primeras, pero deber¨¢ mantenerlo en las plenarias para hacerse ley.

En retrospectiva, el balance del a?o es m¨¢s agrio que dulce. La relaci¨®n entre el Ejecutivo y el Legislativo se ha degradado en los ¨²ltimos meses tras una luna de miel inicial. Cuando lleg¨® al poder el primer mandatario de izquierda en la historia moderna del pa¨ªs, en agosto de 2022, consolid¨® una coalici¨®n amplia que le permiti¨® tener mayor¨ªas en el Senado y en la C¨¢mara. Con la fuerza de esa unidad se aprobaron una ambiciosa reforma tributaria y la ley de paz total.

Ese impulso se fue perdiendo con el paso del tiempo. La paulatina ca¨ªda en la popularidad de Petro, los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n de su Gobierno y, sobre todo, los primeros desencuentros p¨²blicos del presidente con los partidos tradicionales hicieron que en 2023 se rompiera ese bloque parlamentario y el Ejecutivo comenzara a perder el control sobre el legislativo. Tras la salida de varios ministros de corte moderado, los partidos Liberal, Conservador y de la U dejaron de votar a favor del Gobierno en el Senado, pero mantuvieron un apoyo t¨ªmido en la C¨¢mara. As¨ª transcurri¨® 2023 e inici¨® 2024, cuando el v¨ªnculo entre ambos poderes se termin¨® de resquebrajar.

Un estudio de la consultora Orza, El ¨²ltimo tren para las reformas del gobierno, compara los tres a?os del Congreso y confirma ese deterioro de poder: ¡°El gobierno Petro tuvo un 33% de efectividad durante la primera y segunda legislatura, mientras que lo que va corrido de la tercera tan solo tiene un 10%¡±, se lee en el documento. Durante esta legislatura, seg¨²n el informe, se han radicado 1.011 proyectos de ley y el Congreso solo aprob¨® 7 de ellos (0,06%): apenas 2 de origen gubernamental y 5 de iniciativa congresional.

Los investigadores comparan esos datos con los de los ¨²ltimos tres presidentes y concluyen: ¡°El resultado es un Gobierno que ha sido casi la mitad de efectivo en el Congreso que los tres gobiernos antecesores, reflejando la dificultad que ha tenido para configurar mayor¨ªas y sin una coalici¨®n formalizada¡±. El informe explica que aun con la llegada del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, que ten¨ªa como prioridad hacer un gran acuerdo nacional y sac¨® adelante la reforma descentralizadora que propusieron sus copartidarios en el Congreso, no se logr¨® reconstruir una coalici¨®n de gobierno s¨®lida. ¡°Se profundiz¨® el modelo de negociaciones aisladas. Esto se reflej¨® en unas mayor¨ªas muy fr¨¢giles en la C¨¢mara de Representantes y en unos apoyos de menos del 50% en el Senado¡±.

A esa ausencia de coalici¨®n se suman los ataques violentos de Petro contra el Parlamento. En uno de sus ¨²ltimos discursos p¨²blicos del a?o, la semana pasada, en Barranquilla, ante miles de personas llam¨® ¡°malditos¡± a los congresistas. Ese insulto se dio despu¨¦s de que las comisiones econ¨®micas del Senado y la C¨¢mara hundieran su ley de financiamiento. La decisi¨®n molest¨® tanto al presidente que en el mismo discurso anunci¨® la ¡°ruptura de las relaciones¡± con las cuatro comisiones econ¨®micas. ¡°Finito, se acab¨®, no tienen ya nada que hablar con nosotros y nosotros nada qu¨¦ esperar de ellos. La relaci¨®n del Gobierno con las comisiones econ¨®micas ha finalizado. Ellos ver¨¢n si aprueban presupuestos o cr¨¦ditos, ya veremos c¨®mo nos defendemos¡±, dijo el jefe de Estado.

Pocos d¨ªas despu¨¦s, en la ma?ana de este viernes, volvi¨® a atacar. Se centr¨® en el presidente del Congreso, el conservador Efra¨ªn Cepeda. ¡°C¨®mo as¨ª que los representantes al Congreso de Colombia votan en contra de su pueblo (...) y tienen nombres propios, el jefe de esa banda se llama Efra¨ªn Cepeda, presidente del Senado de la Rep¨²blica. Qu¨¦ le puede decir el senador Cepeda al pueblo si le tumb¨® el art¨ªculo que le iba a bajar las tarifas de energ¨ªa el¨¦ctrica¡±.

Esa virulencia contra el Congreso, que Petro justifica porque cree que hay un bloqueo a sus iniciativas, hace prever que si el 2024 fue complejo, el 2025 ser¨¢ mucho peor. Y m¨¢s por el avance del proceso judicial del esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de la Unidad de Gesti¨®n de Riesgos y Desastres (UNGRD), que ha salpicado a tres exministros, a dos altos funcionarios de Presidencia y a nueve congresistas. Adem¨¢s, se espera que la crispaci¨®n crezca con la cercan¨ªa de las elecciones presidenciales y legislativas de inicios de 2026, que ser¨¢ el tema central del pr¨®ximo a?o, y probablemente desplace a las reformas a un segundo plano en el legislativo. ¡°Las cr¨ªticas resonantes en temas de transparencia y corrupci¨®n, los problemas de desbalance fiscal y las dificultades en la ejecuci¨®n presupuestal han hecho mella en la capacidad del gobierno para cohesionar a sus aliados. Estos cuestionamientos han sido capitalizados por la oposici¨®n y tambi¨¦n por pol¨ªticos que han sido aliados ocasionales del oficialismo¡±, concluye el informe de Orza.