Tambi¨¦n ¨¦l
Aunque el pavor a morirse o a vegetar en su mansi¨®n induzca al ya anciano Woody Allen a rodar todos los a?os una pel¨ªcula, tambi¨¦n ¨¦l ha accedido a la oferta de rodar una serie
No he vuelto a ver las series norteamericanas que exhib¨ªan los televisores en blanco y negro de mi infancia, muchas de ellas dobladas en Puerto Rico y con expresiones y giros ling¨¹¨ªsticos entre el exotismo y la comicidad. Adem¨¢s de las aventuras y el suspense que te esperaba cuando aparec¨ªan los prohibitivos rombos y deb¨ªas ingeni¨¢rtelas para verlas desde la clandestinidad y los lugares m¨¢s impensables, recuerdo como adictivas aquellas series. Imagino que lo m¨¢s probable si decidiera revisarlas es que me parecieran polvorientas, t¨®picas, de una calidad dudosa o inexistente. Es mejor que est¨¦n guardadas con mimo y sin sentido cr¨ªtico en un rinc¨®n de la memoria. Les debo momentos felices.
Hubo una brillante generaci¨®n de directores en el cine norteamericano (Ritt, Lumet, Frankenheimer y otros) que empezaron su carrera trabajando en las series televisivas. Pero siempre tuvieron claro que ese camino inici¨¢tico era circunstancial, que su vocaci¨®n era dirigir pel¨ªculas, que la aut¨¦ntica medida de su talento se la ofrecer¨ªa el cine.
La televisi¨®n pod¨ªa otorgar popularidad y dinero pero el prestigio pertenec¨ªa al cine, el sue?o de los que narraban con im¨¢genes se centraba en crear para la gran pantalla, su paso por la televisi¨®n les serv¨ªa como aprendizaje o era un trabajo exclusivamente alimenticio.
Con el nuevo siglo se ha producido el milagro de que artistas incuestionables del cine consideren un honor que su nombre aparezca en los cr¨¦ditos de las series de televisi¨®n, como creadores, productores ejecutivos, dirigiendo algunos cap¨ªtulos. Estoy hablando de luminarias de Hollywood como Martin Scorsese, Steven Spielberg, David Fincher y Michael Mann.
Aunque el pavor a morirse o a vegetar en su mansi¨®n induzca al ya anciano Woody Allen a rodar todos los a?os una pel¨ªcula, a mantener en activo su inagotable creatividad, tambi¨¦n ¨¦l ha accedido a la oferta de Amazon para rodar una serie. Y es un motivo de gozo para la cinefilia que la inteligencia, la imaginaci¨®n y la gracia de este hombre se pongan al servicio de un medio que desconoce y que est¨¢ viviendo su edad de oro. Afirma Allen: ¡°No s¨¦ c¨®mo me he metido en esto, no tengo ninguna idea y no estoy seguro por d¨®nde empezar¡±. Pero podemos apostar a que va a meter la risa en nuestras casas.
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