¡®El desmoronamiento¡¯, ?ensayo desmesurado o retrato certero?
El libro de Packer trata problemas centrales de la sociedad actual. ?Un buen diagn¨®stico?
Ruinas del capitalismo
Por Marc Bassets
F¨¢bricas cerradas, ciudades semivac¨ªas, carreteras deterioradas. Los paisajes de algunas regiones industriales de Estados Unidos recuerdan a los de la Europa Central y Oriental tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn. Las ruinas del capitalismo no son tan distintas de las ruinas del comunismo. La comparaci¨®n no es exacta: el capitalismo sigue vivo y las ruinas son una parte peque?a del legado. Pero un cierto capitalismo ha dejado paisajes reconocibles. Son los paisajes de El desmoronamiento,de George Packer, una cr¨®nica de tres d¨¦cadas de desregulaci¨®n, influencia desbordada del dinero en la pol¨ªtica y polarizaci¨®n.
La desigualdad de ingresos en Estados Unidos se acerca a la de pa¨ªses como Jamaica y Argentina. El ascensor se atasca. Los salarios reales de la clase trabajadora norteamericana apenas han aumentado desde los a?os setenta; los del 1% con m¨¢s ingresos han subido un 165%, seg¨²n datos del Nobel Paul Krugman.
Lo que convierte El desmoronamiento en una de las grandes novelas, una gran cr¨®nica de la Am¨¦rica del siglo XXI, no son s¨®lo las virtudes period¨ªsticas y literarias, sino la destreza para abordar algunos de los problemas centrales de nuestro tiempo. ?Por qu¨¦ triunfa el discurso de la senadora Elizabeth Warren contra Wall Street? ?Por qu¨¦, pese a la recuperaci¨®n econ¨®mica, los norteamericanos siguen insatisfechos? ?Por qu¨¦ este pesimismo y esta sensaci¨®n de declive en la primera econom¨ªa mundial? El desmoronamiento ofrece respuestas. El libro es una eleg¨ªa del pa¨ªs que construy¨® Franklin Roosevelt en los a?os treinta ¡ªun modelo socialdem¨®crata en el que el Estado proteg¨ªa y redistribu¨ªa¡ª y que empez¨® a cuestionarse en los ochenta con Ronald Reagan.
Estados Unidos no para de cambiar. No es un ocaso: es una transformaci¨®n
Packer es progresista, pero su diagn¨®stico es compartido. El soci¨®logo Charles Murray, uno de los referentes intelectuales de la derecha, dibuja paisajes similares a los de Packer: Estados Unidos como dos pa¨ªses cada vez m¨¢s distantes entre s¨ª. La cohesi¨®n peligra.
El libro de Packer es imperfecto. Los m¨¢s de cincuenta millones de origen latinoamericano son la primera minor¨ªa de Estados Unidos, pero en este fresco ambicioso del Estados Unidos actual no aparecen. Ser¨ªa err¨®neo leer El desmoronamiento como un ensayo sobre el declive de Estados Unidos, una eleg¨ªa de un tiempo en que este era un pa¨ªs m¨¢s decente, m¨¢s humano, m¨¢s unido.
?Cu¨¢ndo fue as¨ª? ?En los sesenta, cuando los Kennedy y Martin Luther King ca¨ªan asesinados? ?Cuando los negros sufr¨ªan la segregaci¨®n? ?Cuando los homosexuales carec¨ªan de derechos y la discriminaci¨®n de la mujer era flagrante?
Youngstown, una ciudad de la cuenca sider¨²rgica de Ohio golpeada por la desindustrializaci¨®n, es uno de los escenarios. En cuatro d¨¦cadas ha pasado de 140.000 habitantes a 60.000. Como en el este de Alemania, en Youngstown el Ayuntamiento destruye casas vac¨ªas. En pocos lugares las ruinas del capitalismo ¡ªdel capitalismo industrial¡ª son m¨¢s visibles que all¨ª. Pero la destrucci¨®n de casas deja m¨¢s espacios verdes y crea barrios m¨¢s seguros. La ciudad es m¨¢s habitable. Estados Unidos no para de cambiar. No es un ocaso: es una transformaci¨®n.
?Novelas para ni?os adultos
Por Vicente Verd¨²
Desde un punto de vista antropol¨®gico, sociol¨®gico o escatol¨®gico, El desmoronamiento es un genuino ensayo norteamericano. La desmesura, la obesidad, la grandiosidad, el m¨¢s que el m¨¢s, forman conceptualmente la base imperial de EE?UU y de este ensayo tambi¨¦n. EE?UU fue el n¨²mero uno desde hace m¨¢s de un siglo y no hay raz¨®n para que no lo siga siendo a¨²n. ?China? Un director de cine chino lo que anhela es un Oscar en Hollywood y un periodista chino lo que desear¨ªa es codearse con un Pulitzer en Nueva York.
EE?UU se considera a su vez tan superior que incluso sus helados Baskin Robbins se promocionan como The coldest ice cream drink ever (el helado m¨¢s fr¨ªo que se ha tomado nunca). Ni el grado cero de la congelaci¨®n es all¨¢ suficiente. Ellos son los que han llegado m¨¢s lejos en viajes espaciales, en medallas de oro, en cine, en m¨²sica pop, en armamento o en Starbucks, que incluso vencieron a los hist¨®ricos caf¨¦s vieneses, franceses, espa?oles o italianos. M¨¢s a¨²n: un Starbucks lleg¨® a abrir dentro de la misma Ciudad Prohibida pequinesa hasta que alguien denunci¨® la profanaci¨®n. Los estadounidenses cuentan con las compa?¨ªas mayores y m¨¢s avanzadas del mundo, los coches m¨¢s largos, los obesos m¨¢s obesos y las actrices m¨¢s guapas. El m¨¢s del m¨¢s es genuinamente norteamericano.
El desmoronamiento pues no es sino el pavor a un declive del que ya m¨¢s que est¨¢ hastiado Occidente
Habitando sobre este dominante pedestal ¡ªsiempre bendecido por Dios¡ª, los ciudadanos estadounidenses creen hallarse en la mejor de las tierras posibles. La tierra de promisi¨®n que fundaron los religiosos expulsados de Europa, la primera democracia del mundo y la m¨¢s parecida al para¨ªso. El 80% de los hogares norteamericanos tienen una bandera nacional que exhiben al aire libre con motivo de un cumplea?os, una boda o una fiesta local. Ser norteamericano es estar acampado en la m¨¢xima cima del mundo y ?c¨®mo no va a sufrir los embates del viento y la tentaci¨®n de ser zarandeada por las fuerzas del mal?
?El 11-S?, de acuerdo. Pero antes y despu¨¦s la mayor parte de las pel¨ªculas de terror, de marcianos o de virus misteriosos (comunistas incluidos) atentan contra EE?UU, m¨¢xima encarnaci¨®n del bien. ?Desmoronamiento? El libro (este mon¨®tono tocho) se empe?a o complace en relatar (obsesiva, vana, abusivamente) la historia de algunas figuras en los ¨²ltimos treinta a?os y con ellas los cambios y la Gran Recesi¨®n que ha transmutado valores y estatus. Hay p¨¦rdida de lo rural (tan amado), del empleo (tan ins¨®lito), han crecido las desigualdades (como en todas partes) y la clase media (como en todas partes) ha cumplido el proceso nost¨¢lgico del go, go, gone. Estafas pol¨ªticas, financieras, industriales han cundido sobre esta patria teologal y, como en todas partes, iconos como la General Motors se han ido a pique. En suma, el libro no cuenta nada que no sepamos de sobra los europeos y demuestra las insuficiencias del g¨¦nero novelado (tan infantil) para expresar la tesis con una contundencia m¨¢s vigorosa. El desmoronamiento pues no es sino el pavor a un declive del que ya m¨¢s que est¨¢ hastiado Occidente y que, encima, no despeja el porvenir oriental porque viendo como les va a varios pa¨ªses emergentes, la crisis es global porque de otro modo no ser¨ªa de verdad grave ni diab¨®licamente real. ?El declive americano? A George Packer le ha faltado darse antes una vuelta por ah¨ª.
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