Occidente gan¨® (por el momento)
Dos ensayos plantean argumentos para el debate sobre el pulso entre civilizaciones
En 1860 tropas brit¨¢nicas al mando de lord Elgin prendieron fuego al magn¨ªfico palacio de Verano, en las afueras de Beijing. El episodio, que apenas ocupa un par de p¨¢rrafos en muchas historias coloniales occidentales, sacudi¨® hasta la m¨¦dula a la corte imperial y a la ¨¦lite china. Tras una pl¨¦tora de pa¨ªses, desde Argelia hasta Indonesia, el Reino del Centro, que siempre se consider¨® la ¨²nica civilizaci¨®n digna de tal nombre, descubr¨ªa su vulnerabilidad. El enemigo no eran esta vez los b¨¢rbaros de las estepas, sino los representantes de una civilizaci¨®n que adelantaba a China en lo militar, pero tambi¨¦n en desarrollo cient¨ªfico, industrial y comercial. ?C¨®mo hab¨ªa podido China, que fue la regi¨®n del planeta de mayor nivel tecnol¨®gico y de m¨¢s compleja econom¨ªa por lo menos desde la ca¨ªda del Imperio Romano, perder la carrera ante Occidente?
Ian Morris intenta dar respuesta a esta pregunta en su libro ?Por qu¨¦ manda Occidente¡ por ahora?, recientemente traducido al espa?ol, con la ayuda de su propio ¨ªndice de desarrollo social. Combinando cuatro indicadores ¡ªcaptura de energ¨ªa, urbanizaci¨®n, capacidad b¨¦lica y tecnolog¨ªa de la informaci¨®n¡ª el ¨ªndice permite comparar para cada momento hist¨®rico el nivel de desarrollo social entre los dos polos que interesan a Morris: Occidente (en una amplia definici¨®n: el espacio que empieza su desarrollo en Oriente Medio y acaba teniendo el centro de gravedad en Estados Unidos) y Oriente (casi exclusivamente, China).
Morris usa a menudo el recurso al detalle, pero muestra una frustrante despreocupaci¨®n por datos hist¨®ricos relevantes
Arque¨®logo de profesi¨®n, Morris nos propone un viaje de 16.000 a?os, desde la Edad de Hielo hasta la actualidad, fij¨¢ndose en las causas que impulsaron y frenaron en distintos momentos el desarrollo social en los dos extremos de la masa continental euroasi¨¢tica. Combinando informaciones proporcionadas por disciplinas como la arqueolog¨ªa, la paleobot¨¢nica, los estudios del clima, el pensamiento filos¨®fico o la historia econ¨®mica, ofrece una explicaci¨®n basada en la capacidad de los humanos para aprovechar las oportunidades y adaptarse a los retos derivados de la geograf¨ªa. Sin embargo, quien busque un libro de historia al uso se llevar¨¢ alguna decepci¨®n. Morris usa a menudo el recurso al detalle concreto, sea de un personaje hist¨®rico o de un hallazgo arqueol¨®gico, y sin embargo muestra una frustrante despreocupaci¨®n por datos hist¨®ricos relevantes mencionados en el texto (batallas cruciales cuyos nombres obvia, mapas que combinan distintas ¨¦pocas en una y otra parte del mapa, la evoluci¨®n del subcontinente indio, etc¨¦tera).
El libro de Morris forma parte de una cohorte de ensayos anglosajones orientados al gran p¨²blico que comparten el ambicioso objetivo de enunciar una teor¨ªa general que, rechazando expl¨ªcitamente el argumento de la superioridad racial, explique en t¨¦rminos hist¨®ricos la preponderancia global de Occidente. Algunos se inclinan por explicaciones de tipo cultural: son los casos de Daren Acemoglu y James A. Robinson en ¡°?Por qu¨¦ fracasan las naciones?¡± y Niall Ferguson en su Civilizaci¨®n: Occidente y el resto. Ian Morris se inclina por la geograf¨ªa como factor determinante, como lo hace Jared Diamond en otro libro de este estilo, el superventas Armas, g¨¦rmenes y acero.
Los dos ensayos
?Por qu¨¦ manda Occidente¡ por ahora? Ian Morris. Traducci¨®n de Joan Eloi Roca. ?tico de los Libros. Barcelona, 2014. 861 p¨¢ginas. 39,90 euros.
De las ruinas de los imperios. La rebeli¨®n contra Occidente y la metamorfosis de Asia. Pankaj Mishra. Traducci¨®n de Alejandro Pradera. Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2014. 518 p¨¢ginas. 24 euros.
A pesar de su atractiva simplicidad y poder explicativo, que les han reportado excelentes ventas, no faltan las cr¨ªticas a lo que puede entenderse como determinismo geogr¨¢fico de Morris y de Diamond, o como supremac¨ªa cultural en los casos de Acemoglu y Robinson, y de Ferguson. En 2011 el autor indio Pankaj Mishra lanz¨® uno de los ataques m¨¢s virulentos precisamente contra Ferguson por su libro Civilizaci¨®n, acus¨¢ndole incluso de racista; Ferguson no solo polemiz¨® con ¨¦l, sino que interpuso demanda judicial. En el libro De las ruinas de los imperios. La rebeli¨®n contra Occidente y la metamorfosis de Asia, Pankaj Mishra elabora su argumentario contra esa visi¨®n euroc¨¦ntrica. Lo hace con un ejercicio de historia intelectual de Asia centrado en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas del XIX y las dos primeras del siglo XX.
Asia, que para Mishra en este libro abarca desde Egipto hasta Jap¨®n, se redescubri¨® a s¨ª misma en respuesta al trauma, mejor dicho, a la sucesi¨®n de traumas y humillaciones que sufrieron desde los peque?os pueblos a los grandes imperios asi¨¢ticos: Egipto, Turqu¨ªa, Persia, India, China y Jap¨®n. El libro tira del hilo intelectual que les uni¨® en su odio por la opresi¨®n occidental, y en su admiraci¨®n por Jap¨®n, el ¨²nico pa¨ªs asi¨¢tico capaz de plantarle cara. Adem¨¢s de explorar e ilustrar los v¨ªnculos, Mishra explora el legado intelectual de figuras poco conocidas en Occidente como el activista persa Jamal al Din al Afghani (1838-1897) y el intelectual chino Liang Qichao (1873-1929). A partir de la exploraci¨®n de sus vidas, pensamiento y legado, y tambi¨¦n de personajes m¨¢s conocidos como el escritor y pensador bengal¨ª Rabindranath Tagore o el egipcio Sayyid Qutb, padre del islamismo moderno, Mishra teje una fascinante narrativa del despertar de una consciencia asi¨¢tica sin la cual es imposible imaginar el actual dinamismo de las sociedades asi¨¢ticas.
De las ruinas de los imperios, un libro sobre la reacci¨®n intelectual a actos como la quema del palacio de Verano en Beijing, ofrece una visi¨®n alternativa a la imperante en Occidente, y pone de relieve v¨ªnculos entre, por ejemplo, los intelectuales reformistas otomanos y Jap¨®n. Sin embargo, quien decida leerlo debe tener presente que el pensamiento panasi¨¢tico descrito por Mishra es, en el periodo descrito, patrimonio de una parte de las ¨¦lites de cada pa¨ªs, no un sentimiento de mayor¨ªas o un movimiento de masas. Este pensamiento panasi¨¢tico tuvo luego derivadas enormemente divergentes: tanto conecta con el actual dinamismo de una buena parte de Asia (pero no de Oriente Medio, tan presente en el libro) como con las atrocidades del imperialismo japon¨¦s, la revoluci¨®n cultural china o el islamismo radical.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.