Claudia Llosa, cirujana de las creencias
La cineasta estrena ¡®No llores, vuela¡¯, otra reflexi¨®n acerca de lo m¨ªstico
Hace ahora casi un a?o, la peruana Claudia Llosa (Lima, 1976) estren¨® su tercera pel¨ªcula, No llores, vuela, en la Berlinale, el certamen que le dio la fama al ganarlo con su segundo trabajo, La teta asustada (2009). Obtuvo cr¨ªticas para todos los gustos: desde quienes disfrutaban con su vuelta a las profundidades del ser humano ¡ª¡°Me interesa mucho nuestro lado primario, ese bullir que estalla, que normalmente acallamos. Por ejemplo, el grito de una madre dolida¡±, dice la cineasta afincada en Barcelona¡ª hasta quienes la calificaron de desconcertante y excesivamente intensa. Llosa prepar¨® su estreno espa?ol, pero en el camino de No llores, vuela se cruz¨® Sony Pictures, que la adquiri¨® para distribuirla en Estados Unidos y Am¨¦rica Latina. Consecuencia: se par¨® su desembarco espa?ol hasta su lanzamiento unificado mundial.
As¨ª que un enero m¨¢s tarde,Llosa sigue hablando de No llores, vuela, su salto al ingl¨¦s y con estrellas como Jennifer Connelly, Cillian Murphy y M¨¦lanie Laurent, y que est¨¢ en salas en Espa?a desde el pasado viernes. Esta vez no se sienta en una silla de dise?o de un hotel berlin¨¦s, sino en un recio butac¨®n de un establecimiento madrile?o. A cada pa¨ªs su mueble.
Este a?o la pel¨ªcula no ha estado encerrada en un caj¨®n, sino que la cineasta la ha pulido en el montaje y recortado 20 minutos. La acci¨®n se mantiene igual, avanzando en dos tiempos: en uno, Nana (Connelly) intenta sobrevivir sin dinero y con dos hijos, el peque?o con una enfermedad degenerativa que podr¨ªa curar un famoso curandero; en otro, Iv¨¢n, el v¨¢stago mayor (Murphy), cetrero de profesi¨®n, intenta desembarazarse de la presencia de una periodista ansiosa (Laurent) por indagar en su pasado y en el de su madre. ¡°Por un lado estoy encantada de haber tenido este tiempo, algo que suele escasear. Por otro lado, he debido reubicarme emocionalmente tras el retraso del estreno. Recuper¨¦ la distancia, pude ver la pel¨ªcula desde otra perspectiva. La guionista Paz Alicia Garciadiego me dijo una vez que nunca entregara un largometraje sin tener en cabeza el siguiente. Si no, es bien dif¨ªcil desengancharse. Llevaba toda la raz¨®n. Tras unas limitaciones fuertes en el presupuesto, entregu¨¦ demasiado r¨¢pido el trabajo, apremiada por llegar a la secci¨®n oficial de la Berlinale¡±. As¨ª que resume este tiempo ¡°como algo muy rico¡±, aunque confiesa inmediatamente las ganas de ¡°mostrar No llores, vuela y pasar p¨¢gina¡±.
Entonces, ?era peor la versi¨®n berlinesa? ¡°No, es tan m¨ªa como esta. Sencillamente, ya sent¨ªa entonces que me faltaban dos meses m¨¢s. Que no hab¨ªa defendido una cierta distancia. Y la culpa es m¨ªa, porque la presi¨®n me la autoimpuse. Ha sido un gran aprendizaje. He pulido, la he dejado m¨¢s compacta, como hielo seco, que por concentrado y fr¨ªo quema¡±.
En este proceso, Llosa cree que ha descubierto m¨¢s detalles de su obra. ¡°Me he quedado con lo esencial. He usado otra mirada, como si fuera la de otro, para analizar la pel¨ªcula. En realidad, he aprendido m¨¢s de m¨ª, de mis tiempos. ?Volver¨¦ a caer en las prisas? Espero que no, aunque, claro, te llega un festival... Es dif¨ªcil tomar esas decisiones. Yo soy mucho de esas dudas acerca de qu¨¦ te llevar¨ªas a una isla desierta, y en este nuevo montaje hice ese juego: ?qu¨¦ te llevar¨ªas de la pel¨ªcula al nuevo montaje, a la isla desierta?¡±.
Siempre me he movido en terrenos entre la raz¨®n y la emoci¨®n¡±
Maternidad y trascendencia. En estas tesituras se mueve No llores, vuela. ¡°Creo que la pel¨ªcula es muy clara en su retrato de la m¨ªstica del ser humano, porque se acepta, pero no se ense?a, no se revela en pantalla. M¨¢s bien explora ese mecanismo del ser humano que salta cuando m¨¢s est¨¢ en el l¨ªmite: la b¨²squeda de una nueva seguridad que le saque de la crisis. As¨ª aparecen el arte, las religiones, las creencias, los mitos... Son recursos para aceptar, encajar, la desesperaci¨®n, la tragedia¡±.
Claudia Llosa es una directora silenciosa en su obra y verborreica en persona. Eso s¨ª, sus respuestas son precisas en su vocabulario. Por ejemplo, cuando define el magma de su cine. ¡°Siempre me he movido en esos terrenos tan pantanosos que hay entre el pensamiento m¨ªstico y el racional, entre la raz¨®n y la emoci¨®n, o la creencia entre la certeza o la no certeza, ll¨¢mala oscuridad. El balanceo dentro de ese universo es lo que me interesa. Porque todos tenemos una conexi¨®n directa con ese lado que nos impide ser certeros y exactos con los hechos vitales. Ese espacio ocupa en nosotros terrenos de vulnerabilidad, por lo tanto no los mostramos y cada uno lo conduce como puede. En nuestro fondo primitivo aceptamos m¨¢s cosas que en el plano racional. La vulnerabilidad nos aterra. Error, hay que aceptarla, porque la seguridad vital es un fantas¨ªa¡±.
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