La revoluci¨®n de las m¨¢quinas

Sostienen algunos que los sintetizadores ochenteros han vuelto a la m¨²sica pop; ?c¨®mo si alguna vez se hubieran ido! En cualquier caso, si est¨¢ usted en esa onda, o si lo estuvo en su d¨ªa (ah, la a?orada d¨¦cada de los ochenta) o si, simplemente, le apetece recrearse con algunas de las mejores canciones de pop electr¨®nico grabadas en Espa?a, no deber¨ªa perderse la pr¨®xima entrega de EL PA?S de M¨²sica, a la venta ma?ana con este diario por 5,95 €. Titulada Selector de frecuencias, m¨¢s que una recopilaci¨®n de m¨²sica tecno es una panor¨¢mica de c¨®mo los sintetizadores han influido en el pop de nuestro pa¨ªs.

La m¨²sica electr¨®nica tuvo, en sus inicios, un componente geogr¨¢fico: los primeros grupos que alcanzaron notoriedad (Aviador Dro, Azul y Negro y, por supuesto, Mecano) se formaron en Madrid, pero fue en Valencia donde los recibieron con los brazos abiertos. La costa levantina siempre se ha caracterizado por un efusivo apego al baile y las discotecas (recu¨¦rdese que, poco despu¨¦s, fue meca de la denominada ¡°ruta del bakalao¡±), lo que propici¨® que, por ejemplo, unos debutantes Mecano empezaran a sonar intensamente en la emisora local de Los 40 Principales despu¨¦s de un dubitativo lanzamiento en la capital. Casi a la vez, chicos y chicas de Valencia, emulando a sus referentes brit¨¢nicos, comenzaron a grabar su propia m¨²sica, dando lugar a grupos como V¨ªdeo, cuyo tema La noche no es para m¨ª, producido por Tino Casal ¡ªotro imprescindible en estos c¨ªrculos¡ª, se convirti¨® en todo un himno del tecno pop espa?ol.

Todo eso ocurri¨® en los primeros a?os ochenta; despu¨¦s, la labor de consolidaci¨®n de la m¨²sica electr¨®nica en Espa?a hay que adjudic¨¢rsela a Alaska y Nacho Canut, a quienes todo el mundo recuerda por los Pegamoides y Dinarama pero que llevan funcionando con Fangoria la friolera de 25 a?os. En los noventa, la emergente figura de DJ-productor fue encarnada mejor que nadie por Carlos Jean, al tiempo que, desde Barcelona, una hornada de grupos, con OBK a la cabeza, reivindicaba el sonido de Depeche Mode en un raro maridaje con el fen¨®meno de fans. Pero los teclados han cobrado protagonismo en grupos que no son estrictamente tecno, desde La Mode, all¨¢ por 1982, a proyectos de pop independiente como los enigm¨¢ticos Family, los irreverentes Astrud o La Bien Querida, que sorprendi¨® incluso a sus seguidores con el arreglo ¡°makinero¡± de su tema 9.6.

Una selecci¨®n, en definitiva, heterog¨¦nea, abierta, de una manera de aproximarse a la m¨²sica que, con el tiempo, ha terminado calando m¨¢s all¨¢ de barreras geogr¨¢ficas, militancias estil¨ªsticas y segmentos de edad.