¡°El humor es ¡®antiestablishment¡±
Cuando ?lvaro Brechner, director de Kaplan, ¡ªnominado al Goya a la Mejor Pel¨ªcula Iberoamericana¡ª estudiaba, la ficci¨®n no estaba bien vista en Uruguay. ¡°Ded¨ªcate a los documentales. Pasar¨¢s menos verg¨¹enza¡±, le dec¨ªan sus profesores de Ciencias de la Comunicaci¨®n. Pero Brechner siempre quiso hacer cine. ¡°Crear una pel¨ªcula es un privilegio, y una de las cosas m¨¢s bonitas que tiene es poder compartirlo con la gente¡±, cuenta en una entrevista en Madrid, un d¨ªa antes de que el galard¨®n al que aspiraba fuera para la argentina Relatos Salvajes.
Brechner considera el cine como ¡°una forma de comunicaci¨®n¡±. Por eso, tanto en Kaplan como en?Mal d¨ªa para pescar, su anterior filme (nominado tambi¨¦n a mejor pel¨ªcula en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en el 2009), intenta analizar la condici¨®n humana. ¡°Las cosas que nos mueven: qui¨¦nes somos, d¨®nde estamos, qu¨¦ queremos; son las que eluden las fronteras¡±, explica el director. En?Kaplan, el protagonista, Jacobo Kaplan, se embarca en un viaje, arrollado por la necesidad de dar a su familia un motivo por el que recordarle cuando muera.
¡°Yo hago pel¨ªculas para m¨ª, para satisfacer cosas que tienen que ver conmigo. Lo que pasa es que si uno se pone a hablar de s¨ª mismo, habla tambi¨¦n de otros seres humanos¡±, asegura con ese gesto tan rioplatense de encoger y extender los dedos de la mano. ¡°Hoy en d¨ªa todo el cine cl¨¢sico que ten¨ªa que ver con una b¨²squeda interior est¨¢ en desuso. Ahora se ven hombres que intentan salvar el mundo. Yo prefiero al hombre que intenta salvarse a s¨ª mismo, cuya lucha es vivir con su propia conciencia¡±, afirma.
Hago pel¨ªculas para satisfacer cosas que tienen que ver conmigo¡±
Kaplan surgi¨® a ra¨ªz de su propia b¨²squeda personal. Tras la muerte de su abuelo, oriundo de Polonia, Brechner decidi¨® viajar a ese pa¨ªs, para reencontrarse con sus or¨ªgenes. ¡°En Uruguay, como todo el mundo es hijo de inmigrantes, la gente est¨¢ muy orgullosa de sus tradiciones. Yo fui a Polonia con esa idea¡±. Pero al llegar, no encontr¨® nada con lo que se sintiese identificado. S¨ª dio, sin embargo, con una novela que le llevar¨ªa a escribir su ¨²ltima pel¨ªcula:?El salmo de Kaplan, de Marco Schwartz En este libro, un anciano jud¨ªo se lanza a dar caza a un supuesto nazi. La misma historia del Kaplan nominado a los Goya.
La literatura es algo recurrente al hablar con el director.?El Quijote, de Cervantes, El Lazarillo de Tormes, o La vida del Busc¨®n, de Quevedo, se materializan en cuanto se le pregunta c¨®mo es posible tratar temas tan ¨ªntimos como la b¨²squeda de uno mismo en clave de comedia. Para ¨¦l, la iron¨ªa es una manera de reflejar las preocupaciones m¨¢s profundas. ¡°El humor es, de por s¨ª, antiestablishment, por eso es una garant¨ªa de libertad. Si podemos re¨ªrnos de cualquier cosa que nos pase, en cierto modo podemos liberarnos de ello¡±, asegura. Es un hombre optimista. De hecho, a su hija la llam¨® Alaia, ¡°alegr¨ªa¡± en euskera.
La obra es la recompensa final por "el horror" del folio en blanco
Brechner aseguraba no estar nervioso por la gala de?los Goya (en la que finalmente el filme argentino Relatos Salvajes se llev¨® el galard¨®n). ¡°El ¨¦xito de algo tan personal como el cine no puede valorarse por los premios¡±, afirmaba. Se sent¨ªa ¡°agradecido y emocionado¡± de que su obra estuviera nominada pero, seg¨²n el director, ¡°el verdadero triunfo es la pel¨ªcula en s¨ª misma¡±. Para Brechner, el resultado final es la recompensa por el ¡°horror¡± que supone sentarse a escribir frente a un folio en blanco. Lo define como ¡°embarcarse completamente solo en una carabela de Col¨®n, sin saber ad¨®nde vas¡±. Su salvavidas el equipo con el que trabaja, a quienes considera amigos. ¡°Es como tener buenos ministros que te dan consejos ¨²tiles¡±, explica. Terminada una pel¨ªcula, verla en salas le produce cierto v¨¦rtigo. ¡°Me pongo muy nervioso. Me cuesta olvidarme de la reacci¨®n del p¨²blico¡±.
Al ser preguntado por proyectos futuros, responde: ¡°Siempre est¨¢s trabajando, pero no voy a adelantar nada¡±, y sonr¨ªe. Eso s¨ª, cuando la termine, volver¨¢ al v¨¦rtigo de las salas, para aprender de la reacci¨®n del p¨²blico.
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